Hereford Uruguay

¡La vaca los empuja!

"Lo mejor para Uruguay, para los uruguayos, es que no solo la vaca empuja: si ponemos la lupa sobre logros recientes y sobre todo los proyectados, empujan los granos, la madera, los lácteos... empuja el campo"

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31 de diciembre de 2022 a las 05:00

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Cuando en 2002 una profunda crisis tenía a Uruguay al borde de la locura, el entonces presidente de la República, Jorge Batlle, expresó una frase que prendió como garrapata en la agroindustria ganadera nacional y que, desde entonces, es considerada como la mejor respuesta a quien –por lo que sea, en una buena o en una mala– cuestiona el potencial del sector: “¡La vaca les gana!”.

Veinte años después, sobre el cierre de un 2022 extremadamente exigente, con luces y sombras que incidieron en los emprendimientos de los involucrados directa o indirectamente en el negocio ganadero, esa frase sigue vigente, pero se me ocurre otra: “¡La vaca los empuja!”.

¿Por qué? Basta señalar que este año, tal como lo anunció Conrado Ferber –presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC)–, habrá un nuevo récord (sí, otro más) de ingresos de divisas a Uruguay por exportaciones de carnes. Nunca, jamás, se había superado el listón de los US$ 3.000 millones.

Concluye el ejercicio anual con una evolución de un 7% con relación al logro del mismo lapso en 2021 (cuando se creció, también, en comparación con lo obtenido durante 2020).

El motor principal en la economía –felizmente, hay otros– no sabe de marcha atrás y al parecer una caja de sexta ya no le alcanza.

Todo eso, más allá de las pertinentes diferentes miradas sobre si nos distingue una cadena integrada o no, es consecuencia de un conjunto de esfuerzos aportados desde el gobierno y, en la cancha, por ganaderos, otros empresarios que articulan en el negocio, industriales y brockers.

Con Qatar fresco, que dejó para el palmarés el título argentino y otro fracaso celeste, si hubiese un mundial de la carne sin dudas Uruguay bien lejos estaría de sufrir para pasar la fase de grupos. Semifinalista, por lo menos.

¿Una muestra del poderío que nos caracteriza en el planeta? Nadie en el conjunto de países que vacunan contra la fiebre aftosa (y son libres de la enfermedad) logró ingresar al más exigente de los mercados, Japón. Solo Uruguay pudo. Y en 2022 se anotó flor de punto: ya le colocó lo que ven como un manjar, lengua vacuna. Reitero, nadie más pudo.

Es un ejemplo, tan solo uno. Porque durante este año se abrieron y/o mejoraron accesos en 33 mercados, informó el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (y eso no solo sucedió para la carne, hay que apresurarse a señalarlo).

Se apaga un 2022 que tuvo una primera mitad soñada, con demanda fortísima y precios récord, la extracción de ganados a todo vapor y en todo hubo récords: de producción bien al inicio de todo con los tres millones de terneros al año ya como algo que no sorprende, de faena con las industrias trabajando casi siempre a pleno, de demanda externa y de valores.

Luego se desaceleró, con base en jugadores que suelen ir teniendo más o menos impacto en el partido, como la demanda de una China donde el covid se resiste a ser cosa del pasado, el juego financiero internacional, la guerra en Europa tras la invasión de Rusia a Ucrania y dificultades logísticas.

La segunda mitad del año no fue para encuadrar, pero lejos estuvo de generar alarma porque los registros siguieron, en casi todos los ítems, por encima de lo que era habitual previo a la pandemia. El precio del ganado, el de la hacienda de reposición, la faena, el valor de la tonelada de carne exportada, los volúmenes colocados, los ingresos. Ya no son de película, pero sí soñados no hace tanto.

¿Una señal de que el cuerpo está sano? La intensificación no para. La diferenciación tampoco. Si no están de acuerdo, razonen por qué con el valor del ganado gordo en picada en esta primavera se vendieron toros como nunca. Una vez más, el productor mirando el bosque. Es la vaca que los empuja.

¿Que el dólar no vale lo que debería? Está claro. ¿Que hay costos que trancan al empresario, en el campo y en la industria? También. Pero que haya un sector en los agronegocios que genere más de US$ 3.000 millones en un país que apenas hace un par de ejercicios logró superar ingresos por exportaciones por más de US$ 10 mil millones es de alta relevancia y da pie a que la frase del presidente Batlle –“¡La vaca les gana!”– tenga renovada vitalidad.

Lo mejor para Uruguay, para los uruguayos, es que no solo la vaca empuja: si ponemos la lupa sobre logros recientes y sobre todo los proyectados, empujan los granos, la madera, los lácteos... empuja el campo. Hay futuro, es del bueno y la foto que elegimos para la tapa de esta edición es una buena postal para ilustrar eso.

EO

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