Matemático del GACH: "Se necesitan medidas más fuertes para bajar la cantidad de casos por día"

Uruguay tiene dos grupos que piensan a la pandemia en números, por un lado, el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) que tiene un equipo de modelos y ciencia de datos y por otro lado, el Grupo Uruguayo Interdisciplinario de Análisis de Datos de Covid-19 (Guiad). El matemático de la Facultad de Ingeniería Marcelo Fiori integra ambos equipos y conversó con El Observador sobre algunos indicadores claves para entender la pandemia.

¿Qué se debe mirar para seguir la evolución de la pandemia, teniendo en cuenta que la cantidad de tests diarios varía?

No sabemos qué pasaría si se hicieran más tests, no podemos decirlo a ciencia cierta. La positividad es importante, puede ser cierta la explicación que dio el ministro en la conferencia de prensa sobre que se está pescando en una pecera más selectiva. Pero, con una tasa de positividad alta puede pasar que se nos estén escapando casos. 

Salvo en las primeras semanas, nosotros estábamos en un índice de positividad menor al 5%, entonces estábamos bastantes seguros de que no se nos estaban escapando demasiados casos positivos. Cuando uno pasa el 7% u 8% hay más riesgo de que se estén escapando casos.

A su vez, los ingresos a cuidados intensivos, de alguna manera, se pueden usar para intentar estimar cuántos casos positivos tendría que haber, porque los ingresos a CTI están bien contabilizados y está bastante bien entendido que, mas o menos, el 1,3% de los casos positivos terminan ingresando a CTI aproximadamente una semana después de haber sido diagnosticado.

O sea que con los ingresos a CTI se puede saber cuántos casos hubo hace una semana por día

Con una semana de retraso se puede decir, en función de los casos que hay en CTI, cuántos casos tendría que haber tenido hace una semana, para poder explicar estos ingresos a CTI que hay hoy, si se hace la cuenta para atrás. Pero en días estamos en un escenario de mucha variabilidad por las fiestas y porque la gente se fue de vacaciones, entonces los de ahora son números muy inestables.

Los números de casos de CTI en este momento no muestran que de los casos de hace una semana se nos estén escapando muchísimos, pero es difícil decirlo con seguridad. Quizás, dentro de una o dos semanas sí podríamos decirlo.

¿Por qué no se llegó a los 1.200 casos por día a fin de año?

Las afirmaciones que hizo el presidente el 30 de diciembre sobre que le estábamos ganando a las gráficas fueron respecto a las proyecciones del GACH, que estaban hechas con los números previos al 30 de diciembre. Con una realidad muy distinta, primero porque la dinámica de la población es muy distinta entre las primeras semanas de diciembre y la semanas de las fiestas y enero. El GACH hizo esa proyección teniendo en cuenta cómo venía la curva con esa dinámica, la de octubre, noviembre, principios de diciembre y daba eso. Pero cambió la dinámica de la población, por las licencias y las fiestas que alteran la dinámica, como pasó en todo el mundo. Por otro lado, pudo haber algún efecto de las medidas.

Decir que le estamos ganando a las gráficas porque no llegamos a los 1.200 casos por día me parece peligroso porque da un mensaje de "estamos bien" y no, no estamos bien.

El 16 de diciembre el gobierno anunció medidas "tendientes a reducir la movilidad", pero en los hechos eso no fue así en Montevideo, ¿Cómo incidió este indicador en la dinámica de la pandemia?

Nosotros en el Guiad hicimos un estudio sobre cómo afecta la movilidad en el número de reproducción de la epidemia, el número R, que indica a cuántas personas contagia un infectado. El informe se hizo en un escenario de pandemia controlada cuando la estrategia de testeo y rastreo era lo más importante para mantener el control. En ese momento no observamos una relación entre el aumento de movilidad y el número de reproducción. 

Eso ahora ya no es así, ahora estamos en un modo en el que el seguimiento y rastreo de contactos es marginal, ayuda, pero estamos en una etapa en la que no se puede controlar la epidemia solo con eso porque tenemos una movilidad distinta. La gente durante el año se mueve en donde vive y ahora la movilidad que se da entre balnearios o entre Montevideo y otros departamentos y eso va a ser muy difícil medir son las consecuencias de eso.

En este escenario la movilidad nos puede decir, siendo Montevideo el epicentro de la pandemia, cómo la movilidad hacia los balnearios movió o no parte de la carga a Maldonado, Rocha o Canelones. Eso lo vamos a ver más a la vuelta, cuando termine la segunda quincena de enero, cuando se retome la vida en Montevideo y el área metropolitana.

¿Puede haber un efecto rebote en Montevideo?

Ese es el punto que más me preocupa ahora. Incluso puede ser que se de una relativa estabilidad de los números en enero, que no pasemos de mil casos y eso dé una sensación de relativa tranquilidad, cuando en realidad lo óptimo sería que el número de reproducción sea menor a uno. Pero, si mantenemos esta sensación de estabilidad, cuando volvamos a la vida montevideana se puede volver a descontrolar. Es uno de los mayores temores que tenemos.

El corrimiento hacia el este puede enfriar a Montevideo e incluso mantener un número de reproducción menor a uno en Maldonado, Rocha y Canelones, porque las dinámicas son distintas. La gente está con su familia, va a la playa y no va al trabajo y ve a otra gente; se mantiene más en burbuja que en Montevideo donde tiene otra vida social y laboral. Entonces, puede pasar que en enero se mantengan unos números que no exploten, aunque eso está ligado a la dinámica de la gente en sus vacaciones. La vuelta a Montevideo nos preocupa a todos.

Usted decía que la estrategia de seguimiento y rastreo ahora es marginal, entonces ¿cuál es la estrategia?

Las única manera para volver a la epidemia controlada, es aumentar la reducción de la movilidad. España, Italia, Reino Unido o Nueva York empezaron un confinamiento un día y una semana después se ve cómo la cantidad de casos por día empieza a bajar drásticamente. Entonces, hay distintos niveles de confinamiento y hay que jugar con eso. Escuelas abiertas, si o no, bares, si o no. Hay un espectro muy grande. 

En países como Australia, Nueva Zelanda observamos que una semana después de que empieza algún tipo de confinamiento, los casos empiezan a bajar. Pero cuando levantan el confinamiento antes de tener la situación controlada, algo que le pasó a Paraguay, República Checa y Reino Unido, se volvió a disparar. 

Hay una modalidad de la epidemia en la que con el rastreo y seguimiento de contactos se puede mantener controlada. Cuando se sale de esa situación, ahí ya no se puede volver a tener la epidemia controlada con las mismas medidas. El seguimiento y rastreo de contactos no nos va a hacer volver a los niveles que teníamos en julio o agosto, se necesitan medidas más fuertes para bajar la cantidad de casos nuevos por día. Esas estrategias más fuertes puede ser en la línea que anunció el presidente el 16 de diciembre pero, en el Guiad nos quedamos con la sensación de que no eran suficientes.