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La mujer transgénero que quiere ser Miss Universo

Ángela Ponce es Miss España y desafía los conceptos tradicionales de género y belleza

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20 de julio de 2018 a las 05:00

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Raphael Minder - The New York Times News Services

Después de ganar el concurso nacional de belleza de España el mes pasado, Ángela Ponce se convertirá en la primera mujer transgénero en competir en el concurso Miss Universo. Sin embargo, también tiene como misión desafiar los conceptos tradicionales de género y belleza, así como acabar con lo que considera como barreras inaceptables en la industria de la moda. "Tener una vagina no te hace mujer", dijo en una entrevista. "Aunque muchas personas no quieran verme como mujer, claramente soy parte de ellas", afirmó.

Ponce, de 27 años, creció en Pilas, una pequeña ciudad al sur de España donde su padre tenía un bar que ahora administra su hermano mayor. Pilas era un lugar conservador donde "no había nadie como yo". Lo mismo le pasaba en la escuela por lo que la pusieron en un grupo de niños que necesitaba atención especial, como algunos que lidiaban con separaciones familiares o que pertenecían a minorías como la comunidad gitana.

No obstante, sus padres lucharon contra cualquier intento de separarla del resto así como contra la atención denigrante y los insultos que a menudo recibía. Cuando era muy joven, la animaron a jugar con sus muñecas favoritas y a alejarse de la pelota de su hermano.

"Los problemas para mí comenzaban afuera de mi casa, en la escuela y en la calle", comentó. "Mis padres siempre me apoyaron, pero desde el momento en que nací, sentí que era una figura pública y que la gente de alguna manera tenía derecho a hablar sobre mi manera de ser", agregó.

Hace tres años, después de ganar un concurso regional de belleza, se mudó a Madrid para ir tras una carrera como modelo. Al mismo tiempo, también comenzó a colaborar con la Fundación Daniela, creada en España por una mujer que luchó contra la administración de una escuela que no quería reconocer a su hija como niña transgénero. Como una de las voluntarias de la fundación, Ponce imparte charlas en escuelas y se reúne con niños y padres.

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Cuando tenía 16 años, Ponce decidió someterse a un tratamiento hormonal y después decidió optar por una vaginoplastia "para eliminar lo que para mí era una carga y un trauma". Pero dijo que su mensaje a los adolescentes con los que se reúne siempre es que la cirugía vaginal es una decisión personal y que no es esencial para ser mujer. "Hay mujeres con pene y hombres con vagina, porque la única clave para ser mujer es ser y sentirte mujer", comentó.

"Los problemas para mí comenzaban afuera de mi casa, en la escuela y en la calle", comentó. "Mis padres siempre me apoyaron, pero desde el momento en que nací, sentí que era una figura pública y que la gente de alguna manera tenía derecho a hablar sobre mi manera de ser", agregó.

Su éxito reciente como reina de belleza le ha traído admiradores, pero también muchos ataques; la mayoría de otras mujeres. "Si queremos progreso, solo debemos dejar de ver si lo que otras mujeres están haciendo está mal o bien", comentó. De hecho, comentó que gran parte de las críticas recientes en las redes sociales en su contra venían de mujeres en el extranjero, que creen que tendrá una ventaja injusta por encima de otras reinas de belleza cuando participe este año en el concurso Miss Universo. Además de su cirugía genital, Ponce dijo que el único procedimiento al que se ha sometido fue a una cirugía plástica para aumentarse el pecho, después de un tratamiento hormonal.

"Cuando escucho que no todas las chicas competirán bajo las mismas condiciones, les digo que es verdad, pero porque en realidad he tenido que esforzarme el doble para llegar ahí, pues la naturaleza no me lo dio todo", expresó. "Mi rostro siempre ha sido mío, les guste o no, y lo mismo es verdad sobre mi cintura".

El concurso Miss Universo fue controlado casi durante dos décadas por el presidente Donald Trump, pero en 2015 le vendió los derechos del evento a WME-IMG, una agencia de talentos. Durante el mandato de Trump, las reglas del concurso se cambiaron para permitir que participaran candidatas transgénero después de una exitosa campaña de protesta en 2012 por parte de Jenna Talackova, una reina canadiense de belleza que en un inicio no tuvo permitido participar en la competencia de su país.
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