El dólar tuvo su mayor suba anual desde 2015 y proyectan que seguirá fortaleciéndose

La divisa aumentó 15,4% en un año marcado por las intervenciones del Banco Central

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01 de enero de 2020 a las 05:04

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El dólar volvió a ser en 2019 uno de los grandes protagonistas de la escena económica local. Estuvo en el centro de los reclamos de los sectores exportadores y fue también preocupación para el gobierno.

La recta final del año que pasó tuvo una particularidad y fue la vuelta al mercado del Banco Central (BCU), que en los últimos días de diciembre intervino , pero comprando dólares para evitar que la cotización siguiera perdiendo pie frente al peso uruguayo y cayera por debajo de los $ 37 en el mercado mayorista.

La reacción fue rápida y el billete verde retornó la senda alcista en el mercado doméstico luego de algunas jornadas en que la menor disponibilidad de pesos llevó a que los agentes se volcaran a vender dólares para cumplir con distintos pagos y vencimientos. Ese movimiento tampoco estuvo ajeno al debilitamiento pasajero que tuvo la moneda a nivel internacional en diciembre. En ese período casi todas las monedas latinoamericanas tuvieron un comportamiento al alza respecto al dólar. Durante la última sesión del año pasado la divisa se negoció en promedio a $ 37,336 en el interbancario con una suba de 0,47%.

En buena parte de 2019 el Central intervino en el mercado, pero vendiendo US$ 1.587 millones para evitar subas pronunciadas en días de mucha volatilidad, que mayormente estuvo alimentada por la devaluación y el ruido de las elecciones presidenciales en Argentina. En todo el año las ventas netas fueron por US$ 1.040 millones si se toma en cuenta que hubo compras por US$ 547 millones. La autoridad monetaria también empleó otros instrumentos, como fue la recompra de deuda en pesos por US$ 458 millones para suavizar la presión alcista en el corto plazo.

“Uruguay tiene un tipo de cambio flotante que es una bendición, pero flotante no quiere decir que lo dejamos sumergir o que lo dejemos dispararse como un cohete cuando hay presiones excesivas al alza. Estemos todos tranquilos. Va a seguir la evolución que dicten los fundamentos”, había dicho Graña en mayo pasado durante un almuerzo de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM).

Más cercano en el tiempo el titular del BCU volvió a referirse al tema y en especial a lo que los analistas llaman atraso cambiario. En el último foro de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) argumentó que si se ve la evolución de la moneda en el último año se puede ver que no hay un problema de atraso cambiario en Uruguay.

“Dicho sea de paso desde el punto de vista técnico un concepto así no existe. Sí nos gusta hablar de tipo de cambio real y en los últimos dos años Uruguay ha mostrado una evolución en términos de competitividad del sector externo mejor que la de prácticamente todos los países, con excepción de Argentina, que está fuera de concurso” apuntó en la oportunidad. 

La divisa cerró el 2019 en el mercado local a $ 37,4, un alza nominal de 15,4 % respecto al valor que tenía al terminar el año 2018 ($ 32,4). Se trata de la mayor suba anual desde 2015 cuando había trepado 22,5%.

El economista Aldo Lema escribió en su cuenta de Twitter que el alza del tipo de cambio real fue bastante menor, en torno a 5%, dada la inflación interna (cerca de 9%) y la deflación en dólares importada.

Perspectivas

En el corto y mediano plazo los pronósticos apuntan a que la divisa siga fortaleciéndose pese a la pausa observada en las últimas semanas. La última encuesta de Expectativas Económicas del BCU publicada en diciembre sitúa al tipo de cambio en $ 41,45 para el cierre de 2020, y en la franja de $ 45 en un horizonte de 24 meses, según la mediana de las respuestas. En esta consulta participaron Equipos Mori, Integración Afap, Iecon, Itaú, Puente y Santander.

A nivel global nada hace pensar en un debilitamiento del billete verde y en el vecindario el panorama es similar. Hay que tener en cuenta el buen desempeño que muestra la economía de Estados Unidos y el inminente acuerdo entre ese país con China para poner paños fríos a la guerra de aranceles.  Todos esos elementos juegan a favor de una moneda fuerte.  Y aunque la Reserva Federal está bajando las tasas, un camino similar está recorriendo otros bancos centrales del mundo. A nivel regional la incertidumbre sigue siendo una palabra de todos los días, principalmente por  los problemas que persisten al otro lado del charco, donde la economía no encuentra rumbo y la volatilidad de los mercados sigue vigente.

 

 

 

 

 

 

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