La reconciliación entre sus hijos y herederos políticos, Keiko y Kenji, asoma como la primera tarea que debe emprender el exmandatario peruano Alberto
Fujimori, tras recuperar su libertad gracias a un controvertido indulto concedido por el presidente Pedro Pablo Kuczynski.
El futuro del partido fujimorista Fuerza Popular, principal fuerza política de Perú, se halla en manos del patriarca del clan, de 79 años, quien en setiembre había dicho –aún en la cárcel– que deseaba morir con la tranquilidad de ver unidos a sus hijos, que tienen grandes desacuerdos.
"Se reunirá con los hijos enfrentados; él dijo que quería amistarlos. Ahora lo que ocurrirá es una suerte de intento del padre de componer los líos de familia", señaló el analista político Fernando Tuesta al describir lo que estima serán los pasos iniciales del exgobernante.
Keiko, de 41 años y dos veces candidata presidencial, lidera el partido y el ala dura del fujimorismo. En tanto que Kenji, de 37 años y el legislador más votado de Perú, encabeza el sector pragmático, que buscó un entendimiento con Kuczynski y fue aparentemente el negociador del indulto.
Existe consenso en que Alberto Fujimori está ante dos escenarios: reconciliación familiar o ruptura entre los hermanos, con el consecuente debilitamiento del partido. La herencia no es de poca monta: el fujimorismo representa más de un tercio del electorado.
"Si Keiko no acepta los reclamos de su hermano, como depurar a los dirigentes y congresistas que criticaron a él y a su padre, la posibilidad de una ruptura es alta", enfatizó Tuesta.
Las diferencias entre los hermanos fueron notorias desde el inicio del
gobierno de Kuczynski, en julio de 2016. Kenji asumió una posición rebelde respecto a la cúpula del partido que ayudó a fundar en 2010 con su hermana.
El enfrentamiento alcanzó su punto más crítico cuando se hizo evidente la estrategia de Kenji de cooperar con Kuczynski para impulsar el indulto a su padre.
Ello le valió una sanción disciplinaria del partido, que aplicó la estrategia de Keiko de priorizar la vía judicial para liberar al padre, una fórmula inviable que buscaba fortalecer el liderazgo de la hermana mayor y aislar a Kenji.
En esta suerte de telenovela familiar y política, Kenji contó con el apoyo del padre y la guardia vieja del fujimorismo.
En los últimos diez días los hermanos visitaron a su padre por separado en la clínica Centenario Peruano Japonesa.
"Es un problema el clan: dos hijos en política al mismo tiempo puede ser una ventaja. Pero, ¿cuál es el bueno y cuál el malo? En cierto modo, es una debilidad", señaló a su vez el analista político Mirko Lauer.
Fujimori contiúa internado desde el pasado 23 de diciembre debido a una hipotensión y una arritmia cardíaca. Kuczynski lo indultó por razones "humanitarias", entre rumores de un acuerdo político con Kenji para que fracasara el intento de destitución del presidente, que apoyaba Keiko y que el Congreso peruano votó el 21 de diciembre.
La abstención de diez congresistas fujimoristas, liderados por Kenji, evitó que se alcanzaran los votos para cesar a Kuczynski.
Permaneció preso durante 12 años
El expresidente peruano Alberto Fujimori estuvo preso 12 años como parte de una condena de 25 años por delitos de
corrupción y violaciones a los derechos humanos durante sus diez años de gobierno entre 1990 y 2000.
Había sido condenado por las muertes consumadas por escuadrones de la muerte en 1991 y 1992 en un barrio de Lima y en una universidad.
Por otra parte, recientes sondeos muestran que Kenji es más popular que Keiko.