Animales muertos: IM quiere dejar de levantarlos y veterinarios plantean dificultades para hacerse cargo

Pero cuando llegó la fecha límite, la comuna puso en pausa la medida ante las "inquietudes" de varios actores. "Hoy no están preparadas las empresas", resumió en diálogo con El Observador Guillermo Moncecchi, director de Desarrollo Ambiental de la IM, a El Observador. "Hay que avanzar en construir las capacidades, como hoy se hace con los residuos hospitalarios, que es el ejemplo de cajón", afirmó. 

El cese del servicio gratuito complicaría a clínicas, a la Facultad de Veterinaria e incluso al Hipódromo de Maroñas, según las consultas realizadas por El Observador. Primero, porque la alternativa es mucho más cara. La cremación de un animal de 25 kg costaría entre $ 7.700 y $ 8.200, de acuerdo a un sondeo entre hornos privados. 

"Eso tiene cierta lógica a nivel de un núcleo familiar, pero si es una institución pública sin fines de lucro que finalmente tiene que disponer de unos 80 cadáveres al final del semestre, termina siendo un dineral", planteó a El Observador el docente de Patologías de la la Facultad de Veterinaria de Udelar, José Verdes. Esa asignatura tiene como prácticas –desde agosto a fines de noviembre– el trabajo con cadáveres.

La facultad y la IM tenían un acuerdo por el que un camión de la Unidad de Necropsias de la comuna –cuyo cantón está a solo unas cuadras– pasaba dos o tres veces por semana a retirar los cadáveres. Al final del día o al siguiente, el mismo camión hacía la recolección para llevar al vertedero de Felipe Cardoso.

Ahora el acuerdo debe renegociarse debido a que la facultad se mudó a la periferia de la capital, aunque una vez entre en vigencia la decisión adoptada por la administración de Carolina Cosse, la disposición final corresponderá a la institución. La facultad está en tratativas con el Ministerio de Ganadería para emplear el horno crematorio de la División de Laboratorios Veterinarios, situado en un terreno cercano.

Sin embargo, según el docente Verdes –que fue el delegado de la Facultad de Veterinaria para dialogar con la IM– el dispositivo implicaría "un mantenimiento bastante costoso y de dimensión limitada en cuanto a lo que se puede quemar por mes". "Un animal de más de 100 kg habría que fraccionarlo", ejemplificó. 

Durante este lapso de adaptación, la IM aprobó un protocolo que mantiene el servicio, aunque establece condiciones estrictas para su continuidad. Exige por ejemplo el uso de bolsas de 100 micrones de grosor, cerradas con precinto y da la posibilidad a los funcionarios municipales de negar la prestación si hay más animales que los declarados en la solicitud. 

Residuos no domiciliarios

La IM maneja que hay en el entorno de 300 clínicas veterinarias en Montevideo, al tiempo que el servicio de Necropsias hace entre 10 y 20 levantes por día. Según la Sociedad de Medicina Veterinaria (SMVU), la mayoría de estos locales acude a la IM para su recolección. Cuando se interrumpa el servicio, reconocen que la situación se complicará. 

"Antes de una posible eutanasia para una situación terminal, vamos a tener que hablar con el tutor legal y decirle que tenemos que arreglar qué hacer con el servicio del cementerio de mascotas, si él no tiene dónde disponer el cuerpo. Y ese momento no está bueno", dijo a El Observador el veterinario Alejandro de los Santos, que representó al colectivo en la comisión creada por la IM para abordar el tema. 

 "Acá hay un tema, espantoso, que es llamarle residuo a un animal muerto. Es un servicio que se sigue dando a particulares, pero acá el asunto está en lo comercial. Tienen que hacer una gestión de animales muertos, en realidad como lo hacen con cualquier otro residuo", aclaró el director de Desarrollo Ambiental de la IM. 

"Al toque nos repercute. Si la IM cambia el servicio, vamos a tener un problema", indicó a El Observador Horacio Ramos, gerente general de Hípica Rioplatense –que gestiona el Hipódromo de Maroñas–. La institución contrata servicio de recolección a distintas empresas, como por ejemplo a Aborgama para los residuos de laboratorio y un centro de distribución canario para los orgánicos como los excrementos. Para los cadáveres llaman al camión de Necropsias de la IM. 

El jerarca de la comuna aseguró que no hay una fecha límite para que arranque a regir su disposición, aunque sí aguarda a que las partes involucradas empiecen a generar sus soluciones alternativas. "Para las clínicas veterinarias el servicio es imprescindible en tanto no hay muchas alternativas", apuntó a El Observador el presidente de la SMUV, Rodolfo Azaretto. "Nosotros incluso tratamos de hacer convenios con alguna empresa que se dedique a levantar materiales biológicos", explicó, a lo que añadió que "no ha habido respuesta". 

De momento hay margen para buscar otros mecanismos. El docente de la FVET, Verdes, expresó: "Un horno público sería ideal".