Jana Rodríguez Hertz, la primera mujer grado 5 de Matemática contó la semana pasada a través de Twitter lo que denominó "15 años de abuso en UdelaR".
Aunque lo primero que narró fue una situación de acoso sexual en referencia al académico Jorge Lewowicz –ya fallecido–, la matemática aseguró que fue víctima de acoso laboral por “todo el departamento de matemática” durante 15 años. Según denunció en la red social, “en los primeros 5 años, el 90% del departamento de matemática” no la saludaba a ella ni a su esposo y le “daban el doble de tarea que al resto sin ninguna justificación”.
La psicóloga investigadora en mobbing y bullying, Silvana Giachero, se comunicó con Rodríguez Hertz, siguió el caso y las declaraciones de la decana de la Facultad de Ingeniería, María Simón. Según la especialista, allí está la prueba del mobbing.
"El caso de Jana se dispara con una situación puntual de acoso sexual, que generalmente es lo que horroriza a la gente", explicó en diálogo con El Observador. Sin embargo, dijo que el mobbing es más grave por la dinámica de perpetuidad que se genera en el ambiente de trabajo. "Para el mobbing no hay una ley, todo el mundo se suma, es perpetua, y se convierte en una dinámica perversa". Además, afirmó que según investigaciones, casi el 99% de los casos de acoso sexual terminan en mobbing.
Por definición, el mobbing es el acoso psicológico laboral perpetuo, con la intencionalidad de destruir al trabajador.
En el caso de Rodríguez Hertz, la especialista señaló que los celos y la envidia profesional fueron los disparadores de las situaciones que detalló: no saludarla, llenarla de tareas. "Todo lo que relata está dentro de los 60 ítems de acoso laboral del test de Leymann que está avalado internacionalmente".
En diálogo con el portal Uypress, María Simón dijo que "se trató de asuntos de carácter profesional; no hubo denuncias ni planteamientos sobre acoso en aquel momento". Además, concluyó sus apreciaciones resaltando el "excelente" ambiente de trabajo actual en el Instituto de Matemática: "Queda decir que en el Instituto de Matemática actual, a pesar de las tareas sobrecargadas e incluso de un espacio insuficiente, hay un excelente ambiente de trabajo y una nueva generación de matemáticos de gran nivel".
Para Giachero, en estas declaraciones en realidad se sugiere que "se fue la loca del conflicto". "En la fase final se da la exclusión del chivo expiatorio, que tiene una doble función: ser el culpable de todos los males del grupo, y una vez que se va se arregla todo y se lleva los problemas", especificó.
La matemática nombró a integrantes del Instituto de Matemática y Estadística Rafael Laguardia (IMERL) como Marcelo Cerminara, administrador de la red, y a Martín Sambarino, actual grado 5, y los acusó de presionar a su esposo y a su hermano para que se "despegaran" de ella en el ámbito académico. Cerminara dijo a El Observador que el relato “es un delirio”, y la calificó como una “mentirosa patológica” y “psicótica”. Giachero analizó estas declaraciones y dijo que son pruebas que se suman a la denuncia. "Acusar de loca mentirosa y psicótica es la frutilla del postre. La fase final de la desesperación es dar vuelta la situación acusando a quien denuncia mobbing de ser ella la victimaria".
Por su parte, el anterior rector de Universidad de la República, Roberto Markarian, dijo a El Observador que el problema se debió a “celos profesionales, pero de ninguna manera a un problema de acoso”. Según sostuvo, el problema se saldó “desde el punto de vista formal” entre abril y noviembre de 2004.
Además, mencionó que el esposo de Rodríguez Hertz fue director del Instituto desde el año 2010 hasta el 2014. “Mal se puede decir que se está persiguiendo a alguien cuando se lo nombra director del aparato donde se produce la persecución”, agregó.
El exrector también se refirió a las primeras acusaciones de Rodríguez Hertz sobre las intenciones sexuales de Lewowicz: “¿Qué quiere decir 'tener ganas'? Tener ganas es una afirmación totalmente subjetiva, de uno y de otro, del que se siente que le tienen ganas y del que tiene ganas. Esa es toda la acusación que hay”, declaró.
"La fase final de la desesperación es dar vuelta la situación acusando a quien denuncia mobbing de ser ella el victimario", Silvana Giachero, experta en mobbing
La especialista comentó que en Uruguay se habla poco de mobbing porque de estas dinámicas "participan muchas personas" y hay situaciones de poder que complican las denuncias. "Las dinámicas de mobbing son sostenidas en el tiempo, repetitivas y sistemáticas, hace que todos se sumen por acción u omisión. Como todos formamos parte de estas dinámicas, la gente no quiere hablar del tema, es asumir la responsabilidad de que en algún momento de mi vida me sumé a un grupo para destruir a una persona porque creía que se lo merecía", puntualizó.
Según Giachero, la coyuntura de Uruguay no da para hacer una denuncia de mobbing, porque el proceso de revictimizacion "es terrible". "Lo que aconsejo a las victimas es curar el daño, porque el mobbing genera estrés postraumático. Que comience a buscar trabajo, que la acompañen en ese proceso y una vez que consiga el trabajo se vaya".
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá