La reducción de la plantilla de trabajadores en Ancap, Antel y UTE durante el primer año de Lacalle Pou

A poco de asumir, el Poder Ejecutivo aprobó dos decretos en sus primeros meses de gestión para limitar los ingresos de nuevos funcionarios al Estado. El primero llegó el 11 de marzo, antes de la pandemia, junto a otras medidas de austeridad. Allí se dispuso que solo se repondría una de cada tres vacantes generadas en el Estado, salvo en el caso de los docentes, los policías y los trabajadores de la salud. Luego se añadió otra excepción para el personal militar. 

De acuerdo a la memoria del ejercicio 2020, la empresa pública que redujo en mayor cantidad su plantilla fue Antel que terminó el año con 197 funcionarios menos. El ente de las telecomunicaciones contaba al cierre del año pasado 4.676 trabajadores frente a los 4.873 (-4%) que tenía en marzo de 2020. La reducción se dio en los funcionarios permanentes, que pasaron de 4.873 a 4.676 durante el último año. En el caso de los contratos de función pública, prácticamente no hubo cambios: de 1.007 a 1.004. 

Precisamente, esta empresa estuvo en el ojo de la tormenta apenas asumió el nuevo gobierno, cuando el flamante presidente designado (Guillermo Iglesias) en ese entonces para encabezar el Directorio de Antel aprobó la presupuestación de 857 funcionarios contratados. Tras enterarse del hecho el presidente Lacalle Pou le pidió la renuncia a Iglesias y luego revocó la decisión del ente por considerarla "inconveniente".  

En tanto, UTE pasó de 6.339 funcionarios en marzo a 6.186 (-2%) a fines del año pasado, lo que arroja una reducción de 153 puestos en este caso. Finalmente, en el caso de Ancap, la petrolera terminó con 2.261 trabajadores (106 menos o 4,5%) por debajo de los 2.367 que tenía cuando asumió el nuevo Directorio del gobierno de Lacalle Pou. 

Sumando las estas tres empresas estatales (UTE, Antel y Ancap), la planilla pasó de 13.579 funcionarios en marzo de 2020 a 13.123 a fines del año pasado (-3,4%, o 456 puestos menos).