Por otro lado, el oro de Atenas es el tercero consecutivo que consiguen las chicas del Tío Sam.
El 'Dream Team' ganó en calidad de invicto el Grupo B de clasificación y luego venció en cuartos a Grecia por 102-72.
Por su lado, Australia ganó la serie A, también como invicta, y en cuartos de final doblegó a Nueva Zelanda 94-65.
Pero conseguir esa nueva presea dorada, no resultó fácil para el quinteto de las barras y las estrellas porque enfrente se paró un equipo que también aspiraba al oro y no estaba dispuesto a repetir el fracaso de Sydney-2000, cuando se tuvo que conformar con la plata, precisamente ante las norteamericanas.
En el segundo cuarto las 'Aussies' reaccionaron y acortaron ventajas y al iniciarse el tercero empataron en 29 y luego pasaron al frente.
La llave para abrir la puerta del triunfo estuvo esta vez en manos de la pequeña base Shannon Johnson, quien desde la conducción del quinteto y aún desde el goleo se convirtió en figura de enorme importancia.
Con la medalla de oro colgada de su pecho, la alera Tamika Catchings señaló que su equipo tuvo un formidable último cuarto y sostuvo que de antemano "sabíamos que tendríamos que luchar duramente porque Australia es un gran equipo".
"Sé que tuvimos mucha suerte de obtener la medalla dorada y subir a lo más alto del podio", precisó elípticamente.
"En este torneo todos (los equipos) jugaron bien. Nosotros queríamos alcanzar el oro pero nos quedamos con la plata. Sé que eso no es ganar pero que podemos hacer", confesó.
(AFP)