La foto del joven Peterson, asesinado a balazos por las fuerzas del apartheid y llevado por uno de sus compañeros en lágrimas, dio la vuelta al mundo y originó una movilización mundial sin precedentes contra el régimen racista de Pretoria.
La revuelta fue seguida por otras manifestaciones en el país, en las que según cifras de la policía, 575 personas murieron hasta febrero de 1977.
Al recordar el 16 de junio de 1976, añadió: "recuerdo que era una mañana fría como hoy, la tensión era palpable y nosotros, los estudiantes, estábamos hartos".
"Si las fuerzas brutales del apartheid reprimieron las protestas, la sublevación de Soweto marcó el comienzo del fin del apartheid, convirtiéndose en el hecho que desataría una serie de acontecimientos que iban a provocar su caída", recalcó de su lado Mbhazima Shilowa, quien dirige la provincia de Gauteng.
"Había mucho nerviosismo, mucha alegría. Era la primera vez que una cosa parecida ocurría en el país, la primera vez que unos niños manifestaban", recuerda Mphafi Mphafi, de 52 años, un ex líder estudiantil.
"Fue el caos hasta muy tarde en la noche. La gente corría por las calles buscando a sus hijos", añade.
(AFP)