Este blog fue publicado originalmente en el blog Not Only Salad.
Las últimas dos semanas estuvimos disfrutando de unos días increíbles! Mucho sol, calorcito, disfrute al aire libre, y comidas más frescas y livianas. Pude visitar el jardín japonés (¡¡qué lindo que está!!), y, entre tanta explosión de color y días de manga corta, me inspiré para empezar a proponerles recetas más livianas y muy ricas para disfrutar.
Aparte de unas buenas ensaladas, hace días vengo probando almuerzos en modo “sandwich abierto”. Ya saben: panes, tostadas, galletitas, todo con variedad de toppings por encima. Lo lindo de almorzar (o cenar) así, es que pueden armar algo rápido con lo que tengan a mano, usar esos restitos sucuchados en el fondo de la heladera, o armar tostaditas en plan re gourmet alto vuelo! Todo vale cuando se trata de inventar toppings, por eso hoy les dejo dos opciones, pero quiero que dejen volar su imaginación y creen!
Si les copa el mismo concepto pero para el desayuno, les cuento escribí una nota acerca de las tostaditas que todos deberíamos estar comiendo en esta época. Ahí les paso los tips para hacer unos huevos revueltos de antología, bien cremosos, y una idea para incorporar fruta de una forma diferente.
Hoy vamos a estar viendo dos recetas:
La primera receta, la del roast beef, la doy como sugerencia porque me parece una excelente idea para aprovechar las sobras de un asado. En casa, si bien mi marido calcula excelentemente bien las cantidades*, a veces sobra un poquito de colita de cuadril, que siento que queda muuuucho más rica al día siguiente, cortada bien finita con cuchillo bien filoso, tipo fiambre. Me encanta la combinación de la carne fría con mayonesa (guilty pleasure que sea mayonesa casera), con cebolla colorada cortada en fetas bien finitas estilo pluma, y un toque de ciboulette. ¡Tan simple, tan rico, tan verano!
La otra opción, la gourmet-alto-vuelo, hace protagonista a uno de los ingredientes más ricas que existe (en mi humilde opinión, je): el salmón ahumado. Este pescado, de la familia de los pescados “azules” por su tenor graso, es curado con sal y ahumado. Se consigue en la góndola de los freezeados, viene al vacío, y es caro, pero vale la pena! Algo importante a tener en cuenta, es que cuando se emplea en cocina productos tan especiales, hay que tratar de usarlos de la forma más directa posible. Por ejemplo, una tostadita “salmas” untada con queso crema para aportar humedad, fetas del salmón elegantemente acomodadas tipo pañuelo, alguna feta de pepino cortada bien finito (me gusta dejarle la piel), y eneldo fresco por encima. Listo.
Otras opciones que se me habían ocurrido y que pueden probar, son:
Cualquiera de ellas quedan bárbaro con las tostaditas horneadas de maíz “Salmas”, que son libres de gluten, grasas trans, conservantes, colorantes y colesterol.
*Stephanie Rauhut es gastrónoma profesional y autora del blog "Not Only Salad". Estudió cocina en Uruguay, en Francia, y tras haber tenido durante varios años su empresa de pastelería, se dedica actualmente a la comunicación gastronómica y de viajes.
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