Director nacional de Trabajo: “La economía tiene que seguir funcionando”

Había planes para el 2 de marzo, pero todo cambió de forma rápida e intensa. 
Claro. Cuando a uno le confirmaron el lugar que iba a ocupar en el gobierno, uno empezó a trabajar desde lo psicológico para planificar una determinada metodología de trabajo. En mi interior pensaba: “Bueno, llego, me instalo, conozco a los funcionarios del ministerio, hago una recorrida por las distintas reparticiones de Dinatra y genero un vínculo de confianza con los otros directores”. Luego de esa puesta a punto, la idea era generar vínculos con los distintos actores, con referentes empresariales y sindicales.

Nada de eso pudo pasar. 
Cuando asumimos lo que teníamos en mente era que para abril y mayo iban a vencer los primeros convenios salariales. El foco cuando empezamos estaba puesto en eso, en citar al Consejo Superior Tripartito, cuáles iban a ser las pautas que iban a haber desde Economía. Pero la realidad fue que a los diez días de arrancar saltan los primeros casos de coronavirus. Llegamos a conocer a alguno de los funcionarios, pero hasta ahí. Con los referentes sindicales y empresariales fue como un raid vertiginoso que sobre la marcha se fue dando a medida que se desataron los problemas en las diferentes ramas de actividad.
 
¿En líneas generales, cuál es o va a ser la postura que se va a tener en temas de negociación colectiva y de conflictos?
Yo trato de ser un mediador y pretendo que la Dinatra sea mediadora en los conflictos. Los problemas son inherentes y está bien, cada uno defiende sus posiciones e intereses. Lo que tiene que tener el Ministerio (de Trabajo) es su cuota de imparcialidad. El derecho laboral es un derecho tuitivo (principio protector del más débil) y eso no se puede desconocer. Ahora, presentado un conflicto, la Dinatra tienen que tener una posición más de mediador. Sin tomar parte, aunque en algunas circunstancias haya que posicionarse. Pero mientras tanto, se debe escuchar a las partes, encausar las discusiones y ayudar a que se encuentre una solución al conflicto. Esto siempre y cuando haya que tomar decisiones que no impliquen una obligación legal.
 
¿ Pero a veces puede pesar el interés general o nacional por sobre el derecho tuitivo a la hora de tomar decisiones?
En algunos casos quizás haya que tomar lineamientos que vayan en línea con las pautas que el gobierno y Presidencia marcan, sí. 

¿Era importante para el gobierno el regreso de la actividad?
Era importante. Coincido con el gobierno que el país no puede parar todo. La economía tiene que seguir funcionando. No creo que la dicotomía sea entre que el país funcione y quedarse en casa. Hay que buscar el justo equilibrio, tomando todos los resguardos. En el caso de la construcción hay que remontarse a la noche del 19 de marzo, que es cuando se firma la licencia especial. La idea era sacar a todos los trabajadores para que haya menos circulación de gente y enganchar esa licencia especial con la reglamentaria de Semana Santa. Pero esa licencia se terminaba el domingo 12, por lo que era lógico pensar que el lunes 13 había que retomar las obras.

¿Fue un ejemplo?
Es un caso. Cuando empezamos a discutir el jueves de Semana Santa el protocolo de la construcción, la posición del Sunca era que no estaban dadas las condiciones para empezar a trabajar. El Ejecutivo se paró en una posición de que el lunes 13 la construcción tenía que empezar. Eso fue una decisión política que tomó el gobierno. No es legal, es política y coincidía con la de los empresarios. Ocasionalmente coincidió, como en otra oportunidad puede pasar que haya que tomar otra resolución de este tipo que coincida con la de los trabajadores.

¿Cree que hubo sesgo a favor de los trabajadores en el gobierno anterior?
No voy a ponerme a analizar o hacer mucho comentario sobre las administraciones anteriores, porque cada autoridad que viene tiene su idiosincrasia al momento de gobernar. Es de público conocimiento que el exministro (Ernesto) Murro tenía su afinidad con el PIT-CNT. Yo lo he visto con el gorro del PIT-CNT en el acto del 1º de mayo. Ellos habrán implementado acá su forma de trabajo y habrán tomado las resoluciones que habrán sido para bien o para mal. Lo que nosotros vamos a hacer es tener un péndulo en el medio, ni para un lado ni para el otro. El conflicto es el conflicto, los sindicatos son los sindicatos y los empresarios son los empresarios. Son los dos necesarios. Yo creo que sin empresarios no hay trabajo, lo tengo absolutamente claro. Y también tengo absolutamente claro que los gremios y los sindicatos son necesarios, porque son el contrapeso a la organización empresarial.

