RT

Rusia va al rescate de cosmonautas atrapados en la Estación Espacial Internacional con ayuda de la NASA

Un accidente sucedido el 14 de diciembre en la nave Soyus MS-22 adherida a la Estación Espacial Intercontinental, dejó averiada a la nave. Ambas agencias espaciales cooperan para el regreso de los cosmonautas que están en la plataforma orbital

Tiempo de lectura: -'

13 de enero de 2023 a las 19:11

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

No abundan las áreas de colaboración entre las autoridades de Moscú y Washington. Sin embargo, ambas naciones fueron el motor de la creación en 1998 de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) integrada también por la Agencia Espacial Europea y sus homólogas de Canadá y Japón.

Pese a los conflictos que se multiplican sobre suelo terrestre, a unos 400 kilómetros de distancia de este planeta, un laboratorio que viaja a unos 7 kilómetros por hora y alberga seis o siete tripulantes, es muestra de que los seres humanos, a veces, pueden lograr coincidencias. Como ejemplo, la NASA y ROSCOSMOS en estos días cooperar para reparar los daños causados por un minúsculo meteorito contra la nave rusa Soyuz MS-22.

Esta nave constituyó el vuelo número 150 de las naves Soyus, que en ruso significa unión porque involucra tanto al cohete de lanzamiento como a la nave que puede ir con o sin tripulación. La MS-22 sí llevó astronautas. En concreto tres, dos rusos y uno estadounidense, que partieron a la estación espacial en setiembre de 2022. La nave cósmica, además de transportar al personal, se acopló a la estación y, como en viajes anteriores, sirve para las que los astronautas salgan para realizar distintas investigaciones mientras giran alrededor de la Tierra.

Todo marchaba bien hasta que el 14 de diciembre, cuando los tres astronautas iban a salir de la ISS a la nave, un objeto de apenas un milímetro que volaba a unos siete kilómetros por segundo se topó con la Soyus. Los sistemas de control detectaron una caída de presión y los propios astronautas pudieron constatar con sus ojos que había una fuga de refrigerante. La salida al espacio de los cosmonautas en la Soyus MS-22 fue suspendida y la investigación posterior localizó una fisura en el radiador del sistema de enfriamiento.

El momento del impacto fue registrado por las cámaras de la ISS. Se produjo una fuga del líquido refrigerante que sirve para regular las temperaturas y en cuestión de horas se vació el radiador. Conclusión: una micropartícula dejó fuera de uso la nave en la cual debían regresar los astronautas a la Tierra. Rusia enviará otra Soyus, la MS-23, en febrero y mientras tanto continuarán con actividades de investigación.

La estación espacial tiene varios módulos presurizados aptos para la vida humana, cuenta con paneles solares fotovoltaicos para la energía que necesita y cuenta con radiadores térmicos y compuertas que separan el espacio del interior de la nave para que, cada vez que hay un desplazamiento al exterior se produzcan, como en los submarinos, las condiciones de presión y temperatura necesarias.

Desde su inicio, en 1998, la estación tenía capacidad para tres astronautas. En la expedición número 20, la nave puede albergar a seis personas. En su medio siglo de vida, la estación tuvo como pasajeros a más de 250 astronautas y también turistas espaciales, la gran mayoría estadounidenses y rusos, pero también japoneses, canadienses y de otras naciones.

Tras el microimpacto de la MS-22, los ingenieros de la agencia espacial rusa iniciaron la fase final para traer de regreso a los astronautas. La nueva nave partirá vacía el 20 de febrero, aunque los tripulantes permanecerán unos meses más en la ISS.

Este incidente modificó el cronograma de misiones conjuntas que fueron previstas para este año.

ROSCOSMOS cuenta con el conforme de la NASA para estas modificaciones. “Ha comenzado en el cosmódromo la etapa final de los preparativos”, anunció la agencia rusa el miércoles a través de una comunicación oficial.

El comunicado agrega que lanzarán dos cápsulas muy parecidas, la Soyuz para transportar astronautas y otra más, la Progress, que lleva suministros para la ISS. ”Para revisar la Soyuz MS-23 se ha ensamblado un equipo de prueba en tierra. Después tendrán lugar las pruebas de electricidad y vacío”, agrega ROSCOSMOS. Ambas naves despegarán con un mismo cohete, presumiblemente desde el puerto espacial de Kourou, en la Guyana Francesa, ubicada al norte de Brasil, cerca de la línea del Ecuador y base de lanzamiento de la Unión Europea que sirve también de plataforma para naves de otros países.

La nave MS-22, que no cuenta con condiciones para transportar gente tras el accidente, regresará vacía a la Tierra en modo automático tras la llegada de la MS-23. Si bien la micropartícula no produjo daños en la estación espacial, por precaución, esperan la llegada de la MS-23. En caso de que la micropartícula haya producido algún daño, la MS-22, reparada, podría servir de salida de emergencia para los tres habitantes de la ISS.

No obstante, según ROSCOSMOS, sería ante una situación de extrema urgencia ya que los daños de la Soyuz, eventualmente, podrían hacer aumentar la temperatura a niveles no soportables para la vida humana.

La NASA, por su parte, informó oficialmente que “sigue trabajando con ROSCOSMOS y con sus socios canadienses, japoneses y europeos para afinar en las próximas semanas las próximas fechas de vuelo”.

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.