El rey Guillermo de Holanda lleva dos décadas pilotando aviones de KLM de incógnito
El monarca aseguró que dos veces al mes trabaja como copiloto de vuelos comerciales
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19 de mayo de 2017 a las 08:35
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Próximamente el monarca aprenderá a volar un Boeing 737, que mantiene distancias más largas. Guillermo quiere "viajar con pasajeros a destinos lejanos",y podrá copilotar también el nuevo avión oficial, señaló el diario oficial.
El rey Guillermo de Holanda pilotea de incógnito vuelos comerciales de la aerolínea holandesa KLM, según apuntó una nota del diario español El País.
La pasión por el vuelo del monarca se origina en su juventud y tiene licencia oficial. El viaje más reciente lo hizo en un avión modelo Cityhopper, especializado en cubrir hasta 54 rutas europeas.
"Es una afición en la que debo concentrarme por completo. Son los mandos del avión, la tripulación y los pasajeros, una gran responsabilidad. Tus problemas no caben en la cabina. Toda tu atención está en el vuelo, y eso para mí es lo más relajante", dijo Guillermo al diario holandés De Telegraaf.
El esposo de Máxima de Holanda admite que algunos viajeros han reconocido su voz en la megafonía interna, pese a que nunca se presenta "Siempre hablo en nombre del capitán, pero las cosas han cambiado mucho desde los atentados del 11S en Estados Unidos", aseguró.
"Antes, la cabina permanecía abierta a menudo, la gente echaba un vistazo, y ahí, cuando me veían, era una sorpresa agradable". Desde entonces hay menos contacto entre él y los pasajeros.
La pasión por el vuelo del monarca se origina en su juventud y tiene licencia oficial. El viaje más reciente lo hizo en un avión modelo Cityhopper, especializado en cubrir hasta 54 rutas europeas.
"Es una afición en la que debo concentrarme por completo. Son los mandos del avión, la tripulación y los pasajeros, una gran responsabilidad. Tus problemas no caben en la cabina. Toda tu atención está en el vuelo, y eso para mí es lo más relajante", dijo Guillermo al diario holandés De Telegraaf.
El esposo de Máxima de Holanda admite que algunos viajeros han reconocido su voz en la megafonía interna, pese a que nunca se presenta "Siempre hablo en nombre del capitán, pero las cosas han cambiado mucho desde los atentados del 11S en Estados Unidos", aseguró.
"Antes, la cabina permanecía abierta a menudo, la gente echaba un vistazo, y ahí, cuando me veían, era una sorpresa agradable". Desde entonces hay menos contacto entre él y los pasajeros.
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