Villa Española: hicieron 54 allanamientos, encontraron drogas y detuvieron a 16 personas

Además, se incautaron siete pistolas, dos escopetas y un revólver, varios tipos de droga –pasta base, marihuana, cocaína, pastillas–, y $167.647

El operativo procuró desarticular la banda de un narcotraficante local, conocido como "el Negro Paolo", el cual tenía control sobre varias bocas en la zona, además de que se lo investiga por tráfico de armas. A diferencia de otros grupos criminales, como el Clan Figueroa en el Complejo Quevedo o los Chingas en Los Palomares, este grupo ni era una banda familiar ni tampoco expulsaba a personas de sus hogares. 

Para llevar adelante los allanamientos se obligó el cierre de los servicios públicos incluidos en el área delimitada por las calles José Pedro Varela, Dámaso Antonio Larrañaga, camino Corrales, José Batlle y Ordóñez y Avellaneda, entre la hora 7 y las 12 de este mediodía.

“Esta medida busca minimizar riesgos de la ciudadanía mientras se desarrolla el despliegue de las diversas unidades de la Policía Nacional que llevan adelante el operativo”, informó la cartera de seguridad en un comunicado.

Como parte de la prevención,  permanecieron cerrados el Centro Juvenil Apuesta Joven, las policlínicas León Duarte y Yucatán, los clubes infantiles Unidos por los Niños, Presentación de la Virgen y Rincón de Todos, y las escuelas 89, 117 y 215.

La intervención, de la que también participaron personal de UTE y OSE, quienes constataron una conexión irregular de energía eléctrica, se enmarca en una serie de operativos que el gobierno lleva adelante desde el año pasado en barrios de la periferia de Montevideo para desarticular bandas delictivas que extorsionan a vecinos para desarrollar sus negocios ilícitos.

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La última intervención de este tipo tuvo lugar el jueves 4 de octubre en el barrio Jardines del Hipódromo, cuando se buscó detener a los integrantes del clan Figueroa que había desplegado en los últimos meses una estrategia de apropiación del lugar. Al otro día, seis personas fueron llevadas ante la Justicia, entre ellas los dos líderes del grupo, una mujer a la que se imputó un delito de negociación de estupefacientes y de lavado de activos, y su pareja, a quien se acusó de tráfico de drogas, lavado de activos y tráfico interno de armas de fuego.

Por otra parte, el “fortín” narco que se había instalado en el lugar –al cercar todo el complejo con alambre de púas y desplegar un sistema de seguridad privada que incluía 36 cámaras y guardias apostados en las puertas de ingreso– también fue desmantelado.

El otro barrio que ha sido objetivo de constantes ingresos de operativos policiales es Casavalle, en la zona del complejo de viviendas Los Palomares. Allí operaba la banda de narcotraficantes los Chingas, hasta que fue desarticulada a fines de diciembre del año pasado, luego de que durante un año desalojaran a al menos 110 familias de sus casas para utilizarlas como base de operaciones. Pese a que sus líderes se encuentran en prisión, la banda familiar todavía tiene actividad: este lunes, de hecho, fue detenida la sobrina de la líder de la banda, Mónica Sosa, quien está en prisión por delitos de usurpación y hurto de energía y agua potable.