La Unión Europea (UE) pidió al Gobierno de España que mantenga el año próximo el aumento del gasto público por debajo del 2,6% respecto al 2023 para mantener la reducción del déficit como parte de su paquete de primavera del Semestre Europeo.
Según el Ejecutivo comunitario, si España no hace ningún cambio respecto al presupuesto actual, el gasto primario neto, que se define como el gasto financiado a nivel nacional, excluyendo los pagos de intereses y de desempleo cíclico, se limitará al 1,4%, cumpliendo así los requisitos de Bruselas.
"Suponiendo que las políticas no cambien, las previsiones de la primavera de 2023 de la Comisión proyectan que el gasto primario neto financiado a nivel nacional crecerá un 1,4% en 2024, que es inferior a la tasa de crecimiento recomendada", señaló la Comisión Europea en el documento.
Sin embargo, todavía no hay presupuestos generales del Estado para 2024, que serán los que realmente marquen si España cumple con el objetivo marcado por Bruselas o no.
Un dato clave para que los cálculos del Ejecutivo comunitario encajen es que desaparezcan las medidas de apoyo en la cuestión energética, que la Comisión calcula que representan el 0,6% del PIB. "Deben eliminarse gradualmente, en función de la evolución del mercado de la energía y empezando por las menos específicas, y los ahorros correspondientes deben utilizarse para reducir el déficit público", sostuvo el texto de la UE.
Hasta ahora, el Ejecutivo comunitario hacía recomendaciones utilizando el ajuste estructural necesario, que en el caso de España es del 0,7% del PIB para 2024, lo que representaría un ajuste de 9.300 millones de euros. Pero la Comisión se encuentra en una transición. Las reglas fiscales están siendo reformadas y en el nuevo marco se utilizará el gasto neto primario como el dato de referencia para toda la política fiscal. Los técnicos comunitarios hicieron una “traducción” del ajuste estructural en esta nueva referencia que se utilizará en el nuevo marco de reglas fiscales que todavía tienen que acordarse.
Se trata de un año de transición, en el que la Comisión Europea intenta mantener sus recomendaciones ancladas al viejo marco fiscal al mismo tiempo que busca empezar a utilizar los nuevos referentes.
"Nuestras recomendaciones están, por supuesto, en línea con la legislación vigente de la UE, pero también tienen en cuenta los elementos de nuestras propuestas de reforma que son coherentes con las normas actuales", explicó Paolo Gentiloni, comisario de Economía.
La Comisión Europea también espera que España deje de estar sometida a desequilibrios macroeconómicos a partir del próximo año. "Las vulnerabilidades están retrocediendo en Alemania, Francia, España y Portugal hasta el punto de que la continuación de estas tendencias el próximo año sentaría las bases para una decisión de ausencia de desequilibrios", señaló Gentiloni durante una rueda de prensa celebrada en Bruselas.
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