El empleo como prioridad para la negociación salarial y los 59.000 que perdieron el 100% de su ingreso, según el MEF

En la exposición de motivos de la ley de Presupuesto, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) proyectó para 2021 que la población ocupada sea de 1,62 millones, lo que implica un aumento de casi 50 mil personas respecto al año anterior. Pero tomando en cuenta que el PIB crecería 3,5% y no 4,3% -en buena medida por el cierre de fronteras y su efecto en el turismo-, la recuperación del empleo probablemente estará por debajo.

“Eso podría llegar a traccionar un poco menos. Estamos afinando números y nuestro mensaje es: estamos esperando una recuperación de los puestos de trabajo quizás un poco menor de lo que estimábamos en la ley de Presupuesto”, dijo a El Observador la directora de Política Económica del MEF, Marcela Bensión.

La inflación en los nuevos ajustes

¿Qué línea seguirá la próxima pauta salarial para el sector privado tomando en cuenta las proyecciones de PIB, las perspectivas para el empleo y las mejores expectativas de inflación?

Bensión recordó que en 2020 las negociaciones salariales tuvieron a los desempleados como “centro”, y ese será nuevamente un aspecto en el que se hará foco. “Esas 59 mil personas perdieron el 100% de sus ingresos y eso tiene que ser el principal tema a defender: empleo, empleo y empleo. Estamos vislumbrando un mercado laboral mejor, pero seguimos muy cautelosos procurando sacar de ese desempleo a la mayor cantidad de trabajadores posibles. Es en ese sentido que negociaremos los aspectos salariales en la novena ronda”, afirmó.

El Poder Ejecutivo todavía no resolvió el contenido de la pauta oficial, es decir cómo serán los ajustes, qué tipo de acuerdos se promoverán, y si habrá o no diferencias entre sectores tomando en cuenta la gran heterogeneidad que hoy existe en los niveles de actividad. Lo que sí se sabe es que esa pauta irá en línea con la trayectoria bajista que se espera para la inflación durante este y el próximo año.

“Está claro y lo hemos dicho en varias oportunidades. Para ser creíbles y cumplir las metas tiene que haber una consistencia entre la política fiscal, la política monetaria y  la política  de ingresos. Si no hay una consistencia entre estas tres políticas es muy difícil cumplir los objetivos. Decididamente tenemos que tener salarios que aumenten acorde a lo que se espera de la inflación”, afirmo Bensión.  La funcionaria puso como ejemplo el último convenio salarial firmado en la salud privada, que prevé durante 2021 y 2022 incrementos en base a la inflación esperada (futura).

¿Qué pasará con el salario perdido en el período puente?

Hay otro aspecto nada menor pensando en la próxima ronda de negociación salarial. En la ronda puente se estableció que el salario real perdido en ese período se empezará a recuperar a partir de enero de 2022, si el PIB crece en 2021. A eso se comprometió el gobierno, aunque no se definió a qué ritmo se procesará esa recuperación.

¿Se va a respetar ese compromiso? “Básicamente ese compromiso está. Lo que va a haber que sopesar sobre la mesa es en qué medida esa recuperación tracciona o impide traccionar la variable empleo que entendemos que es la más crítica en este momento”, respondió Bensión.

Por otro lado, también hay que tener en cuenta que el escenario tiene algunas diferencias con lo que se esperaba cuando se definieron las condiciones de los acuerdos puentes en junio pasado. Por ese entonces se proyectaba una caída del salario real de entre 3% y 3,5%, en función de la evolución del PIB. Según los sindicatos, con esos números la recuperación se podría procesar a futuro en dos o tres ajustes.

Pero dada la fórmula salarial vigente, las nuevas proyecciones oficiales para el PIB llevarían a una mayor pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores al final del período el próximo 30 de junio.

A los efectos de la fórmula salarial el criterio para el cálculo de PIB sería con la “metodología vieja”, según afirmó días atrás el ministro de Trabajo Pablo Mieres a Del Sol Fm. De esa forma la caída de la actividad a computar sería de 4,8%. Esa situación supone un escenario más complejo del que se había programado originalmente, y podría retrasar algo más en el tiempo la recuperación salarial.