Gas por cañería: un mal negocio que puede volverse redituable

La situación conflictiva entre MontevideoGas y el sindicato es conocida: la compañía quiere aplicar una reestructura laboral como parte de una readecuación de costos. Por eso, ya despidió a cuatro trabajadores con causal jubilatoria, hará lo mismo con otros tres en julio y además sancionó con apercibimiento de despido a 53 funcionarios que participaron de una medida sindical (control obrero). La empresa afirma que las condiciones del negocio del gas cambiaron en los últimos años a raíz de un aumento de precio de la materia prima llegada desde Argentina y el fracaso del proyecto de la planta regasificadora.

El actual gasoducto (Cruz del Sur) tiene una capacidad para transportar hasta 10 millones de metros cúbicos de gas natural por día. Sin embargo, el consumo de industrias y hogares es residual. Un último estudio de la consultora energética SEG Ingeniería indicó que el año pasado había 59.392 clientes de ese combustible. El director de SEG, Ernesto Elenter, informó a El Observador que durante el invierno se consumen 0,3 millones de metros cúbicos al día de gas. En los meses restantes, baja a 0,15 millones.

“Eso ilustra la falta del éxito del proyecto inicial”, señaló. Actualmente, se usa solamente en Montevideo, Ciudad de la Costa y alguna localidad cercana. Del total de usuarios, más de 53 mil están ubicados en la capital del país. Con esa cantidad de usuarios los números son rojos.

En Brasil, Petrobras sostiene que la actividad en Uruguay le arrojó pérdidas de más de US$ 116 millones. Por tanto, el negocio ya no le interesa. Pero por ser un servicio público no puede abandonar la concesión; para hacerlo debe encontrar un inversor interesado en continuar la concesión.

El gobierno ya anunció públicamente que no tiene en sus planes incorporar este servicio al Estado para que lo maneje Ancap, por ejemplo, que es socio minoritario de Petrobras en Conecta en la distribución de gas natural por cañería en algunos departamentos del interior. 

En la otra punta están los usuarios. Modificar en los hogares el sistema y pasar de gas natural a otro combustible no es fácil. Elenter informó que, por ejemplo, la conversión a supergás no puede realizarse de manera automática. “Tienen propiedades distintas, implicaría adaptaciones; si se cortara el suministro de gas natural los usuarios se verían seriamente perjudicados”, explicó.

Más allá de los malos números actuales, para Elenter se abre una oportunidad para el gas natural en el país. Hubo una fuerte mejora en la producción que se realiza en el yacimiento de Vaca Muerta. “La demanda de gas viene cayendo fuerte en Argentina por la recesión económica y eso hace que haya gas natural disponible para Uruguay”, indicó.  

Recordó que uno de los motivos por los cuales el negocio no se expandió fue por la suba de precios de la materia prima en el vecino país y la falta de disponibilidad que se verificaron  durante el gobierno de Cristina Fernández.

“Eso le quitó atractivo al gas natural, pero ahora ocurre lo contrario: la sobre oferta hará que los precios sean más bajos y al mismo tiempo una disponibilidad importante”, sostuvo. Por tanto, la ecuación cambiaría y el negocio sería redituable.