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En imágenes: el resumen de las crisis migratorias más impactantes de los últimos 10 años
Hoy, más de 80 millones de personas viven desplazadas a la fuerza, expulsadas de sus hogares por la violencia y la guerra. Algunas lo están dentro de su propio país, y otras han cruzado las fronteras para convertirse en refugiados.
Según constató la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), parte de estas poblaciones desplazadas viven sometidas a constantes abusos y carecen de necesidades básicas, en especial de atención médica, asilo, alimentación, agua y saneamiento.
En 1979, ya eran muchas las emergencias de este tipo a las que los médicos estaban respondiendo: actuaban en la región de Ogadén (disputada por Etiopía y Somalia), Tailandia (con poblaciones camboyanas) y Sudán (con refugiados de Eritrea). Ese número se multiplicó con el paso de los años.
En las últimas décadas, MSF asistió a poblaciones desplazadas y refugiadas en Siria y sus países vecinos (Jordania, Turquía, Líbano, Irak), así como también en Sudán, Nigeria, Chad, Myanmar, México, Europa, entre otros.
Esta selección fotográfica elaborada por la organización recorre algunos pasajes de las grandes crisis de refugiados, migrantes y desplazados de las últimas décadas que han ocurrido –o aún ocurren- en el mundo.
1. Campos de desplazados de Dar Sila, Chad, en junio de 2006.
Desde finales de 2005, el este de Chad, cerca de la frontera con Sudán, fue escenario de enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes chadianos. A esta situación, se sumó el conflicto entre Chad y las milicias armadas de Sudán, lo que provocó el ataque a aldeas y la muerte de civiles. La violencia se intensificó durante el segundo semestre de 2006, obligando a la población a huir de sus hogares. En el departamento de Dar Sila, el más afectado por el conflicto, más de la mitad de la población se estableció en campos para desplazados en condiciones insalubres alrededor de pueblos y aldeas como Goz Beida, Ade o Dogdoré Koukou, y esta es una ilustración de ese momento captada por un integrante de MSF.
2. Campo de refugiados de Kutupalong, Bangladesh, en agosto de 2009
La persecución que sufre la comunidad rohingya se remonta a varias décadas atrás. Esta minoría musulmana sufrió durante mucho tiempo discriminación y segregación dentro de Myanmar. En 1982, la Ley de Ciudadanía no les reconoció la nacionalidad y, al convertirlos en apátridas, los sometió a muchas restricciones. Por ejemplo, con el matrimonio, la planificación familiar, la educación y la libertad de movimiento. En la actualidad, después de una violenta campaña del ejército de Myanmar en el estado de Rakhine en 2017, unos 900 mil refugiados rohingya viven en Bangladesh y 154 mil en Malasia.
3. Campo de refugiados de Domiz, Irak, en octubre de 2012
El campo de refugiados de Domiz, en Irak, se estableció a principios de 2012 en la región kurda de Irak, cerca de la ciudad de Dohuk. En octubre de 2012, albergó a casi 15 mil refugiados sirios de origen kurdo. Durante ese período, la organización MSF actuó como asesor sanitario, ofreciendo consultas médicas, atención de salud mental y capacitaciones para el personal sanitario.
4. Campo de refugiados de Doro, Sudán del Sur, en noviembre de 2012
Desde finales de 2011, el distrito de Maban, en Sudán del Sur, experimentó una gran afluencia de refugiados que huían del conflicto del país vecino, Sudán. En la foto, personal sanitario de MSF examina a un niño con malaria. El niño estaba en estado grave cuando ingresó, pero después de algunos días, su condición mejoró.
5. Campo de refugiados de Harmanli, Bulgaria, en diciembre de 2012
Una persona mayor, vestida con ropa tradicional kurda, es una solicitante de asilo alojada en el campo de refugiados de Harmanli, una antigua instalación militar en Bulgaria. En 2012, cerca de 10 mil migrantes, la mayor parte de ellos provenientes de Siria, llegaron a Bulgaria. En muchos casos fueron familias enteras que huían de la guerra y que llegaron exhaustas tras lograr sortear los controles fronterizos a lo largo de la frontera entre Bulgaria y Turquía. Los médicos intervinieron para responder a la falta de servicios de salud esenciales.
