Los seis abrigos perfectos para hacer hygge este invierno

Breve guía de prendas ideales para acompañar el frío y disfrutarlo con felicidad

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12 de abril de 2019 a las 05:01

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Desde hace varios años las Naciones Unidas publica un estudio minucioso y extenso sobre la felicidad, el bienestar, los países y las comunidades. Este año en el podio volvió a aparecer por segundo año consecutivo Finlandia. Lo sigue Dinamarca (también una figurita habitual en el puesto número uno). Y allí, en ese pequeño país escandinavo, nació un concepto que tiene todo que ver con la felicidad. Hace cuatro años, por este lado del mundo, empezamos a escuchar con cierta insistencia la palabra hygge (aunque nadie sabe cómo se pronuncia).

El término, que no tiene traducción al español, es una estrategia de los daneses para sobrevivir al frío. El hygge es un estado, una sensación. Es estar frente a la estufa, con un café, un libro y un buzo de lana. O tomar el desayuno en la cama debajo de un acolchado de pluma. Es un momento de bienestar donde el frío no es el enemigo sino todo lo contrario. 

Aunque las temperaturas extremas del mundo escandinavo sean inviables en el Río de la Plata y el invierno sea más benévolo, el hygge también se puede practicar y disfrutar. 

Lana y bienestar

Los que trabajan con lana saben de su nobleza como textil. Las prendas de lana son duraderas, impermeables, incombustible, amigables con el ambiente y, por supuesto, son mucho más abrigadas, acogedoras, ideales para el hygge.  

Uruguay siempre fue un país lanero por tanto en la escena de la moda y el diseño nacional la lana suele ser un material frecuente en las colecciones de otoño invierno. Hay clásicos imbatibles como los ponchos y las ruanas de Manos del Uruguay o los sacones de Don Baez. Son piezas que perduran más allá de los vientos voraces de la industria. Pero con el crecimiento y madurez de egresados de las escuelas de diseño la lana ha empezado a aparecer de formas menos previsibles. Eso hace que haya una linda gama de piezas para elegir unas semanas antes de que entremos en las profundidades del invierno. A continuación seis abrigos ideales para la temporada alta de hygge que se avecina.

Buzo de Savia; polera de Clara Aguayo; y capa de Ana Livni

Manos, la firma de lana por excelencia, se unió con la web especializada en temas de moda y estilo de vida Mirada Couture poco más de un año atrás. Así nació la colección cápsula de Couture para Manos en el verano de 2018. Las piezas volaron más rápido que un suspiro. Ahora acaban de presentar su colección de invierno que incluye un poncho, un chal y un cárdigan, los tres en una amplia gama de colores porque el espíritu de Couture –y de sus creadoras– siempre ha sido colorido. El saco oversize es indispensable para un invierno más feliz. 

Ana Livni, cultora del slow fashion y uno de los exponentes más evidentes del diseño de autor nacional, dio vida para esta temporada la colección Contenidos Continentes. La capa Libre de lana de cashemere teñida artesanalmente es una pieza que trasciende los  bemoles de las tendencias. 

Recién llegada de una experiencia inolvidable en Somerset House en Londres, Clara Aguayo creó para los días de frío un buzo tejido en lana levemente hervida y teñido artesanalmente siguiendo con su filosofía de la consciencia y la sustentabilidad. Esta es una de esas prendas que no tienen competencia. 

Con el sello de Matilde Pacheco, la nueva colección de Don Baez, Agua, llega como una bocanada de aire fresco. Entre los puntos altos está el tapado Caspio, un abrigo cruzado y con cuello tejido aplicado. Está hecho en 100% lana fina sin teñir.  

Savia y Petra completan la lista con dos buzos básicos y acogedores, en los colores de esta temporada. En de Savia está tejido a máquina manual, es oversize, rompeviento, ideal para usar como caballito de batalla durante los meses que vienen adelante. El de Petra se llama Ártico y es una reversión de un modelo del año pasado. Fue tan exitoso que decidieron repetirlo con algunas pequeñas modificaciones. Según Agustina Oromí, su diseñadora, la clave fue la moldería súper favorecedora, la calidad de la lana merino y su comodidad. La nueva versión tiene cuello, para las que necesitan extra abrigo, y un ocho que le da un toque vintage. 

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