Los ocho momentos del día en que tu hijo precisa que te desconectes

Se suele hablar mucho de los niños y adolescentes que pasan el día entero conectados con sus celulares, tabletas, computadoras, consolas de videojuegos, televisores y demás dispositivos. Sin embargo, la adicción a las pantallas no es un problema exclusivo de ellos. Los adultos también sufren de esta dependencia, la cual se vuelve problemática cuando los hijos están presentes y es tiempo familiar.

El sitio de tendencias Quartz publicó una lista de los ocho momentos del día en que los hijos precisan que sus padres se desconecten. El listado surge del libro The Big Disconnect de la psicóloga Catherine Steiner-Adair. Para el mismo, entrevistó a mil niños de edad preescolar hasta secundaria, quienes dijeron que sus padres estaban "perdidos en acción", enganchados a diario en mensajes de texto, correos electrónicos, chats o utilizando aplicaciones en su presencia.

Steiner-Adair explicó que, al revisar el teléfono de forma constante, estamos enviando un mensaje equivocado: "Está bien que no te preste atención, no sos tan importante. Nuestra conversación, nuestro presente juntos, nuestra relación, nada es prioritario". Además, escribió la psicóloga en Quartz, le estamos enseñando a nuestros hijos a hacer lo mismo.

Este es el top ocho más importantes para obligarse a la desconexión y disfrutar en plenitud a la familia.

1. Las mañanas

Desde que se levantan hasta que parten rumbo a la escuela, liceo o cualquier otra actividad es "uno de esos momentos de transición en los cuales los chicos precisan sentir que estás calmado y completamente presente para ellos", explicó Steiner-Adair. Los padres pueden levantarse antes para responder correos electrónicos o mensajes y así, al momento de preparar el desayuno o ayudarlos a aprontar la mochila, están concentrado en eso y no en la pantalla.

2. Al manejar

Los tiempos con los hijos son siempre reducidos para los padres trabajadores, por lo que lo mejor es aprovechar cada instante. En el auto, mientras uno maneja, es uno de estos tiempos. Se puede tener una conversación distendida y creativa en estos viajes. En cambio, cuando los padres optan por hacer llamadas, los niños y adolescentes son forzados a escuchar llamadas de adultos que les estresan.

3. Al pasarlos a buscar

"Los niños precisan y les gusta ser recibidos por alguien que se alegra de verlos", escribió Steiner-Adair. Hacer contacto visual y conectar con ellos es fundamental para estar presente de verdad, algo que no se consigue si estás escribiendo un mensaje.

4. Cuando llegan de la escuela o liceo

Mantenerse desconectados cuando llegan de la escuela o liceo es crucial. Es importante charlar sobre su día y crear "un tiempo y espacio calmado y refrescante para la transición", escribió la psicóloga.

5. Al llegar a casa

Terminar las llamadas, mensajes y mails antes de cruzar la puerta de la casa es un buen ejercicio para la transición propia. Para ello, también es importante que colegas y clientes sepan que uno está disponible y accesible hasta determinada hora y cumplirlo.

6. Las comidas

Prohibir las pantallas en la mesa es una de las reglas más simples y efectivas. Tener un lugar para poner los teléfonos apagados o en silencio durante la comida es una buena forma simbólica de hacer cumplir esta norma. Estas instancias familiares son muy importantes y evitar distracciones externas es una forma de demostrárselo a tus hijos.

7. Hora de acostarse

Al momento de ir a la cama, nada arruina el encanto de un libro infantil o un beso de buenas noches como un padre al cual le vibra el celular en el bolsillo o que, peor aún, directamente lo revisa. Para desconectarse del día, relajarse y dormir, ninguna pantalla tiene que estar encendida (en ningún cuarto).

8. Tiempo familiar

Puede ser un partido de fútbol, un paseo al parque o un almuerzo afuera: la idea es que los tiempos familiares sean compartidos con sus miembros y no con otros a través de los dispositivos móviles.