La empresa asiática Royole logró lo que Samsung o Huawei también están buscando desde hace rato: el primer móvil flexible. Este dispositivo cuenta con una pantalla de hasta 7,8 pulgadas y es capaz de doblarse sin perder funcionalidades.
Este nuevo teléfono llegará al mercado norteamericano en diciembre y marca una nueva senda en el sector de la telefonía móvil.
El problema del transporte de los smartphones se incrementó a medida que las empresas de telefonía aumentaron el tamaño de las pantallas; en respuesta, redujeron los marcos y bordes para conservar un tamaño compacto.
Sin embargo, esta particular firma fundada por investigadores de la Universidad de Standford en 2012 fue la encargada de crear un dispositivo móvil cuya pantalla es liviana y flexible. “Una vez doblado tiene las dimensiones de un móvil normal pero con un excesivo grosor”, explicaron en un comunicado. Estirado parece una tableta. Según sus diseñadores se puede doblar más de 200.000 veces sin romperse.
A nivel técnico, el modelo cuenta con especificaciones altas que pueden rivalizar con otros rivales. Dispone de doble cámara trasera de 16 y 20 megapixeles: el motor del dispositivo es el microchip Snapdragon 855, con 6 GB de RAM y hasta 128GB de almacenamiento. Hay una versión más avanzada de 8 GB de RAM con y 512GB de almacenamiento. Tiene puerto para auriculares y USB-C.
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