D. Battiste

Nuestro decepcionante fútbol

Un clásico sin recursos técnicos, tácticos ni estratégicos

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25 de abril de 2018 a las 05:00

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En junio, gran parte del país se detendrá para ver jugar a la selección uruguaya en el Mundial de Rusia. Hay quienes se ilusionan con llegar lejos, incluso con salir campeones. La imaginación humana tiene eso que incluso a la fe religiosa le cuesta entender pero, a fin de cuentas, de ilusiones cumplidas se ha hecho la historia de la humanidad.
De acuerdo a pronósticos de compatriotas, como también de gente de fuera, Uruguay llega con posibilidades de hacer al menos un buen papel. Según eso, y al hecho de que este será el tercer mundial que disputará de manera consecutiva la selección de un país con tan pocos habitantes, el fútbol uruguayo estaría viviendo algo parecido a un renovado esplendor. Sin embargo, la realidad dice otra cosa.

El fútbol local es un desastre mayor, de acuerdo a lo visto en el partido de Peñarol y Nacional el domingo pasado. De haber un ranking mundial de los peores partidos de fútbol del año, ese figuraría entre los cinco primeros. Y no se trató solamente de lo aburrido del espectáculo, de saber que solo podría haber goles de mediar un error del oponente, sino de la paupérrima exhibición de eso que en las ligas europeas se llama "fútbol", pero que nada tiene que ver con lo que se juega en Uruguay.

Porque de eso se trata, de saber ¿qué es eso que en Uruguay llamamos fútbol? Si lo de Nacional fue lamentable por la carencia de recursos técnicos, tácticos y estratégicos, lo de Peñarol fue incluso peor. ¿Cómo un equipo que pretende salir campeón no puede hilvanar una sola jugada de gol en TODO el segundo tiempo y juega 45 minutos de igual pésima forma? El gol de Peñarol fue por casualidad, lo mismo que el de Nacional, producto de una desatención de un defensa aurinegro al que le ganaron la espalda.

Eso, si se quiere, es lo más preocupante: la proliferante cantidad de errores técnicos que cometen futbolistas que integran los planteles de los dos clubes principales, para los cuales seguramente no juegan gratis. Por si faltaba recordarlo, la selección es resultado de los futbolistas uruguayos que están fuera, no del rudimentario fútbol que se practica aquí y que impide tener esperanza en volver a ganar algún día una copa Libertadores.
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