"Vestía pantalón tejano, jersey negro y alpargatas viejas, y tenía aspecto de pobre, de miserable. Se hizo estallar a tres metros de una de las furgonetas de la policía", comentó Mohammad, de 45 años, un agente de seguridad de un banco situado frente al consulado.
El kamikaze era Mohamed Maha, nacido en 1975 en Casablanca, dijo una fuente de seguridad. Según el investigador Mohamed Darif no estaba fichado por la policía.
En un primer momento, "pensé que se trataba de una bombona de gas", pero después, "me di cuenta de que era un atentado", agregó. Un periodista de la AFP vio cristales, sangre y jirones de carne esparcidos.
El detenido estaría también vinculado con los atentados de este sábado."Los primeros elementos de la investigación sobre este criminal, cuya identidad no se ha revelado, permitieron el arresto de su adjunto y el hallazgo de escondites donde los terroristas fabricaban explosivos", señaló la policía.
Todos los kamikazes del 11 de marzo y del 10 de abril se criaron en este barrio miserable de Sidi Moumen, en la periferia de la metrópoli.
El 11 de marzo, Abdelfettah Raidy se inmoló en un cibercafé de Casablanca. La explosión hirió a su presunto cómplice Youssef Khoudri y a tres clientes.
Pero, según Darif, "está claro que iban dirigidas contra intereses estadounidenses".Las explosiones del martes y de este sábado en Casablanca no han sido reivindicadas.