Ecuador pasó al ataque. Las posibilidades de que el equipo clasifique al Mundial están intactas. Ello determina atención a todos los frentes. Situación que determina que se ponga especial al tema arbitral. Los ecuatorianos volaron de Montevideo con la bronca en el avión luego de que el paraguayo Carlos Amarilla no sancionó un claro penal de Muslera contra Benítez.
Esto motiva que el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, Luis Chiriboga, viajara con destino a Zurich, para participar en la reunión del bureau de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014, con un librito de quejas debajo del brazo.
En el mismo llevará las decisiones arbitrales que tomó el paraguayo en el empate 1-1 con Uruguay en el Centenario.
El máximo dirigente del fútbol ecuatoriano aprovechará de su presencia en Zurich para entregar en manos del español Ángel María Villar, vicepresidente de la FIFA y presidente de la Comisión de Árbitros de este mismo organismo, una carta de reclamo por la actuación del árbitro paraguayo Carlos.
No es la primera ni la última queja. En ocho fechas ya hay ocho cuestionamientos. Y la segunda rueda promete ser feroz.
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