El Pantanoso inundó los asentamientos

La ventolera sacudió los ranchos que están sobre el arroyo Pantanoso minutos después de la medianoche. A la hora 2 de ayer, arrancó los primeros techos. A cielo abierto quedó una pareja con tres hijos, de uno, dos y tres años.

Cuando amaneció, la mujer, de 33 años, le pidió a una vecina para resguardar a las criaturas en su casa. Luego llegó una camioneta y los trasladó hacia lo de los padres de la mujer.

Junto al viento, vino el agua. Al mediodía, el Pantanoso se escurrió hasta las tres piezas del rancho y arrasó con calcetines, zapatos y colchones. También golpeó la puerta y entró en decenas de otras construcciones que están a sus orillas. “Nunca había crecido tanto, ni siquiera cuando el temporal de 2005”, dijo Luisa Pedruzzi, una de las vecinas que vive en el asentamiento Tobogán, en una de las laderas del arroyo. El agua, anoche, amenazaba su hogar. En la casa de al lado, un hombre trepado al techo martillaba y ataba con alambre las chapas.

El municipio A, en coordinación con la Intendencia de Montevideo y el Centro de Coordinación de Emergencia Departamental (Cecoed), evacuó a unas 150 personas que se quedaron sin techo o con el agua por los tobillos. La mayoría viven a orillas del Pantanoso, en los asentamientos Tobogán y Causeglia. Otros en el Cerro, La Teja y Paso de la Arena. Se trata de una de las zonas más afectadas por el temporal.

Los damnificados están alojados en el Mercado Victoria, junto a la sede del municipio, en el refugio del Mides de la zona y La Casilla, un local propiedad de las Hermanas Franciscanas. Todos tienen buen estado de salud, informó Gabriel Otero, alcalde del municipio A, a El Observador.