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Renuncias, moción de censura y una salida en veremos

La primera ministra británica enfrentó la dimisión de cuatro ministros en tres horas
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16 de noviembre de 2018 a las 05:02

En la noche del martes todo parecía encaminado. Con esperanza en que todo continuaría sin mayores tropiezos, el gobierno británico anunció que los negociadores del Reino Unido y la Unión Europea habían llegado a un proyecto de acuerdo sobre el brexit.

Un día después, los miembros del gabinete de la primera ministra, Theresa May, pese a mantener diferencias entre sí, también apoyaron el acuerdo en una reunión que se prolongó por cinco horas. La salida del Reino Unido de la Unión Europea, después de casi dos años de negociaciones, veía la luz. Sin embargo, nadie previó lo que pasaría el jueves.

A partir de la mañana y en el correr de unas pocas horas, su ministro del brexit, Dominic Raab, la secretaria de Estado británica del brexit, Suella Braverman, y otros dos miembros de su ejecutivo renunciaron luego de conocer el texto negociado con la Unión Europea.

"No puedo reconciliar los términos del acuerdo propuesto con las promesas que hice al país", afirmó Raab en su carta de dimisión publicada en Twitter.

Raab, un euroescéptico nombrado en julio tras la dimisión del anterior ministro del brexit, David Davis, renunció menos de una hora después de que lo hiciera el secretario de Estado británico para Irlanda del Norte, Shailesh Vara.

Pocos minutos más tarde, la ministra de Trabajo y Pensiones, Esther McVey también dejó su cargo.

"El acuerdo que puso usted ayer frente al gabinete no honra el resultado del referéndum" de 2016, en que un 52% de británicos optaron por salir de la Unión Europea, escribió McVey quien votó a favor del brexit en aquella consulta.

Pero ahora, May enfrenta una rebelión en las filas de su Partido Conservador, a la vez que en la oposición, el Partido Laborista y el Partido Liberaldemócrata también se oponen al proyecto de acuerdo.

¿Habrá censura?

Luego de las renuncias inesperadas, May debió enfrentarse al parlamento para defender ante los legisladores el proyecto de acuerdo al cansado con Bruselas. Para que el texto se convierta en realidad, necesita la aprobación oficial de los líderes europeos reunidos en una cumbre y la ratificación posterior de los parlamentos europeos y británico.

"Podemos elegir salir de la UE sin acuerdo, podemos elegir que no haya brexit o podemos elegir unirnos y respaldar el mejor acuerdo posible", afirmó la primera ministra ante la Cámara de los Comunes, donde partidarios y detractores del brexit fustigaron el texto aprobado.

Y después de sus explicaciones, que varios parlamentarios cuestionaron con molestia, May se vio expuesta a una moción de censura propiciada por el diputado conservador Jacob Rees-Mogg.

"Lamentablemente, el proyecto de acuerdo de salida presentado al parlamento hoy ha resultado ser peor de lo que anticipábamos y no cumple con las promesas que se hicieron a la nación", escribió Rees-Mogg, líder del grupo probrexit European Research Group que cuenta con el apoyo de decenas de diputados.

El proceso de censura se inicia si 48 legisladores de la formación de May escriben peticiones similares. Otros lo hicieron ya discretamente en los últimos días y la prensa británica especula con que pronto podría alcanzarse ese número tras la presentación del texto.

Los defensores acérrimos del brexit en el seno del Partido Conservador reprochan a la jefa del gobierno haber hecho concesiones inaceptables a Bruselas.

Por qué no quieren el acuerdo

Durante casi un año y medio los negociadores británicos y europeos discutieron para acordar en un texto de 585 páginas el procedimiento de retirada de Reino Unido el 29 de marzo y el período de transición hasta finales de 2020, al que se sumará una declaración sobre la futura relación entre ambas partes.

Uno de los puntos que más generó resistencias para aprobar el acuerdo fue el de la frontera entre Irlanda del Norte –que forma parte del Reino Unido- y la República de Irlanda. Según explicó BBC, tanto Londres como Dublín querían evitar volver a tener una barrera con puestos de control y aduanas.

El medio indicó que los dos gobiernos consideran que esto puede poner en riesgo el proceso de paz con el que se puso fin a los años de violencia, en momentos en los que el IRA (Ejército Republicano Irlandés) apoyaba la separación de esa región.

El proyecto incluye una cláusula llamada backstop que se pondría en marcha si no se logra un acuerdo definitivo. Lo que se haría es evitar que las dos regiones volvieran a tener una frontera delimitada pero obligaría al Reino Unido a permanecer dentro de "un territorio de aduanas único", señaló BBC.

Eso quiere decir que entre Londres y la Unión Europea no habría tarifas aduaneras, pero si los británicos quieren imponer sus tasas a las importaciones de otros países extracomunitarios, no podrán ser más caras que las que les impone la Unión Europea.

En tanto, los europeos lanzaron los preparativos para organizar una cumbre extraordinaria el 25 de noviembre para "formalizar" el acuerdo.

"Por mucho que me entristezca verlos marcharse, haré todo lo posible para que esta despedida sea lo menos dolorosa posible para ustedes y para nosotros", dijo a los británicos el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

¿Segundo referéndum?

Los partidarios de un segundo referéndum sobre el brexit volvieron a sentirse optimistas este jueves tras la amenaza lanzada por May en el parlamento de que un rechazo al acuerdo alcanzado con Bruselas podría implicar que no haya brexit.

Pese a asegurar que el país saldrá de la Unión Europea el 29 de marzo como estaba previsto, May dio a entender que el Brexit podría no llegar a buen puerto si el parlamento rechaza el proyecto de acuerdo.

May se opone firmemente a la celebración de una segunda consulta popular sobre el tema tras el referéndum de junio de 2016 en que un 52% de británicos votó a favor de abandonar la UE. Y ayer volvió a referirse al punto. "Por lo que a mí concierne, no habrá un segundo referéndum", dijo.

 

Sin plan B
La Unión Europea no tiene un plan B en la negociación del brexit en el caso de que caiga el gobierno británico, después de la ola de dimisiones de altos cargos opuestos al acuerdo.

"No hay un plan B. Si el gobierno (británico) cae y tenemos el problema de que no podemos celebrar un Consejo Europeo sobre el acuerdo o si el Parlamento británico no lo ratifica, se plantea un escenario de abismo", declaró una fuente diplomática a EFE.

 

El Observador con AFP y EFE

 

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