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Generales, coroneles, y tenientes de la batalla electoral

A un año de las elecciones nacionales, los partidos políticos comienzan a definir las candidaturas y el relevo o realineamiento de liderazgos
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27 de octubre de 2018 a las 05:02

Para ganar una batalla trascendente se precisa un buen ejército, que esté bien entrenado, que cuente con mandos con liderazgo, una estrategia bien pensada y una ejecución del plan que esté alineada al objetivo principal, sin distracciones. A un año exacto de las elecciones nacionales, ¿cómo van los batallones partidarios? 

Antes de la meta del 27 de octubre de 2019, está el mojón de las internas de junio, en las que no sólo se definirán candidaturas únicas de cada lema y convenciones, sino también se ganarán “galones” para la conformación de liderazgos. 
El sistema político está en un proceso de reformulación partidaria. El Partido Nacional tiene dos líderes. Un “general” es Luis Lacalle Pou de Todos Hacia Adelante que agrupa a su sector Aire Fresco, al tronco histórico del Herrerismo y a la lista 40 de Javier García, más agrupaciones del interior por ahora no alineadas, como la del intendente de Florida.
El otro “general” es Jorge Larrañaga al frente de su sector Alianza Nacional que se vio afectado por la pérdida de dirigentes, una senadora, los intendentes que hicieron su corriente (Mejor país) y el que se fue con Lacalle (el de Artigas), pero que mostró capacidad de recuperarse con su campaña por la seguridad.

Para ganar una batalla trascendente se precisa un buen ejército, que esté bien entrenado, que cuente con mandos con liderazgo, una estrategia bien pensada y una ejecución del plan que esté alineada al objetivo principal, sin distracciones. A un año exacto de las elecciones nacionales, ¿cómo van los batallones partidarios? 

Unos “coroneles” intentan armar un espacio desde el interior, pero sin un conductor de ese regimiento. Antía (Maldonado) y Da Rosa (Tacuarembó) tienen reelección como intendentes, mientras Botana (Cerro Largo) no puede y precisa nuevo puesto: puede asegurarse una banca de diputado, pero aspira al Senado, por lo que precisa que todos remen para él y aún así no es fácil. ¿Surgirá un general de ese espacio?
Verónica Alonso dio un paso al frente, desafiante, y su apuesta es a la imagen con respuesta de opinión pública, porque suma pocos soldados. 

¿Cómo van los blancos entonces? Lacalle Pou era el favorito para la interna al inicio del período y con la dispersión de la otra corriente eso se reforzó, pero Larrañaga mantiene un liderazgo que no se puede subestimar.
El Partido Colorado había quedado sin un mando claro, cuando Bordaberry anunció su “pase a retiro”.
El economista Ernesto Talvi vio el espacio y quiso comenzar con “batallón” nuevo, pero sin contar con que un Comandante en Jefe ya retirado, se iba a poner de nuevo las galas del uniforme. Sanguinetti se instaló en escena para comandar las negociaciones pro coalición opositora, mientras deja dudas de si será precandidato o se pondrá al costado de alguien para ese rol. Pero muestra que va por la Comandancia.

¿Cómo van los blancos entonces? Lacalle Pou era el favorito para la interna al inicio del período y con la dispersión de la otra corriente eso se reforzó, pero Larrañaga mantiene un liderazgo que no se puede subestimar.

Amorín Batlle es otro coronel con antecedentes familiares y apellido de peso, que cuenta con algunos batallones estratégicos, como la alianza con Coutinho en Salto y otros “tenientes” de varias ciudades.
¿Entonces? Talvi, que emerge como renovación, tiene un enredo no menor en la interna y la comunicación entre sus equipos, lo que se expresó en una evaluación que hicieron sobre la marcha de la campaña. No se trata solo de haber provocado a Sanguinetti para que saliera al ruedo, sino que los “tenientes” perciben que el mando les transmite información confusa o muy parcial.

Mayo será clave para conducción de corto plazo y octubre definirá los grados de una fuerza que busca volver al gobierno, como un socio menor pero relevante. Sanguinetti se erige en líder, pero tendrá 84 años cuando comience el nuevo período.
El Frente Amplio viene con una junta de generales que se aproxima al relevo, aunque no haya plazo para ello. Vázquez parece salir del ruedo tras entregar la banda, pero Astori y Mujica proyectan continuar en actividad. Eso lleva a que en la izquierda ahora la batalla sea por candidaturas, sin que suponga fijar liderazgos.

Mayo será clave para conducción de corto plazo y octubre definirá los grados de una fuerza que busca volver al gobierno, como un socio menor pero relevante. Sanguinetti se erige en líder, pero tendrá 84 años cuando comience el nuevo período.

Entre los coroneles, Martínez corre con ventaja por dos razones: primero porque es el de mayor popularidad; y segundo, porque reúne el apoyo de los sectores “socialdemócratas” y del “socialismo democrático”. Mientras que el espacio “socialista-comunista-liberación nacional” se divide en dos postulaciones: Cosse y Andrade (caracterizaciones con riesgo de simplificar). 
Mujica, que se demoró, se entreveró y se le fue el tiempo, quiere mezclar las cartas y sumar a Martínez al enredo, haciendo pasar una invitación por una negociación. El intendente salió a desbaratar esa operación, una de las tantas que ha intentado el veterano y popular tupamaro, y aclaró que no quiere acuerdos de cúpulas para bajar a otros, como le hicieron a él en el pasado.
Bergara va por el liderazgo del ala “seregnista-astorista”, lo que no es fácil a corto plazo por tres razones: porque Astori sigue ahí, porque en esos grupos (FLS) lo ven con cierta antipatía, y porque para precandidato tiene apoyo de sólo un par de sectores sin asiento en el Plenario Nacional. Pero, al igual que el “Boca” Andrade, su discurso atrae en los comités de base.

Aunque el relevo de líderes no será fácil en la izquierda, el resultado que obtengan los precandidatos será fundamental para el reordenamiento del Frente. Los liderazgos se verán bastante tiempo después.
En los otros partidos, Mieres no tiene desafiante en el Partido Independiente, Rubio es la figura más visible en la Unidad Popular y Novick es sinónimo de su partido.

Aunque el relevo de líderes no será fácil en la izquierda, el resultado que obtengan los precandidatos será fundamental para el reordenamiento del Frente. Los liderazgos se verán bastante tiempo después.

¿Quiénes son los principales generales? ¿Cuántos coroneles de primera línea tienen cada uno? ¿Cómo están los regimientos y cómo viene la estrategia?
El desarrollo de campaña dará respuestas a esas interrogantes, pero a un año de la elección y despejando a los tres generales que predominaron en popularidad en los últimos años, Martínez y Lacalle Pou aparecen con cierta ventaja para alinear tropas. Pero eso, es solamente el punto de partida de la carrera. 

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