Placa roja: Carozo no murio; está con faringitis

Placa roja: Carozo está con faringitis.

“Así es. El perrito cachetón celeste que me acompaña  todas las tardes tiene dolor. Carozo, que te mejores” Amplia desde el estudio de Crónica, Narizota.

Desde un móvil en la lotería nacional le mandan un beso al muñeco y también a De la Rua, que también necesitaba sopa mientras un zócalo decía: “mañana próximo parte médico”
Debajo del escritorio, José Luis Telecher, estira los brazos, mueve las manos, rebolea los codos, se apoya sobre un almohadón y cambió de tono. Creo la cara de los dos muñecos con tela de corderito regalada de una fábrica de Once, y los ojos eran botones de tapados de invierno. 
Telecher siempre fue la voz de los dos, pero el cuerpo de uno: Su hermana Patricia era la titiritera de Carozo, que para no quedar tarde de las palabras nunca cerraba la boca.

Cavallo anuncia un 11% de ajuste a los jubilados de la mínima
mientras Carozo presenta un móvil desde la bolsa de comercio.

No se sabe que es más absurdo. 

Grita los días que faltan para la primavera.
Después pide una carrera en el Hipódromo de San Isidro.
Después una abuela que cumple 102 años con 30 nietos.
A la hora de contar un derrumbe de una obra con 
obreros atrapados hace silencio.
Los humanos opinan de todo, los muñecos no y 
alguien que representa a un niño no debe saber que es la muerte.

En ese momento, Pinky que estaba en el estudio de al lado, 
paró la grabación de “las décadas”, dejo esperando al invitado
y se puso a espiarlos: hasta que Carozo y Narizota no terminaron
ella no volvió a su programa. 
El invitado era Carlos Menem.
Tener poder es hacer reír. 

Carozo y Narizota están hechos de restos. 
El pueblo también. 
Inventar desde las sobras vale doble si haces feliz a alguien.
Ellos lo hicieron.

La vida dura un ratito.