Lacalle abre instancia de diálogo con el FA pero dejando claro quién manda

En cualquier caso, todos confluyeron en un reclamo común: que el presidente instalara una mesa de diálogo con partidos políticos y organizaciones sociales a fin de alcanzar un “gran acuerdo nacional”.

Si bien desde el 13 de marzo el gobierno ha mantenido conferencias de prensa casi que todos los días –las excepciones son contadas–, y allí remarcaron su actitud dialoguista y a favor de la transparencia, tanto desde la coalición de izquierda como desde su brazo sindical –el PIT-CNT– acusaron en estas semanas al Poder Ejecutivo de no dar señales claras de disposición a conversar. 

El viernes pasado, cuatro días después de reunirse a solas con el presidente del FA Javier Miranda, el secretario de la Presidencia Álvaro Delgado comunicó que se recibiría al Frente Amplio una semana después. La oposición recriminó públicamente la poca celeridad y finalmente se los convocó para este martes en Torre Ejecutiva. 

Una delegación del Frente Amplio encabezada por Miranda –y completada por Sandra Lazo (MPP), Juan Castillo (Partido Comunista), Daniel Olesker (Partido Socialista) y Mario Bergara (Fuerza Renovadora)– llevará formalmente el pedido de instalación de una mesa de diálogo, así como las propuestas económicas incluidas en el Plan de Contingencia elaborado por la fuerza política, y que implica en el entorno de US$ 1.000 millones. 

Los delegados, que serán recibidos a las 15 horas, se juntarán una hora antes en la Huella de Seregni para discutir los detalles de la reunión.

Fuentes del gobierno dijeron a El Observador que hay "ambiente" en el Poder Ejecutivo para abrir una instancia de conversación con la oposición y otros actores sociales, aunque dejando "bien claro" quién gobierna. Ni el presidente Lacalle Pou ni su entorno quieren que la disposición a dialogar se traduzca en una suerte de "cogobierno", explicaron los dirigentes consultados. 

Un concepto similar fue el que manejó Delgado este lunes entrevistado por el programa Primera Mañana de El Espectador. "Acá hay un gobierno que está a cargo y tiene que tomar decisiones en el tablero de mando, y ante una situación que es dinámica. No se descarta nada, todo se puede estudiar. Lo que está claro es que hay un gobierno que está cargo y además va a estar dialogando con las partes todo el tiempo, no solo para ver el impacto del coronavirus en varios sectores, sino también recibiendo aportes", aseguró. 

El secretario de Presidencia añadió que tanto el presidente como el equipo económico recibieron el documento del FA en el que se detalla la propuesta económica. Delgado resaltó que hay varios aspectos que "están en proceso de implementación o implementadas" y que esperarían a dialogar con la delegación frenteamplista para tomar otras decisiones. Hasta el momento, las medidas previstas por el gobierno implican un gasto del entorno de US$ 400 millones.

Una de las principales propuestas del Frente Amplio, también manejada por el PIT-CNT, consiste en la entrega de un subsidio equivalente al salario mínimo nacional (al menos $ 12.800 líquidos) para cuentapropistas y trabajadores informales mientras dure la emergencia. La central sindical, que todavía está afinando los números, estima que la propuesta costaría unos US$ 200 millones en caso de que el aislamiento social se mantenga un par de meses. 

Tras la reunión del Secretariado Ejecutivo del FA este lunes, en la que se definió la delegación que se reuniría con el gobierno, Miranda envió un mensaje a los dirigentes de su partido con su opinión acerca de la necesidad de una mesa de diálogo. "Parece difícil de creer que alguien pudiera negarse a la búsqueda de esta concertación, al diálogo para, entre todos, construir las mejores propuestas para enfrentar la difícil situación sanitaria, económica y social", escribió.

El presidente del FA citó un editorial del diario El País titulado "No se precisa acuerdo" como una "expresión clara de algunos actores sectarios, que pretenden aislar a relevantes actores políticos y sociales en la construcción de las mejores soluciones para la sociedad", y pidió "no entrar en su juego".

El secretario general del Partido Comunista, Juan Castillo, quien formará parte de la reunión de este martes, dijo a El Observador que la respuesta que reciban en el encuentro marcará también la actitud del Frente Amplio a lo largo de la emergencia sanitaria. "Es difícil ser solidario y prestar nuestros votos a partir de las conferencias que escuchamos cada noche. Es mejor si tuviéramos un lugar en la mesa y nos enteráramos allí. Eso ayudaría", sostuvo Castillo, y agregó que la oposición "no pide cogobierno ni ninguna ganancia", sino la "posibilidad de estar y aportar".

Señales 

Desde el Frente Amplio dicen haber enviado “señales” al gobierno de que no irán “con piedras en las manos”. Entre los dirigentes de la izquierda ponen como ejemplo el hecho de que en la propuesta económica hayan quedado afuera medidas como el aumento tributario al sector privado y se haya dejado atrás la polémica por el ajuste de tarifas.

La propuesta final de la izquierda sí propone una postergación de los vencimientos del pago de tarifas para aquellos sectores más afectados por la crisis y la suspensión del incremento del IVA en tarjetas de débito y crédito.

Este lunes, el exministro de Economía Danilo Astori opinó –como ya habían hecho otros dirigentes del ala más moderada del FA– que “la orientación que ha propuesto el gobierno está en la dirección correcta” y que “tiene que sentirse, en una situación tan complicada, acompañado por toda la sociedad y en particular por todo el sistema político".

Como telón de fondo de las conversaciones entre oficialismo y oposición también está la votación esta semana del recorte a salarios de cargos políticos y de otros funcionarios públicos, tal como fue anunciado por el gobierno el jueves pasado. Si bien el proyecto todavía no fue presentado, en el Frente Amplio hay "disposición" a acompañarlo, aunque con matices entre los legisladores.

El senador de la Vertiente Artiguista Enrique Rubio dijo a El Observador que el asunto no fue abordado aún en bancada –en parte porque falta el proyecto–, pero adelantó que en general está "afín" a apoyarlo. "Más allá de que en una primera reacción se entienda conveniente incluir otros sectores privados que tienen caudal como para aportar, este no es momento de dar discusiones tributarias. Acá tenemos que asegurar el financiamiento por vía de líneas de créditos para asegurar la reactivación de la economía", argumentó.