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La "anti inversión": el plan de Disney para torcerle la mano a Netflix

Perderá US$ 300 millones al año por los derechos de sus películas y series que retiró de la plataforma de streaming

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25 de agosto de 2018 a las 05:00

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El modelo de negocio de contenido vía streaming es el cambio más grande en la economía de la industria del entretenimiento en décadas, y es una evolución impulsada principalmente por una empresa que ha estado en el negocio de contenido original durante apenas seis años: Netflix

Es la razón por ejemplo por la cual Disney va a pagar más de U$S 70.000 millones por la adquisición de buena parte de los activos de Fox tras una ardua puja con Comcast. Y también fue la gran motivación de AT&T para quedarse con Time Warner por U$S 85.000 millones.

Así, tratando de ponerse al día con Netflix, los mayores conglomerados de medios de los Estados Unidos están concentrados actualmente en reorientar parte de sus operaciones hacia el formato conocido como "directo al consumidor". Es decir, que sus productos lleguen a los consumidores sin intermediarios, ya sea vía SmartTV, celulares, PCs o cualquier otro dispositivo.

Los conglomerados de medios tradicionales tienen además urgencia de actuar rápido por temor a que Amazon, Facebook, Apple y Google se conviertan en los principales jugadores del mercado.

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Pero como con cualquier cambio histórico, la conversión no será fácil ni económica. Para construir sus propias plataformas, Disney y AT&T entre otros tendrán que invertir miles de millones de dólares en contenido de alta gama y al mismo tiempo renunciar a muchos de los ingresos por derechos de licencias tradicionales que venden o vendían a terceros.

En este camino Disney ha optado por perder U$S 300 millones al año al quitar buena parte de sus series y películas de Netflix, según revela la revista especializada Variety, rumbo a la creación de lo que ya se bautizó en Hollywood como "Disneyflix", o Disney Play de acuerdo a la misma compañía, un servicio en el que depositará a partir del año que viene toda su artillería, clásica y moderna.

Los conglomerados de medios tradicionales tienen además urgencia de actuar rápido por temor a que Amazon, Facebook, Apple y Google se conviertan en los principales jugadores del mercado.

En este sentido, entre las novedades ya anunciadas por Disney, se encuentra una nueva serie de Star Wars con actores, no animada, dirigida por Jon Favreau, el mismo realizador de Iron Man o El libro de la selva. Se trata de una producción de diez episodios que costará aproximadamente U$S 100 millones.

Además, al menos nueve películas se encuentran ya en producción o de desarrollo avanzado, con presupuestos que oscilan entre los U$S 20 y los U$S 60 millones. La marca lanzará nuevas versiones de La dama y el vagabundo y La espada en la piedra, y tiene planeados Togo, una historia de época sobre un perro de trineo, y Noelle, con Anna Kendrick como la hija de Papá Noel.


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