C. Dos Santos

El Tanque, entre medias rotas y la lucha por el peso

En El Tanque todo es a pulmón y hay que respetar dos reglas básicas de Freddy Varela

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31 de julio de 2017 a las 05:00

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Allá a la distancia Javier Lemos miraba y no lo podía creer. Allá, corriendo detrás de la pelota, veía a un tipo con un short verde, otro rojo, y hasta alguno negro. Jugadores con remeras multicolores. Debe haber pensado: "¡Dónde me metí!"

Corría el año 2010. El Tanque Sisley recién volvía a Primera. Y las carencias abundaban. No había ropa de entrenamiento, escasos materiales, se entrenaba en canchas en malas condiciones. "Parecía un equipo de libres, era medio chocante ver jugadores con shorts todos distintos. Cada uno traía su ropa", recordó.

¡Qué le van a contar a Javier de pelear el peso! En la utilería de El Tanque Sisley las vivió todas. Las lágrimas de un descenso y la emoción del retorno. Su primer viaje en avión. Las carencias y la humildad de jugadores que saben al lugar a dónde van. No hay camperas de abrigo, escasean las pelotas en buenas condiciones y se entrena con alguna media con agujeros. Pero existe lo que no puede faltar en un vestuario: solidaridad.

Lemos lleva siete años en la utilería de El Tanque Sisley. Alguna que otra noche volvió a su casa sin un peso en el bolsillo. Pero sigue el firme. La pelea continúa.

El hombre trabajaba en Juventud de Las Piedras, club que por aquellos tiempos militaba en la B y al que llegó para colaborar con el equipier. Se quedó tres años. Mirando y escuchando a un veterano que era el encargado y fue aprendiendo pequeños secretos del ambiente.
"Al principio me costó. De afuera parece fácil, pero esto tiene sus secretos y día a día vas aprendiendo", acotó en charla con Referí.

En determinado momento Lemos recibió un llamado y una propuesta para hacerse cargo de la utilería de El Tanque Sisley. Aceptó el reto. Pero apenas llegó, notó las diferencias.
"Había carencias, se estaba agrupando y armando todo lo que conlleva un equipo de Primera. No tenían ropa para entrenar, había pocos materiales. Me chocó un poco", rememoró. Pero afirmó que lentamente las cosas se fueron acomodando.

Ojo con la camiseta

El cuadro se puso en rodaje. Al inicio de la temporada apareció en escena el presidente Freddy Varela que con su particular estilo le marcó a Javier dos especies de leyes del club: las pelotas se cuidan y las camisetas no se cambian.

"El presidente cuida mucho las camisetas y yo soy el que viene atrás de él. Luego del último partido se la llevan todos, pero en competencia se trata de que no cambien porque se desarman los juegos. Además los jugadores quieren jugar con el mismo número todo el año y es complicado reponerlas. Cuando arranca la temporada me agarra Varela y me dice: 'Cuidame las camisetas y las pelotas'; con lo demás la vamos llevando pero en ese tema no negocia", contó Lemos.

Y Javier pasa el recado a los jugadores: "Siempre les digo que con las camisetas aguanten hasta el final de la temporada porque no hay abundancia, se trabaja con lo que hay. Me pasó de jugadores que cambiaron y quedaron con una camiseta sola. Alguna vez fui a la cancha con una sola camiseta y es mucho riesgo".

Los jugadores de El Tanque son héroes en muchos casos anónimos. La pelean en desventaja, con carencias. A modo de ejemplo, como pasa en otros equipos, los jugadores no tienen la ropa de invierno adecuada. Se tiene un buzo para entrenar y una camperita de lluvia. Camperones de invierno solo tiene el cuerpo técnico.

"Si vamos al Estadio un día de frío nos abrigamos con lo que tenemos, pero la sacamos. Acá es sufrida, seguro. El tema de la ropa es sufrida y más ahora en invierno que hay que lavar, secar y es un montón de ropa. Pero se sale adelante", acota Lemos.
Y por ahí pasa la cosa. Una especie de "al mal tiempo, buena cara".

Se asume una especie de compromiso que no se firma pero que asimila con algo más importante: la palabra. Hay carencias, pero se deja todo en la cancha.
"Acá es una pelea entre todos, los jugadores siempre nos están preguntando si necesitamos algo. El tema de la plata en los equipos chicos es bravo. Pero se le pone el hombro. Conociendo como es el tema uno espera un poco más porque a la larga o a la corta la plata siempre aparece", reconoce el equipier del elenco fusionado.

De la B a la Copa

En el año 2013 El Tanque pareció vivir un sueño. El humilde club llegó a jugar la Copa Sudamericana. Y a Javier le tocó hacer su primer viaje. "Nunca había subido a un avión y fui con unos nervios tremendos. Aparte íbamos a Chile, había que atravesar la cordillera", cuenta entre risas.
Javier recuerda que en el partido con Colo Colo lo sufrió con gran nerviosismo.

"Era un día de lluvia. Cuando los jugadores vuelven en el entretiempo hicimos un cambio de ropa a todos y se me entreveró el tema con el short de Santi Lammana", comenzó diciendo el utilero.
"Me puse nervioso y salió con un número cambiado. Le pusimos un leuco para taparlo pero con la lluvia se le salió", rememoró .

Vestuario solidario

Y acota un detalle del vestuario: "Hay mucho gesto solidario. Cuando los jugadores reciben premios por partidos ganados colaboran con nosotros y siempre están todos a la orden. Nunca pedí nada, pero si lo planteo no hay problemas, sale de ellos darme dinero porque acá se vive de esa manera".
Por eso Javier reconoce que le choca cuando se encuentra por la calle con muchachos a los que vio jugar y abandonaron el fútbol.

