El videojuego como excusa matemática

Un una mesa, un nene con cantito del interior le dice a otros dos muy concentrados: “No es 200, ¿ya pusieron 200?”. En otra mesa, una niña de colita roja dibuja alguna figura geométrica y afirma: “Un metro de cartulina”.

La primera Olimpíada de Matemática para niños del Plan Ceibal se celebró el martes pasado en el LATU, con 144 niños de 5º y 6º año de escuela de todo el país.

La competencia se realizaba en la plataforma del videojuego Los Cazaproblemas, que fue bajado más de 150.000 veces en 30 días, situación que superó las expectativas del Plan Ceibal. El mismo se puede descargar gratis en www.cazaproblemas.com y está destinado, sobre todo, a niños de los últimos años de escuela.

En la Olimpíada, ellos debían resolver 100 problemas, en equipos de a tres, en una sección del juego titulada “La academia”. En una primera instancia participaron 22.000 niños, pero solo los que obtuvieron los mejores puntajes en la resolución de estos problemas en el menor número de intentos, clasificaron al llamado Torneo de Campeones en el LATU.

Como la incorporación del Plan Ceibal en las casas de los niños y el uso de internet (que supone un costo aparte) van por caminos distintos, para jugar a Los Cazaproblemas no es necesario estar conectado. Los puntos se guardan en las máquinas y se suben a la web los resultados de cada trío de niños inscriptos cuando acercan sus ceibalitas a un lugar con conexión.

Uno de los fines de esta actividad es tomar a favor la vinculación que el niño trae con el videojuego para que la aplique a la matemática, contó Cecilia De la Paz, jefa del área de contenidos de Plan Ceibal.

A su vez, buscan desmitificar que los problemas de matemáticas deben resolverse en soledad: este tipo de actividades, al ser obligatoriamente grupales, destacan la complementariedad de los distintos perfiles al razonar un problema.

Si bien los premios para los ganadores de la Olimpíada de Matemática iban desde tabletas y home theaters hasta mouses y parlantes, para De la Paz la cantidad de descargas que tuvo el videojuego fue una prueba de que no era lo material lo que estaba moviendo a los niños.

El día del torneo
En el salón se sentían las voces bajitas de los niños de todos los puntos del país.

Derivaban en un murmullo en el que, con atención, como podría hacerse con la música cuando el oyente quiere separar el aporte de cada instrumento, se oían los diferentes tonos de Uruguay.

Es que los pequeños representaban a 48 escuelas de los 19 departamentos. Del total, dos de las escuelas eran rurales y otras dos eran privadas.

Algunas de las maestras esperaban afuera del edificio, bajo un gran árbol, mientras los niños resolvían diez ejercicios matemáticos correctamente con sus XO en menos de una hora.

“Yo les dije que ya están acá, que ya ganaron, que ahora disfruten”, contó una, en medio de una armonía de sobremesa de picnic.

En otro árbol, más alejado del edificio, se habían instalado los papás. Una madre del interior explicó: “En la escuela nos dijeron que ellos participaron por iniciativa propia, que no los iban a acompañar”.

Entonces, el único hombre de los árboles, un padre de un niño de Cerro Chato, acotó: “Hay maestros a los que no les importa el Plan Ceibal. Falta capacitación, pero no sabés si eso es un tema económico o solo un tema de falta de interés”.

Y continuó: “Las maestras no vinieron porque tienen que preparar a los otros niños para un tango. Pero no son nuestros tres hijos solos los que están compitiendo acá, es la escuela que queda representada. Esto no debería ser un tema político tampoco, esto es un tema de todos, que vino para quedarse”.

El juego
“Estamos en Terragrifus un mundo diferente donde se tiene en especial consideración a los que poseen habilidades para la resolución de problemas lógicos y matemáticos. Quienes resuelven estos problemas son llamados Cazaproblemas”, se explica en el Facebook del videojuego.

Con una colorida interfaz y simpáticos personajes encabezados por Aki, el juego transcurre entre problemas matemáticos y las historias de los pobladores de Terragrifus, a quienes hay que salvar.

Los Cazaproblemas fue creado por la empresa uruguaya Trojan Chicken, que integra la incubadora Ingenio dentro del LATU.