Para que el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) funcione correctamente, hay dos patas fundamentales: pronosticar bien y luego poder transmitirlo a la población de manera efectiva. Si una de las dos falla, la reputación del organismo se devalúa. Y luego de los fuertes temporales del último año y del arranque del 2017, tanto los aspectos de pronóstico como de comunicación fueron puestos en tela de juicio.
Por todo ello ya asoman en el horizonte cambios al funcionamiento del Inumet. Las nuevas autoridades están decididas a llevar adelante una reorganización "total" , según informó a El Observador una fuente del organismo. "Inumet está evaluándose totalmente", dijo el informante. La estrategia de comunicación será una de las áreas donde habrá cambios fundamentales.
Los jerarcas están convencidos de que los problemas del organismo estatal en ese rubro se arrastran desde hace muchos años, pero reconocen que al día de hoy persiste una clara "renguera" en ese sentido. De hecho, uno de los debates internos del organismo es que, según sostienen ellos, los errores en los pronósticos son cada vez menos frecuentes, pero al mismo tiempo sus fallas son más notorias debido justamente a los errores de comunicación.
Inumet viene además de otra tormenta interna. A finales del 2016 las anteriores autoridades fueron destituidas. Gabriel Pisciottano, el anterior presidente del organismo, fue cesado luego de meses turbulentos en los que recibió denuncias de maltrato del sindicato ante el Parlamento. Los trabajadores lo acusaban de actitudes "autoritaras", "falta de transparencia" y lo responsabilizaban por el cierre de estaciones meteorológicas, la pérdida de las muy importantes series de datos y el desmantelamiento de áreas técnicas. Además, Pisciottano había protagonizado en junio un incidente con una periodista de Búsqueda, a la que maltrató y echó de la oficina de Inumet cuando se presentó para chequear las denuncias de los trabajadores. Cuatro meses después lo sacaron del cargo.
Las nuevas autoridades, que fueron designadas por el presidente Tabaré Vázquez el 12 de diciembre, están concentradas en comenzar una profunda reestructura en varias áreas.
Las nuevas autoridades, que fueron designadas por el presidente Tabaré Vázquez el 12 de diciembre, están concentradas en comenzar una profunda reestructura en varias áreas. La flamante presidenta de Inumet, la licenciada en Ciencias Meteorológicas Madeleine Renom, decidió temporalmente dejar de atender las llamadas de los periodistas para concentrar la mayor cantidad de su tiempo en los cambios previstos en la gestión.
Voz monopólica
Lo que no está en discusión es que, de cara a eventos atmosféricos peligrosos, la única voz que podrá emitir alertas a la población seguirá siendo la de Inumet. La ley que creó ese organismo en 2013, que tuvo el apoyo de todos los partidos políticos, determinó que las advertencias meteorológicas son de "carácter oficial" y que los medios de comunicación deberán señalar a Inumet como fuente.
Este asunto despertó una fuerte polémica hace pocas semanas. Cuando ocurrió la tragedia de San Carlos a fines de diciembre, el prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, se fastidió porque algunos profesionales privados habían "relativizado" las alertas del Inumet, una actitud a la que calificó de "muy grave".
Al ver esos comentarios, el jerarca advirtió de que el gobierno analizaba iniciar medidas judiciales contra ellos. Pero pocas horas después dio marcha atrás. El asunto fue muy debatido en los medios de comunicación, pero lo cierto es que la ley que creó el Inumet habla expresamente de la posibilidad de aplicar sanciones a quienes cuestionen o relativicen una alerta meteorológica oficial.¿En qué se sustenta una medida de este tipo? Los expertos creen que cuando un temporal con características destructivas se aproxima, es necesario que haya una única voz que informe en forma clara y firme a la población.
A posteriori del temporal, sí habrá oportunidades para medir la calidad del pronóstico, pero, antes que suceda, la voz oficial debe ser palabra santa. De todas formas, falta otro factor: que la ciudadanía sepa qué hacer frente ante un efecto atmosférico adverso.
No solo Inumet tiene la visión de que debe haber una sola voz para las alertas. El licenciado en Ciencias Meteorológicas Mario Cafera, un experimentado profesional uruguayo que estudió en Bélgica y en Argentina, defendió el modelo del monopolio de comunicación que debe tener el Estado a la hora de pronosticar eventos peligrosos.
"La ley establece algo que es norma en todos los países: para fenómenos peligrosos tiene que haber una sola voz", dijo. "Eso de según fulanito o menganito solo pasa en Uruguay", sostuvo. A su juicio, a veces se desata una polémica entre los profesionales privados y el servicio oficial. "Eso es absurdo", afirmó.Las autoridades están enfocadas en trabajar a fondo en el funcionamiento del organismo que fue creado hace menos de cuatro años.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá