El politólogo y director de Cifra, Luis Eduardo González, dijo en entrevista con El Observador TV que el presidente Tabaré Vázquez se encontró durante el conflicto educativo "sin dudas" en su peor momento en lo referente a opinión pública. Sin embargo, González señaló que en el último mes la imagen del mandatario puede haber remontado pero en un escenario "chato".
González señaló que ve a esta segunda administración de Vázquez "complicadísima", más de lo que esperaba."Vázquez, que nunca fue popular en los cuadros más activistas de la izquierda del Frente Amplio, se encontró con la tormenta perfecta", apuntó González.
El politólogo agregó que las complicaciones que enfrenta hoy el mandatario no son "su culpa porque él es el mismo" sino que es porque "le cambiaron la mesa". "Vázquez tiene más experiencia pero está extremendamente limitado por las circunstancias", indicó.
"Bordaberry viene subiendo" en las encuestas
El director de Cifra consideró que ahora "hay espacio para que la oposición se haga notar" y que si bien es cierto que "la principal oposición del Frente Amplio es el Frente Amplio" ahora se ve a los partidos de oposición como "una alternativa potencial a la izquierda".
En ese sentido, la imagen de los líderes de oposición está mejorando, especialmente la del líder colorado Pedro Bordaberr. "Viene subiendo" en las encuestas, sostuvo el politólogo, lo cual "es una muestra de que el laburo paga, porque lo está haciendo a pulmón", señaló.
González dijo que cree que "la personalidad política de Lacalle Pou no está del todo definida" pero que dentro de cuatro años sí lo estará.
"Los encuestadores locales fuimos sometidos al escarnio público"
González consideró que durante las últimas elecciones "los encuestadores locales" fueron "sometidos al escarnio público". El politólogo sostuvo que "es cierto" que las encuestas tienen problemas, pero que "por comparación" a Argentina "los errores uruguayos fueron modestos".
El director de Cifra dijo que los políticos tienden a "culpar al mensajero" por sus propios fallos y que "en Uruguay es particularmente irritante la negativa a reconocer errores propios".