Lacalle le comunicó a Israel su intención de abrir una oficina comercial en Jerusalén

El presidente sigue el ejemplo de países como Brasil, Paraguay y Colombia que decidieron abrir una oficina comercial en la ciudad sagrada luego de que Estados Unidos mudara su embajada en 2017; Palestina considera que constituye una violación del derecho internacional

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15 de marzo de 2022 a las 05:02

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El presidente Luis Lacalle Pou le transmitió al gobierno israelí y a dirigentes de la comunidad judía local que tiene la intención de abrir una oficina comercial en Jerusalén, según supo El Observador por fuentes diplomáticas.

El mandatario compartió su idea en diversas instancias e incluso desde antes de que asumiera el cargo. Lo hizo por primera vez durante la transición de gobierno, cuando recibió a un grupo de dirigentes comunitarios en su oficina de bulevar Artigas a fines de enero de 2020. El tema también fue asunto de conversación con el embajador de Israel, Yoed Magen, en alguno de los encuentros que mantuvieron en 2020. Según supo El Observador, el gobierno israelí acogió con entusiasmo el gesto del presidente.

Lacalle Pou había mencionado esta idea durante la campaña electoral en un encuentro organizado por el Comité Central Israelita en setiembre de 2019. En ese evento todos los candidatos fueron consultados sobre su posición respecto a la posibilidad de mudar la embajada a la histórica ciudad. El entonces candidato señaló que una mudanza no estaba en sus planes, pero, en su lugar, habló de la instalación de oficinas comerciales. 

“Cuando el dictamen de la ONU tuvo lugar nosotros participamos de estrados internacionales y hay que cumplir con la normativa y con los mandatos. Me queda claro que para los israelíes la capital es Jerusalén, pero no me puedo comprometer hoy en actuar de esa manera. Algunos países han avanzado en oficinas comerciales”, dijo Lacalle Pou en ese momento. Luego de ser electo continuó ese propósito y se lo comunicó a las partes interesadas.

Son varios los países latinoamericanos que abrieron oficinas comerciales en Jerusalén, luego de que en 2017 el gobierno estadounidense de Donald Trump decidiera mover la misión diplomática desde Tel Aviv y que Guatemala, Honduras y Kosovo siguieran el ejemplo. Los presidentes Jair Bolsonaro y Mario Abdo Benítez decidieron abrir oficinas de Brasil y Paraguay respectivamente en 2019, mientras que el colombiano Iván Duque lo anunció en noviembre de 2021

La decisión del mandatario colombiano generó el rechazo de la Autoridad Nacional Palestina. “Nos sorprende que Colombia dé este paso, especialmente por su compromiso con el derecho internacional y las resoluciones internacionales que afirman que Jerusalén es una parte inseparable del territorio palestino ocupado”, indicó en su momento un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores y Expatriados de la ANP.

Y agregó: “Abrir oficinas para representar los intereses de los países en Jerusalén, independientemente de su naturaleza, es una violación del derecho internacional y una desviación de los estándares básicos y las posiciones internacionales que apoyan la solución de dos Estados”.

Además de estos países, Australia, República Checa y Hungría abrieron representaciones diplomáticas en Jerusalén, mientras Honduras, Serbia y la República Democrática del Congo anunciaron la apertura de oficinas comerciales. 

La cuestión de Jerusalén

En el caso de Uruguay, el asunto aún no ha avanzado. El gobierno de Lacalle Pou ha mostrado cercanía con Israel, lo cual se traslució en la posición que adoptó en organismos internacionales en votaciones vinculadas al conflicto. Sin embargo, hasta el momento no hubo visitas oficiales al país. 

En febrero estaba planificada una visita del canciller Francisco Bustillo, pero se decidió cancelar de común acuerdo. El embajador Magen se reunió el 20 de enero con Bustillo para “avanzar en los detalles” de la visita del ministro, según publicaron en Twitter, pero ello quedó sin efecto. Hace algún tiempo que el gobierno uruguayo procura abrir la exportación de lácteos a Israel, pero hasta el momento no han podido hacerlo, en parte por el feroz lobby proteccionista de los productores de ese país.

En 2021, Israel se mantuvo dentro de la lista de los 15 destinos de exportación uruguayos, un sitio de privilegio en el que se ha consolidado desde que en setiembre de 1949 los dos gobiernos firmaron el primer acuerdo comercial que posibilitó la exportación uruguaya de carne, lana y arroz por US$ 2 millones.