¿Se manejan ya algunos criterios sobre los ajustes salariales si no se convocan los Consejos de Salarios?
Se está hablando sin ninguna conversación formal de que tienen que aplazarse. Que no empiecen en mayo como iban a empezar. El problema es ver cómo se aplazan. Es decir, la discusión que se genera es si los tiro para adelante seis meses o un año y en qué condiciones. ¿Se prorrogan los convenios que están y se siguen aplicando los criterios por ajustes que ya estaban? ¿O se suspenden y se empiezan a negociar dentro de un año? Esa es la discusión que formalmente no se ha dado, pero sí se han empezado a hacer sondeos de manera informal. La cuestión es la posibilidad de que se empiece a negociar una vez que el coronavirus lo permita. 

Seguramente haya un escenario de recesión económica y de inflación más elevada. ¿Puede haber pérdida salarial? 
No nos olvidemos que los últimos números de desempleo estuvieron por encima del 10%. Hay que ver la tendencia, aunque por suerte de las casi 120 mil solicitudes de seguro una mínima parte fueron por despido. Creo que la preocupación del PIT-CNT está enfocada al contagio que puedan tener todos los trabajadores en este momento y también a mantener las fuentes de trabajo. Lo han dicho y nosotros lo compartimos. Incluso, para el Ministerio es una enorme preocupación que algunas empresas estén mandando al seguro, cuando quizás a veces no tengan justificación para hacerlo.

¿Hay casos puntuales denunciados?
Hay algunas mutualistas que hoy (viernes) las vamos a citar porque han enviado a personas a seguro de desempleo y queremos que nos digan cuál es el fundamento. Queremos saber que va a pasar, si van a despedido o los van a retomar.

¿Qué temas son los que más preocupan en esta coyuntura sanitaria?  
Son tres que me preocupan muchísimo. Uno es el de la construcción que quedó encaminado, sin perjuicio de que hay que tratar de corregir algunas cosas en la implementación del protocolo. Como todo lo nuevo hay aspectos que pueden quedar desfasados. Hay que corregirlos y para eso hay una comisión tripartita de seguridad que está haciendo un seguimiento. En la industria frigorífica para mitigar el impacto además del requerimiento de los materiales, hay que generar mucha consciencia de que el trabajador se traslada de un lugar a otro. Ahí también puede contagiar el virus. Lo segundo del protocolo es ver qué pasa cuando aparece algún infectado o alguien con síntomas adentro de un frigorífico.

Mencionó tres temas que le preocupan. 
Una tercera y gran preocupación es el tema de la pesca. Incluso el otro día estuve en el puerto porque quería ver cómo eran realmente las operativas. Los pescadores tienen diferentes regímenes, muchas veces salen en barcos muy chicos a pescar una semana, mientras en otras embarcaciones más grandes lo hacen durante 30 días. El gran desafío ahí es poner el control en la gente que sube a los barcos. No le puedes hacer el hisopado a cada uno en el momento, pero sí hay que considerar algunas cosas básicas como el uso de mascarilla o tomarle la temperatura antes de subir al barco. En este tema vamos a poner foco desde el MTSS. 

Después de generar polémica, en la LUC se hicieron cambios en el artículo sobre el derecho a huelga y las ocupaciones. ¿Qué opinión tiene sobre este tema? 
El derecho de huelga es un derecho incuestionable. Lo que hay es un tema filosófico si el derecho de huelga alcanza o no la ocupación del lugar de trabajo. Por otro lado, está el tema legal dado que se vulnera el derecho al trabajo y algunos derechos constitucionales como el derecho de propiedad. Creo que es una cuestión filosófica, pero que choca con otros derechos fundamentales. No estoy de acuerdo con las ocupaciones de los lugares de trabajo. 

La mirada sobre el rol de Álvaro Delgado