El descanso, un remedio para ser más productivo

Detenerse y reflexionar es una receta para ser más eficaz

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14 de agosto de 2017 a las 08:43

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Hace unos años se popularizó el término slow down para identificar una nueva filosofía de trabajo y de vida, que supone detenerse un momento y disfrutar de un presente prolongado. Y no se trata de una moda. Los psicólogos y los neuropsiquiatras aseguran que si existe prisa y estrés la atención se dispersa y el rendimiento es menor. El 80% de la productividad se consigue con el 20% del tiempo. Una cuestión que recuerda a la forma de trabajar que lanzó a los cuatro vientos Google: del total de las horas que los trabajadores deben pasar en la oficina, el 20% lo pueden dedicar a proyectos especiales. Parece que ese 20% es fundamental para crecer profesionalmente. No hacer nada o aquello que suponga satisfacción es el elixir para ser mejor.

Uno de los últimos expertos que ha decidido investigar eso de aprender a trabajar mejor es Alex Soojung-Kim Pang. Fundador de The Restful Company, es el autor de Descansa, produce más trabajando menos (Editorial Lid). "Aquellos que aprenden a descansar de forma deliberada acaban siendo más productivos y durante un periodo más extenso de sus vidas. Sus carreras no lo son contra el tiempo, porque no tienen que serlo". Ser consciente de ello es solo el principio para avanzar, ya que es cuestión de esfuerzo personal. Consultor de Silicon Valley y profesor visitante de Stanford, el autor asegura que es necesario resistirse a la seducción del activismo, dejar tiempo para el descanso, tomárselo en serio y protegerlo de un mundo que está decidido a robárselo. Entre las personas que lo pusieron en práctica menciona a Dickens, que se encerraba en su estudio de 9 a 14 horas con un receso para el almuerzo; Alice Munro, ganadora del Nobel de Literatura en 2013, que escribía de 8 a 11 h. de la mañana; Gabriel García Márquez dedicaba cinco horas diarias, más o menos las mismas que Hemingway, que comenzaba su trabajo sobre las 6 de la mañana y lo terminaba antes del mediodía.

La jornada de cuatro horas es posible en estas y otras actividades. La llegada de las nuevas tecnologías permite acelerar los ritmos de trabajo y reducir los desplazamientos: una persona trabajando en su puesto es hasta un 75% más operativa que en 1995.

El estadounidense Timothy Ferriss escribió 4-Hour Workweek: Escape 9-5, Live Anywhere, and Join the New Rich, un best seller en el que daba las pautas de una realidad alcanzable. Ahí hace referencia a DEAL -acrónimo de Definir, Eliminar, Automatizar y Liberar- como el mejor camino para trabajar menos horas pero ser más eficaz.


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