Gobierno electo rechaza invitar a Maduro a ceremonia de traspaso de mando

El gobierno de la coalición resolvió no invitar a la ceremonia de asunción al venezolano Nicolás Maduro, líder del régimen chavista instalado en ese país del caribe. En diálogo con periodistas, el canciller designado, Ernesto Talvi, justificó este miércoles la decisión de que ni bien asuma la próxima administración, el gobierno venezolano será señalado como una dictadura en una comunicación oficial.

Talvi también adelantó que el próximo gobierno uruguayo tiene resuelto reconocer al líder opositor, Juan Guaidó, como “presidente legítimo” de la Asamblea Nacional de Venezuela.

El gobierno electo, en tanto, estudia qué posición tomará sobre la invitación a Bolivia, Cuba y Nicaragua a la ceremonia de traspaso de mando. Según Talvi, el análisis será en base al artículo 1° de la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos. “Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla”, dice esa parte del texto. “La democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos de las Américas”, continúa.

En cuanto a Venezuela, en distintas entrevistas Lacalle Pou se comprometió a que su gobierno condenará a “la dictadura de Maduro”. En una posición similar se expresó el próximo canciller.

El presidente electo ha enviado señales de que el posicionamiento sobre Venezuela será uno de los puntales de su actividad en política exterior. El futuro mandatario ya mantuvo contactos, entre otros, con el secretario de Estado de Estados Unidos, Michael Pompeo, con quien habló sobre el rol de Uruguay en este conflicto internacional.

En una charla telefónica, Lacalle Pou y Pompeo hablaron de la "cooperación" para que Venezuela pueda resolver la crisis humanitaria "provocada por Nicolás Maduro", según afirmó entonces el gobierno estadounidense en un comunicado.

Lacalle Pou se reunirá este jueves con el subsecretario de Estado del país norteamericano para Asuntos Políticos, David Hale.

Según un comunicado del Departamento de Estado, Hale tratará con Lacalle Pou temas vinculados a las oportunidades para que ambos países fortalezcan sus relaciones bilaterales, en el marco de la administración que se instalará el próximo 1° de marzo. Además, en la agenda estará la situación de Venezuela, el apoyo a la democracia en ese país y el desempeño regional de la economía, agrega.

La posición ante Venezuela

El futuro gobierno también tiene resuelto que no aceptará a un eventual embajador en Uruguay que sea designado por Guaidó como hicieron otros países de la región.

El 2 de marzo, el gobierno de Lacalle Pou se retirará del Mecanismo de Montevideo, una iniciativa uruguayo-mexicana que busca poner fin a la crisis política, económica y social que vive Venezuela. Talvi señaló que continuarán en el Grupo de Contacto Internacional, liderado por Uruguay junto a la Unión Europea, ya que consideran que es lo suficientemente representativo y ha logrado avances.

El futuro canciller también ha expresado su intención de fortalecer la Organización de los Estados Americanos, y Lacalle Pou ya anunció que Uruguay apoya la reelección de Luis Almagro como secretario general.

Lacalle Pou también definió un listado de los países que priorizará visitar al comienzo de su gestión. Los destinos de los viajes oficiales serán los países socios del Mercosur: Brasil y Argentina, mientras que Talvi irá a Paraguay, dijo el futuro canciller. Luego, Lacalle Pou pretende realizar visitas a las potencias comerciales y políticas de escala mundial: China, Estados Unidos y la Unión Europea (para ello piensa ir a Bruselas).

Talvi dijo este miércoles que buscarán viajar a países donde tengan una "agenda activa" y no solo compromisos protocolares. El futuro canciller ha reiterado que buscará darle un enfoque económico a su gestión a través de la apertura de mercados y la firma de tratados de libre comercio.

En la primera reunión que mantuvo con Rodolfo Nin Novoa en diciembre, el economista dijo que quería una cancillería “expeditiva y ejecutiva” con énfasis en el fortalecimiento de la “diplomacia económica”. Su foco estará en la colocación de productos uruguayos en el mundo, y en atraer inversiones para generar empleo.