Uruguay tiene representación diplomática ante el estado de Israel desde noviembre de 1951, cuando llegó Juan Carlos Arizti como encargado de negocios y cónsul. Durante los primeros ocho años la embajada estuvo localizada en Tel Aviv. Sin embargo, en marzo de 1956 el Consejo Nacional de Gobierno colorado decidió por unanimidad que el nuevo ministro uruguayo en Israel, Pedro María di Lorenzo, instalaría su legación en Jerusalén, a pesar de que el estado uruguayo no había reconocido a la ciudad sagrada como la capital israelí en virtud de que el estatus definitivo de esa ciudad continuaba sujeto a jurisdicción de la ONU. 

Aquel gobierno uruguayo adoptó esa resolución a pesar de la presión de Estados Unidos y el Reino Unido, que creían que esa determinación no ayudaba a bajar las tensiones entre árabes e israelíes, postura que era compartida por el canciller Santiago Rompani. Pero el lobby de la comunidad local y en particular del embajador israelí Matitiahu Hindes había sido muy efectivo.

La embajada uruguaya permaneció en Jerusalén hasta 1980, cuando el gobierno dictatorial se sumó a la opinión y acción internacional mayoritaria y mudó la misión diplomática a la costa mediterránea, donde se encuentra en la actualidad.

En aquel momento, el gobierno uruguayo explicó que el traslado de la embajada a Jerusalén en 1951 se debía a la "práctica tradicional" de la República de instalar sus misiones diplomáticas en los lugares donde tienen asiento físico las autoridades del país receptor. Sin embargo, aclaraba que esa medida "de alcance administrativo" no prejuzgaba sobre "el status jurídico de Jerusalén y los derechos que sobre esa ciudad invocan una y otra parte".

En un comunicado firmado por el embajador Bautista Etcheverry Boggio, el 15 de agosto de 1980, se argumentó que la decisión israelí de modificar de forma "unilateral" la situación jurídica de la ciudad había "obligado al Uruguay a evaluar cuidadosamente las consecuencias jurídicas y políticas que conllevan esas decisiones en relación con la circunstancia de la ubicación física de su embajada en aquella ciudad y evitar que dicha circunstancia sea interpretada como un reconocimiento tácito de la validez jurídica de las medidas de anexión tomadas sobre territorios adquiridos por la fuerza".

Desde entonces, los integrantes de la comunidad internacional han procurado ser cuidadosos con la apertura de misiones diplomáticas en Jerusalén, en la medida en que entienden que es un territorio en disputa y el estatus final de la ciudad se definirá como parte de una solución negociada.

¿Qué es una oficina comercial y cómo es el caso de Uruguay?

Una oficina comercial puede o no ser parte de una misión diplomática. En los casos en los que forma parte de una embajada o consulado está a cargo de un funcionario diplomático dedicado a evacuar consultas sobre bienes y servicios de exportación, aranceles aplicables, normas sanitarias y de inocuidades, precios practicados y lista de exportadores. 

Además, debería poder informar a los productores y empresarios sobre posibilidades comerciales para sus productos, listas de importadores, exigencias arancelarias, cuotas de importación, normas sanitarias, entre otros datos.

En algunos países estas oficinas funcionan independientemente de las embajadas y su financiamiento no proviene del Estado sino de las cámaras de exportadores. En el pasado, Uruguay tuvo a la Dirección de Comercio Exterior (COEX), que dependía del Ministerio de Economía con presupuesto y funcionarios propios, pero vinculadas a las embajadas por razones de inmunidades y privilegios. Sus directores tenían rango de ministros consejeros.

El estado uruguayo tuvo oficinas en Buenos Aires, México, San Pablo, Bonn, Ginebra, Nueva York y Bruselas. Se suprimieron luego de la llegada del Frente Amplio al gobierno.

En 2017, Uruguay XXI y la cancillería implementaron un plan piloto de “antenas comerciales” en algunas ciudades –Pekín, Nueva York, San Pablo, Buenos Aires, Londres y Berlín–, en las que las “antenas” eran funcionarios diplomáticos, en algunos casos los cónsules, aunque no en todos. En Berlín, por ejemplo, el encargado era Paul Riezler, un hombre con perfil y amplia experiencia comercial designado por el expresidente Vázquez. El programa tuvo algunas dificultades de funcionamiento y cuando logró estabilizarse asumió el nuevo gobierno y, con ese cambio, perdió relevancia. 

En la actualidad, Uruguay no tiene contemplada en su marco jurídico la apertura de oficinas comerciales por fuera de las misiones diplomáticas. Algunas misiones tienen un sector comercial-económico que hacen la tarea.

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