Las historias de Cáceres con las figuras: de comer asados con Messi al mate con Ronaldo

Martín Cáceres regresó a la Juventus y volverá a convivir en un vestuario de estrellas donde el portugués Cristiano brilla con luz propia

Tiempo de lectura: -'

30 de enero de 2019 a las 05:03

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Afuera la gente bramaba. La majestuosidad del Giuseppe Meazza, el estadio en el que juega Milan, daba la sensación de un coliseo que esperaba el ingreso de los gladiadores. En un rincón del vestuario visitante un uruguayo. A su alrededor verdaderos pesos pesados: Alessandro Del Piero, Gianluggi Buffon, Fabio Cannavaro, Mauro Camoranesi. Las camisetas colgadas en los percheros. Los jugadores se calzaban los zapatos cuando el técnico iniciaba la última charla. Juventus, la Vecchia Signora, se disponía a salir a la cancha.

El Pelado Martín Cáceres esperaba un mensaje típico de un cuadro grande. Venía de convivir con Pep Guardiola y Lionel Messi en Barcelona. Pero el entrenador se despacho con un: “Vamos a intentar dar una buena imagen, no pasen la mitad de la cancha, traten de mover la pelota”. Cáceres abrió los ojos grandes e invadido por la incredulidad pensó: "Este no quiere ganar".

El Pelado no aguantó. No se pudo contener. Y le disparó a un compañero, como para que lo escucharan: “¿Para qué mierda vinimos a jugar acá si no vamos a jugar a ganar?”. Empezó el partido y Cáceres no jugó. “No jugué porque me peleé. Ahí tenés una de las cosas que tuve que aprender acá: que a veces no tenés que hablar”. La anécdota de Martín Cáceres en el libro Vamos que vamos sirve para introducirnos en la personalidad de un jugador que tiene la extraña particularidad de haber construido su carrera jugando y siendo seducido por los grandes equipos del mundo, además de haber jugado con los mejores.

AFP

El rápido repaso del archivo de su carrera permite entender la clase de jugador del que se habla.

El 12 de marzo de 2008 el diario Marca tituló que “Real Madrid y Chelsea pujan por la ficha del defensa que tiene un valor de 20 millones de euros”.

En la nota acotó que el multimillonario empresario ruso, Román Abramovich, dueño del club inglés, ofreció 10 millones de euros. A Villarreal, en ese entonces dueño del jugador, no le movió un pelo porque la cláusula de rescisión estaba fijada en 20 millones de euros.

El 27 de mayo de 2008, Villarreal rechazó una primera oferta de Barcelona por el Pelado. Fernando Roig, presidente de Villarreal, explicó que solo lo traspasaría si algún club abonaba la cláusula de 20 millones de euros.

Finalmente, Barcelona se sacó el gusto de llevarlo. En junio de 2008 lo compró a cambio de 16,5 millones de euros. Cáceres tenía 21 años.

Su valor fue destacado por el portal Futbolmercado, que en marzo de 2009 lo ubicó en una lista de los “chicos y millonarios”.

Cáceres figuraba como el defensor sub 21 más caro del mundo. Barcelona de España había pago 16,5 millones de euros por la ficha del jugador. Cáceres ocupó el primer lugar de la lista seguido del brasileño Breno de Bayern Münich por el cual pagaron 10 millones de euros al igual que David Luiz de Benfica.

Su espíritu ganador. Su versatilidad para ocupar cualquier puesto de la defensa y adaptarse a jugar en cualquier sistema, lo ubican en una categoría destinada para pocos.

Alguna vez el técnico de la selección, Óscar W. Tabárez, trazó un paralelismo cuando tuvo que analizar la ausencia del Pelado en un partido: “Que nos falte Cáceres en la defensa tiene la misma importancia que si nos faltara Suárez en ofensiva”.

A los 31 años, Cáceres volvió al club de su corazón: Juventus.

Una oportunidad única, para muchos inesperada. ¿Motivos? La edad, la forma en que se fue de la Juve (tras una serie de accidentes de tránsito) y la inestabilidad de los últimos años que lo llevó a jugar de a seis meses en distintos equipos. Cáceres pasó por: Southampton de Inglaterra y Hellas Verona de Italia en 2017 y al año siguiente militó en la Lazio de Italia.