6. Huir de la violencia en República Centroafricana, en enero de 2014
A principios de diciembre de 2013, todos los habitantes la ciudad de Bossangoa, en República Centroafricana, se refugiaron en dos campos de desplazados mientras se acentuaba la escalada de violencia entre grupos armados. Así, en uno de los campos se concentraron 30 mil civiles cristianos amenazados por la milicia Séléka, mientras que en el otro campo había 8 mil musulmanes atentos a los ataques de la milicia anti-Balaka. Médicos Sin Fronteras empezó sus actividades de emergencia en Bossangoa en mayo de 2013, cuando sucesivos estallidos de violencia forzaron a miles de personas a abandonar sus hogares y a buscar refugio en campos improvisados.
7. Campo de desplazados en Al Mazraq, Yemen, en febrero de 2013
El campo de Al Mazraq se estableció en 2009 para recibir a miles de personas que huían de los combates entre las tropas gubernamentales y las fuerzas Houthi en la provincia de Saada, Yemen. En la actualidad, el conflicto que existe en el país no muestra señales de haberse calmado, a pesar de la propagación del coronavirus. Ante esta situación, muchas personas más se quedaron sin atención médica, ya que la pandemia hizo colapsar las pocas áreas que aún funcionaban en la ya casi paralizada sanidad. Allí, la organización de médicos gestiona 12 hospitales y centros médicos.
8. Forzados a huir del Triángulo Norte de Centroamérica, en junio de 2014
Cada año, miles de personas atraviesan la frontera de México con destino a Estados Unidos. La mayor parte de estas personas proviene de países centroamericanos, como Honduras, Guatemala y El Salvador, buscando mejores condiciones de vida para ellos y sus familias. Durante su tránsito se enfrentan con múltiples dificultades y algunas situaciones de violencia. La fotografía muestra un complicado pasaje que tienen los migrantes que escapan de sus países para probar suerte en tierras norteamericanas.
9. Crisis migratoria en el Mediterráneo, en agosto de 2015
En la imagen, uno de los barcos de MSF, el Bourbon Argos, interviene en una operación de salvamento en agosto de 2015. La actividad responde a una búsqueda llevada a cabo en el mar Mediterráneo, en decenas de barcos, para rescatar a personas ahogadas en el mar.
10. Atrapados en las islas griegas, en mayo de 2018
En la fotografía, se muestran chalecos salvavidas que fueron dejados atrás por los migrantes que llegaron a la isla de Lesbos, en Grecia, en mayo de 2018. En la actualidad, existen, según MSF, alrededor de 10 mil personas retenidas en los cinco Centros de Recepción e Identificación en las islas griegas del Egeo: Lesbos, Quíos, Samos, Kos y Leros. La organización pide a la Comisión Europea, Grecia y otros estado flexibilizar sus políticas migratorias para dar asilo a refugiados y evitar las deportaciones.
11. Centros de detención en Libia, en junio de 2019
Un grupo de refugiados mira a través del hueco de una puerta en el centro de detención de Zintan. En Libia, la organización de médicos trabaja desde 2016 en centros de detención, donde brinda atención médica primaria y apoyo psicosocial a personas recluidas. Los equipos también identifican a las personas vulnerables y derivan a aquellos pacientes que requieren atención especializada a hospitales, asegura MSF.
12. Desplazados internos en el “cinturón medio” de Nigeria, en junio de 2020
Una mujer joven cocina una cena para su familia en una zona al aire libre en el campo para desplazados de Abagana, Nigeria. Los estados del "cinturón medio" de Nigeria -Adamawa, Benue, Kaduna, Plateau, Nasarawa y Tarabaalbergan- albergan el mayor número de desplazados internos en el país, fuera del noreste. La mayoría de estas personas fueron desarraigadas por el llamado conflicto de los "agricultores-pastores". En su mayoría agricultores, los habitantes viven en un campos, asentamientos informales o residen con familias de la comunidad, ya asentadas en la zona.
13. Atravesar el Darién, la selva entre Colombia y Panamá, en junio de 2021
El impacto que la pandemia de covid-19 ha tenido en la economía sudamericana es un factor más que empuja a miles de migrantes, principalmente haitianos, pero también cubanos, venezolanos y extracontinentales, a cruzar la jungla del Darién, un tramo de 97 kilómetros sin caminos que proporciona la única ruta terrestre al norte de América del Sur. Una de las afecciones más comunes que presentan los migrantes al llegar a Bajo Chiquito, el primer pueblo tras cruzar el Darién, es el daño en los pies tras días caminando en una selva tropical, en la que arriesgan la vida sorteando montañas y precipicios, barro y caídas continuas o súbitas crecidas de ríos, a lo que se suma la presencia de grupos criminales.
