Fernando Cabrera al alcance de la mano

La intimidad y proximidad serán los criterios reinantes. Mañana y los demás miércoles de noviembre, el cantautor Fernando Cabrera tomará el sótano de Paullier y Guaná como escenario y presentará un espectáculo en el que integrará temas propios con creaciones de otros artistas.

El recital, señala, incluirá reversiones de temas de Eduardo Mateo y Eduardo Darnauchans, así como canciones de sus propios discos tempranos. "Hay canciones que hace 30 años que no canto, mis primeras canciones. Hace semanas, días, me propuse volver a hacerlas para ver qué pasaba. Tenía la duda legítima de que estuvieran fuera de foco", comentó Cabrera en entrevista con El Observador TV.

Sin embargo, tras interpretarlas en conciertos en Argentina, el cantautor corroboró la vitalidad de aquellas obras que marcaron el inicio de su repertorio. "En Argentina, que no las conocen, pasan por canciones nuevas, y fueron tremendamente bien recibidas. Yo las hago distintas porque no soy el mismo guitarrista de hace 30 años ni el mismo cantor, he tenido muchas modificaciones. Ahora me siento yo también como si fueran canciones nuevas", agregó el artista.

Tras realizar un recorrido por los grandes hitos de su carrera, que comenzó con el LP MonTRESvideo (1981), Cabrera comentó sus nuevos proyectos, que incluyen la dirección artística de un homenaje al 80 aniversario de nacimiento de Alfredo Zitarrosa y un nuevo disco en vivo a lanzarse en noviembre o diciembre, con interpretaciones de temas de Mateo y Darnauchans realizadas en El Galpón.

Sobre el desconocimiento o desinterés popular que pueda darse en torno a ambos artistas, en especial entre las nuevas generaciones, Cabrera se niega a proyectar las culpas. "Es un latiguillo esto de decir: '¡Qué ingrato es Uruguay, cómo le pega a sus artistas!'. También hay que recordar que quizá ellos no fueron los mejores amigos de sí mismos. Mateo nunca hizo algo sencillo, nunca se facilitó las cosas, él fue un músico radical. En el caso de Darnauchans, él también participó de las complicaciones de su vida, no es solo que la sociedad le pegó", sostuvo.

No obstante, Cabrera agradeció la posibilidad personal de trascender las generaciones, identificando además una preocupación activa por acercarse a nuevos públicos. "Yo podría presentarme con bandoneones, violines, con cosas que hoy la oreja joven ya rechaza. Adoro esos instrumentos pero, ¿qué hay en las orejas de hoy? Es responsabilidad del artista manejarse con los elementos del lenguaje contemporáneo"