Convivencia con estrellas

En un momento especial de su carrera, el Pelado tendrá que convivir en la Juve con la estrella de Cristiano Ronaldo. Un detalle que no es menor pero que para Martín se transforma en insignificante si se repasa su carrera.

Cáceres edificó su recorrido en el fútbol rodeado de profesionales que reciben la categoría de estrella.

Cuando fue a Barcelona se encontró con Pep Guardiola como entrenador, además de jugar al lado de jugadores como Lionel Messi, Eto’o, Henry e Iniesta.

Hizo buenas migas con quien consideró durante mucho tiempo el mejor jugador del mundo, Messi. Al grado tal que reveló a El Observador que armaban asados juntos.

“En la ciudad deportiva me cambiaba al lado de Dani Alves y Lio Messi con quienes hice amistad por ser sudamericanos. En el Camp Nou cada uno tenía su lugar asignado y me tocaba al lado de Silvinho y Puyol. Existe un gran profesionalismo en todo sentido, a la hora de hablar, en la vestimenta, para viajar por ejemplo hay que ir de traje. A Lio Messi y Silvinho los tenía de vecinos y salía asado con Dani, con Lio, que se ponía las manos para hacerlo porque yo no hacía nada”.

Con los tanos

Luego el Pelado llegó a Juventus. Jamás imaginó que el club de Turín le llegaría al corazón. Los 10 títulos conseguidos con la Vecchia Signora lo marcaron.

Pero el camino no fue sencillo. A modo de ejemplo le cambió el idioma. ¿Los compañeros? Estrellas por todos lados y de todos los países. El camarín era un crisol de idiomas.

El eterno capitán Buffon, Del Piero, Pirlo, Cannavaro, Chiellini (italianos), Pogba, Evra y Anelka (franceses), Khedira (alemán), Carlos Tevez y Dybala (argentino) y el chileno Arturo Vidal.

“En la Juventus me cambió el idioma pero el tano no es difícil y lo aprendí en el día a día. Es un club grande. Los tanos son más fanáticos, entonces se me complicaba para salir a comer. Tenía pocos lugares. Hablaba mucho con Trezeguet, a Camoranessi lo tenía a tres minutos de casa y pasaba todo el día con él. Cannavaro habla español, se defiende el monstruo. Es buena persona. Del Piero es otro, es un loco sencillo y humilde”, comentó a El Observador.

El Pelado es tan abierto en el trato personal que terminó tomando mate con las estrellas de la Juve.

"El mate lo llevé a Italia y tomé con los argentinos. Felipe Melo era otro que se prendía pero tomaba poco, después lo probaron Cannavaro y Grosso una vez", reconoció el defensa uruguayo.

El compañero más complicado que tuvo fue el camerunés Samuel Eto’o. “Fui compañero de Eto’o, era complicado por su forma de vivir, por su carácter un poco duro; por eso no se quedó en Barcelona. Yo no era gran amigo de Samuel pero hablaba y me llevaba bien”.

Mano a mano con Cristiano

En su tercer pasaje por la Juve, el Pelado volverá a encontrar una estrella de nivel mundial en el vestuario como el portugués Cristiano Ronaldo, al que enfrentó y eliminó del Mundial de Rusia 2018.

¿Cómo se llevarán? “La carrera que hizo habla por Cristiano. Sigue demostrando también en el fútbol italiano el campeón que es”, declaró el defensa uruguayo a la web oficial del club luego de firmar contrato por seis meses, este martes.

Para Martín hacer buenas migas con Cristiano no sería un inconveniente. Su habitual desparpajo lo hacen una persona querida y respetada en los planteles que integra.

¿Qué retos tiene Cáceres en esta nueva etapa con la Juve? El club está a las puertas de ganar otro scudetto (lleva 11 puntos al segundo, Napoli). A su vez está en plena lucha de la Champions donde su equipo se verá las caras contra sus compañeros de zaga de la selección Diego Godín y José María Giménez, en el choque de octavos de final en febrero y marzo.

No obstante, el desafío más importante que tiene por delante Cáceres pasa por la consolidación en la Juve, que le permita llegar en buena forma a la Copa América de Brasil, que se disputará en junio y julio próximo.

Cáceres sabe al club al que llega. Conoce el vestuario y a algunos de sus habitantes. No le tienen que decir cómo manejarse en la ciudad ni los lugares donde venden la mejor ropa. Y por lo pronto, sabe que si se olvida del mate, Cristiano tiene el suyo para compartir.

|

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.