El breve regreso de la música a MTV

En esta, su 30a edición, MTV volvió a recuperarse luego de los pésimos ratings del año pasado, con una premiación en la que tradicionalmente lo menos importante son los premios en sí. El domingo pasado fue la noche de Justin Timberlake; la noche en que efímeramente volvió ‘NSync; la noche de Lady Gaga, Katy Perry y sus nuevos y gigantes hits; la noche de Miley Cyrus y la incomodidad que causó su show. Al año siguiente lo que recordará el público será de todo eso. No quién ganó el Mejor video pop.

Sin embargo, es en los ganadores donde se devela lo intrínsecamente cerca que se encuentra de su público objetivo –adolescentes y preadolescentes– y lo alejado que está del resto de las franjas etarias. Justin Timberlake habrá sido el mayor ganador de la noche –celebrado además con el premio Michael Jackson Video Vanguard Award–, pero muchos teens probablemente apenas recuerden la existencia de ‘NSync (boyband disuelta en 2002). La mirada inexpresiva de One Direction al ver el show de sus antecesores puede ser un buen ejemplo de esa distancia generacional.

Otro ejemplo más claro: en la categoría Mejor canción del verano, la votación solo se podía realizar a través de Twitter, Instagram, Facebook y Vine, utilizando los hashtags designados por la organización.

El resultado no fue ninguno de los dos ganadores cantados: Blurred Lines, de Robin Thicke o Get Lucky, de Daft Punk. Fue One Direction que se alzó como ganador.

En conclusión, los premios de MTV no buscan legitimar ni reconocer el trabajo de nadie (para eso están los Grammy), sino que intentan revelar cierto zeitgeist –ese espítitu de una época, más que nada, adolescente– y más aun ahora, generar tópicos de conversación (y gifs) para retomar en los días siguientes. Algunos son desarrollados a continuación.

Los VMA reducidos

Los cambios de Gaga. La excentricidad no es ajena a Lady Gaga; por eso, durante su show de apertura de los premios acompañó su complicada coreografía con cinco cambios de vestuario. Algunos de ellos recordaban a antiguas versiones de Gaga, desde su carré rubio y hombreras de la era Poker Face al amarillo fluorescente que recuerda el video de Telephone.

No más Disney. Los intentos de Miley Cyrus de separarse del personaje de Hannah Montana superan nuevos límites. Con su show en los VMA motivó muchas críticas por su mal gusto o directamente su falta de decoro. Cualquiera sea el veredicto fue el efecto que MTV buscaba.

Robots sin habla ni premios. La presencia del dúo Daft Punk fue motivo de controversias estas últimas semanas. MTV pretendió tener la exclusividad y la tuvo. Sin embargo, solo aparecieron para presentar un premio y fieles a sus personajes, no hablaron. Dejaron que su amigo Pharrell hiciera los honores. Su canción Get Lucky era uno de los más fuertes competidores para ganar como Canción del verano, pero lo perdieron a favor de One Direction.

Los otros ganadores. El dúo de hip hop Macklemore & Ryan Lewis obtuvieron tres estatuillas gracias a sus hits Can’t Hold Us y Same Love –un himno al matrimonio igualitario. Dentro de la categoría de hip hop se antepusieron ante dos de las figuras más importantes (y afroamericanas) del momento: Kendrick Lamar y Drake.

El dueño de la noche. Desde que se anunció que Justin Timberlake sería el más reciente receptor del Michael Jackson Video Vanguard Award, se sabía que esta edición sería propiedad del artista. Durante 15 minutos se adueñó totalmente de la premiación, realizando un recorrido por 10 de sus hits, incluyendo tres de sus más recientes. Tuvo además la amabilidad de cederles un lugar en el escenario a sus excompañeros de banda: ‘NSync por unos breves 110 segundos. Después de todo, era la noche de Timberlake. En total recibió cuatro premios, incluyendo al Video del año (por Mirrors, que tiene una duración muy poco televisiva de ocho minutos).