"Me pega eso de ver muchachos que tuvieron que abandonar el fútbol por tener que salir a trabajar para llevar el pan a la casa y se les terminó la carrera", admite. Y luego dice que actualmente en el plantel hay jugadores que trabajan.

"Sí claro, acá hay otros jugadores que tienen otras tareas para complementar. No es fácil. Acá a veces escucho comentar que están cansados porque tuvieron que hacer otro trabajo antes de la práctica. Como también de ayudar a algún compañero a pagar la luz o el alquiler, y yo las vivo acá. Llegan los comentarios, pero se le pone el hombro y se sale".

Por eso Lemos no duda a la hora de tener que brindarle un mensaje al jugador que mañana pueda llegar al club.
"Le digo que acá tiramos todos para el mismo lado. Acá se viene a pelear el peso, a pelear todo. Los que estamos en el ambiente ya sabemos. Hay carencias como debe haber en todos los equipos pero solucionables o emparchables. Para jugar acá hay que tener hambre, es un requisito. El primero de todos. Hay cosas que a veces incomodan, pero uno lo levanta al otro y se sale. Acá se sale".

Anécdotas

¿Y los zapatos?

Javier Lemos contó lo peor que le pasó en estos años como utilero. "Una vez me olvidé de los zapatos de un jugador el día de un partido. Ese es un error que no se puede cometer. Imaginate, 18 jugadores a los que les llevamos dos o tres pares de zapatos a cada uno, es una locura. Pero bueno, no debe ocurrir el error, pero puede pasar... Y viene el jugador a pedirme los zapatos y cuando me los pidió ya me di cuenta que no los tenía. La piloteamos hasta que le conseguimos unos prestados y jugó con esos".

El capitán Aparicio

"Todos los capitanes fueron buenos referentes, la verdad. Cuando llegué en la primera época estaba Aparicio. Caué (Fernández) cuando ascendimos, Juan Péndola a lo último y Pablo Lima. Con el Apa (Andrés Aparicio) pasamos varias. En 2010 cuando el equipo subió recién se estaba rearmando y era un cambio grande. Cargábamos cosas en la camioneta del Apa para llevarlas a las canchas. Siempre estaba arengando, contagiaba".

A matear

El utilero de El Tanque Sisley revela que "los primeros en llegar a los entrenamientos son Dadomo y Nico Díaz . Vienen y tomamos unos mates en la utilería y siempre se habla sobre cómo vienen las cosas. Muchos jugadores, sin que yo les pida, me preguntan si preciso plata".


Acuerdo

El Tanque Sisley procura cerrar un acuerdo para brindar a sus divisiones formativas mejores condiciones para entrenar. El gerente deportivo, Walter Surraco, reveló a Referí que se busca contar con un complejo deportivo: "Estamos trabajando con una serie de empresas que nos permitan contar con un complejo deportivo, brindar ropa, materiales como pelotas y un dinero mensual para respaldar a las divisiones juveniles del club".
Por su parte Martín Pereira, dirigente de juveniles, acotó: "Acá es todo a pulmón y se está procurando cerrar un acuerdo con algunos espónsor para que los chiquilines tengan un lugar fijo a donde poder entrenar".

San Cono

El utilero de El Tanque Sisley reveló que hay varios integrantes del plantel que son creyentes. En el vestuario no hay imágenes de santos ni vírgenes. Pero el hecho de jugar como locales en Florida identificó a varios con San Cono. "Muchos jugadores estaban con el tema de San Cono y a veces pedían la camiseta para llevarla", dijo Javier. El Tanque diseñó una camiseta que tenía la imagen del santo.

La moto de Helha

"Cuando llegué estaba el camerunés Antoine Helha, iba y venía en moto. Un fenómeno. Tomaba mate, era un uruguayo más, se hacía entender lo más bien. Me acuerdo que sufría mucho del frío, andaba con un termito siempre aparte y lo llevaba a las canchas porque se siente el frío".

La bohemia del Tola

"El Tola (Antúnez, el actual DT) es muy bohemio, no tranca para nada. Me acuerdo de las charlas de los entretiempos que son muy buenas. Yo estoy ahí por si me precisan para algo y soy testigo de las charlas. Siempre te sorprende con algo. El Tola sabe lo que no tenemos, se da cuenta y sabe en el lugar dónde estamos. No presiona en mi trabajo, mientras estén las cosas mínimas y esenciales, se trabaja".


Humildad

Javier destaca la humildad y la forma en que se adaptan al club los jugadores con recorrido que fueron incorporados. Y habla del último caso, Claudio Dadomo. "Es gente que ha jugado en otros lugares, en equipos grandes, uno aprende de ellos en la forma en que se comportan, cómo se manejan. Son gente que, pese a su tremenda trayectoria, son muy humildes. Uno por ahí se hace una imagen y dice: 'Pah, este jugó en tal lado y acá no podemos darle las comodidades'. Pero cero problema, se le da lo que hay, hasta una media rota, porque la media rota no falta nunca. Se sabe que lo que hay acá es lo que hay, no hay más nada y siempre ponen voluntad". El utilero del elenco fusionado también menciona al brasileño Anderson Silva, "un jugador que estuvo por Europa y que acá es uno más, no pide nada más allá de lo que hay. Esa gente hay que valorarla", concluyó Javier Lemos.

Los zapatos

"En algunos casos, algún pedido especial de algún jugador se los limpio. Pero el tema es que no pasa solo por limpiarlos, sino que hay que llevarlos a las canchas y no tenemos la infraestructura para hacerlo. Entonces cada jugador se lleva sus zapatos".

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