Matías se tatuó a Pacheco en la piel

El fanático de 13 años se pintó para siempre en su brazo izquierdo el autógrafo del capitán; el martes se lo fue a mostrar y a agradecer al futbolista

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29 de octubre de 2013 a las 16:09

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Matías, que tiene 13 años y vive en Brazo Oriental, llamó a Antonio Pacheco, que después de las fotos con las quinceañeras ya había puesto rumbo a la concentración nuevamente, abrazó a su ídolo y le mostró un tatuaje que se había realizado la semana pasada en su antebrazo izquierdo. Tony le acarició la cabeza, en un claro gesto paternal, le preguntó cómo estaba y si iba a mirar la práctica. El pibe le dijo que sí, pero que había llegado para mostrarle el tatuaje que tenía. Enseguida, el fanático hincha del capitán y de Peñarol, se bajó el buzo y enfiló para la cancha número 1 de Los Aromos.
La más pura expresión del hincha fanático había quedado frente a frente con los periodistas de El Observador.

Con timidez, pero seguridad por el paso que había dado, tatuar para siempre en su piel el autógrafo de Pacheco, Matías empezó a explicar los entretelones de la trama que llevaron a un momento que marcó la vida del pibe.

“Me tatué el autógrafo por lo que significa Tony. Vos decís Tony y decís Peñarol”, explicó.

“Un día llegue tarde al liceo y le dije a mi madre: ‘Vamos a Los Aromos’. Entonces vinimos y no pudimos pasar”, continuó relatando Matías mientras miraba su tatuaje que aún mantenía la piel enrojecida. Ese día que fue con su madre y esperó afuera de Los Aromos la salida de los jugadores, “el primero en salir fue Darío Rodríguez. El último Tony. Cuando salió le pedí que me firmara la camiseta”, agregó.

Matías recuerda lo que sufrió el día de la fractura de Tony, en la primera fecha del Apertura 2012-2013. “Ese día no canté más, estaba apagado, cuando llegué a casa me puse a llorar, como si me doliera a mí”, explicó.

Luego el relato volvió a los últimos días, cuando llegó para pedir el autógrafo al capitán. “Le dije a Tony que me firmara el brazo, que me iba a tatuar. ‘¿Estás seguro?’, me dijo él. ‘Sí, por vos Tony lo que sea’, le respondí. Me firmó el brazo y el viernes me lo tatué.

Ahora (después que volvió a Los Aromos para mostrarle el tatuaje a Pacheco) tengo ganas de llorar pero no me salen las lágrimas”, precisó.

Consultado acerca de si el capitán de Peñarol es un ídolo, dijo: “Es más que un ídolo, es un prócer”.

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