Ministros asumieron con énfasis en el “orden”, los “límites” y la “transparencia”

Los nuevos secretarios de Estado coincidieron en los llamados a aplicar la ley y ser austeros, así como en el diagnóstico negativo del país que deja el gobierno frenteamplista.

Jorge Larrañaga, el primero en asumir temprano en la mañana, no demoró en marcar el tono de los restantes discursos. “Frente al fracaso de las políticas sociales, educativas y de seguridad, estamos ante una situación extremadamente compleja en materia de convivencia”, alertó el nuevo jerarca. El líder de Alianza Nacional mencionó “deficiencias” en el combate contra la delincuencia y dijo asumir “con el objetivo de restituir el orden, el respeto y el imperio de la ley como base de convivencia”. 

La apelación a la ley como rectora de la acción estuvo presente en las palabras de otros ministros. El colorado Ernesto Talvi (Cancillería) llamó a defender el “orden internacional” y actuar “conforme a derecho” en materia de relaciones exteriores. El nacionalista Javier García (Defensa) se comprometió a ejercer “todas las responsabilidades” y “la autoridad legal” que le “corresponde”. 

El orden también apareció como concepto en la esquina de Colonia y Paraguay, donde está la sede del Ministerio de Economía y Finanzas, así como en 18 de julio y Fernández Crespo, puertas adentro del Ministerio de Salud Pública. Azucena Arbeleche, que este lunes se convirtió en la primera mujer en asumir como jefa de las cuentas públicas del Estado hizo hincapié en la importancia de “los equilibrios macroeconómicos” –un término siempre presente en los discursos de su predecesor, Danilo Astori– y la necesidad de “poner límites a los gastos del gobierno”. 

En el caso de la Salud, el subsecretario José Luis Satdjian dijo que “el sistema hoy está descontrolado” y que el nuevo gobierno va a “intensificar el control” y “superar los obstáculos que las sucesivas malas administraciones han dejado”. 

El ministro Daniel Salinas (Cabildo Abierto) abogó por una gestión “eficiente”, un término que también resaltó Luis Alberto Heber al asumir como ministro de Transporte y Obras Públicas. "No vamos a admitir ninguna actitud que manche al gobierno del Partido Nacional", dijo el líder del herrerismo, quien agregó que "no hay derecho a que haya una mancha después de tantos años de militancia". 

Tiempos difíciles

Otro factor común de los discursos fue la mención a la "complejidad" de los tiempos que le tocan al nuevo gobierno. Arbeleche dijo que al país le "esperan tiempos desafiantes", particularmente en la economía, "tanto por el panorama nacional como por la incertidumbre de la región y el mundo". El ingeniero Omar Paganini, que asumió como ministro de Industria, dijo que el país está "en un momento complicado en términos generales, tanto por problemas macroeconómicos como por algunos problemas de costos específicos, como los de energía". 

La "competitividad" fue otro elemento en común. A ella refirieron Arbeleche, Paganini y Germán Cardoso, que asumió como ministro de Turismo y dijo que Uruguay "está caro como país". 

Asociado a esas dificultades que avizoran las autoridades, otro concepto que afloró fue el de la escasez de recursos. En algunos casos ese diagnóstico se tradujo en mandatos de austeridad, como en el caso de Heber. "Sé que hay direcciones que me han pedido más personal. No va a ser factible. Vamos a trabajar con lo que tenemos", dijo el nuevo jerarca. García, en tanto, habló de "precariedad" en dos de sus fuerzas, la Armada y la fuerza Aérea. 

Dos ministros que se refirieron a las precariedades desde una perspectiva más asistencialista fueron Irene Moreira (Vivienda) y Pablo Bartol (Mides). La dirigente de Cabildo Abierto afirmó que su "prioridad" será que "todos los compatriotas puedan acceder a un techo digno", combatiendo así el "déficit de decenas de miles de viviendas" en todo el territorio. Por su parte, Bartol dijo que "en los últimos años Uruguay ha crecido económicamente pero hay gente que no logró beneficiarse de ese desarrollo económico”. 

Su subsecretario, Armando Castaingdebat, fue muy aplaudido cuando señaló que "ni las políticas sociales ni la agenda de derechos empezaron hace 15 años". "Los problemas sociales no tienen color político, las soluciones tampoco", afirmó. La "desideologización" de las políticas fue un asunto también comentado por Talvi en relación a la política exterior. "Las relaciones son con Estados, no con gobiernos", dijo el colorado, y se comprometió a actuar según estándares de "profesionalismo" y no por "afinidades ideológicas".