Preocupación emergente: blancos dejan de ver a Sartori como "un producto de cotillón"

Cuando pisó suelo uruguayo para plantar la bandera de su precandidatura, para los blancos Sartori era solo un empresario multimillonario que vivió casi toda su vida en el exterior y que vino al país a iniciar una carrera política. Ahora, para esos mismos dirigentes, sean del sector que sean, Sartori es un empresario multimillonario que vivió casi toda su vida en el exterior y cuya intención de voto -que marcó el crecimiento más importante en la interna nacionalista- "preocupa".

La preocupación no resulta tanto de la reavivada competencia electoral, dicen los más optimistas, sino de que ninguno de ellos conoce realmente qué es lo que Sartori piensa. Apenas saben de una propuesta de crear 100 mil puestos de trabajo en un quinquenio y de bajar impuestos aunque el empresario devenido en político no dio ninguna pista de cómo piensa hacer para lograr eso. Tampoco conocen quiénes son los técnicos y políticos que lo asesoran porque Sartori juega como el hombre solo en el escenario.  

“Sartori es como un enigma. No sé qué piensa. Ha quedado legitimado como un candidato más y está compitiendo”, dijo a El Observador el diputado Pablo Abdala, de Alianza Nacional. Para el representante, “no hay duda de que es una novedad” y su visibilidad, opinó “no a modo de crítica”, se debe a que “está gastando mucho dinero”.  

Abdala dijo que si bien se ha hablado sobre su crecimiento en las encuestas en reuniones o encuentros informales del sector, no es algo en lo que se focalicen. Al menos por ahora.

Jorge Gandini, en tanto, se mostró un poco más preocupado y afirmó que el resultado que tenga en las elecciones internas, que si se acerca a la intención de las encuestas será bueno, debería ser una señal de alerta “a tener muy presente para todo el sistema político y no solo para el Partido Nacional”. “Sería demostrar como que la comedia de las 5 de la tarde es más importante que la discusión política”, dijo, un poco en broma, y mucho más en serio.

El líder de Por la Patria lo definió como “un producto de cotillón que ahora empieza a tener relevancia”. Es decir, según manifestó Gandini, en la medida en que comienza a crecer en las encuestas, los dirigentes lo empiezan a mirar con atención. “Si crece se transforma en la llegada al Uruguay de una nueva forma de hacer política”, dijo.

El sector del precandidato Jorge Larrañaga no es el único que empieza a mirar con un poco más de atención al empresario. En el sector Todos, de Luis Lacalle Pou, también se ha conversado el tema en las últimas semanas.

Fuentes del sector indicaron a El Observador que lo que más los sorprendió fue la suba en la intención de voto que mostró la encuesta de Equipos Consultores, que pasó de 2% en diciembre a 16% en marzo. 

El desafío que les puede deparar Sartori a los lacallistas puede venir después de junio, si ganan las elecciones internas. Si Sartori sigue creciendo y llega a superar a Larrañaga, es probable que Lacalle Pou deba negociar con un dirigente totalmente desconocido.

Tres fuentes del sector señalaron que el mayor temor es que desconocen el proyecto político de Sartori hacia el futuro. Es decir, qué hará en caso de que pierda las internas, algo probable pese a su crecimiento. Un dirigente blanco de las filas de Lacalle Pou lo resumió con la imagen de un gran signo de interrogación.

Lo que sí está definido es que la estrategia del precandidato que lidera las encuestas seguirá tal como se planteó en un principio y el factor Sartori no hará variar los pasos a seguir.

En otros sectores del partido también miran a Sartori de reojo y con más detalle cuando una consultora saca una nueva encuesta. El enigma del multimillonario que aterrizó en la política uruguaya ahora pasó a ser motivo de atención para los blancos: ellos todavía no saben quién es Juan Sartori.