Santi Rodríguez generó la ecuación perfecta en Nacional: el proceso de formación ideal

El jugador que cumplirá 21 años el 8 de enero, se formó en los tricolores y tras casi dos temporadas en Primera división dio el salto en su carrera al ser transferido al grupo que encabeza Manchester City con un contrato por cinco años. La operación englobó un total de US$ 5 millones, de los que US$ 3,5 millones fueron para las arcas de Nacional, tal como se informó en el momento de poner la firma el pasado 3 de noviembre.

En ese momento se acordó que Santi seguiría a préstamo en Nacional hasta el próximo período de pases, por el Apertura y el Intermedio, por lo que una vez finalizado el torneo que este domingo debería tener su final, en enero pasaría al grupo con su filial en Uruguay, City Torque.

Así lo confirmó el presidente de Nacional, José Decurnex, la semana pasada, quien indicó que el 11 de enero próximo, cuando se abra el período de pases, el juvenil pasará al equipo celeste.

Jugador hincha

El caso de Santiago Rodríguez puede ser un ejemplo de lo que buscan los clubes uruguayos: captar y formar un jugador en sus inferiores, que explote en Primera divisón y lograr una transferencia que deje los mejores réditos. Así es el negocio, por más que muchas veces los hinchas quieran retener a sus figuras el mayor tiempo posible y discrepen con las decisiones empresariales de los dirigentes, que negocian a sus figuras para mantener la cadena de pagos.

El vínculo del enganche con Nacional comienza en su infancia, cuando por los 7 u 8 años fue invitado a la captación de los tricolores por “el Pato” Daniel López, uno de los ojeadores del club quien dijo que en sus más de 20 años en esa función solo vio a dos jugadores que brillaron en el baby fútbol: Santi y Rodrigo Amaral.

Antes, a los 4 años, el futbolista que juega con la 23 en la esepalda tricolor comenzó en el Cohami de baby fútbol de la Liga Paso Molino. Luego, a los 7, pasó a San Francisco de Nuevo París, pero volvió a su club de origen para jugar un torneo de selecciones. Fue ahí cuando el Pato lo descubrió y le propuso al padre de Santiago para ir a Rincón de Carrasco y que se integrara a la captación de Nacional.

A los 13, tras culminar su ciclo en el baby fútbol, llegó el momento de incorporarse a las inferiores de los tricolores, donde siguió mostrando su habilidad para apilar jugadores y sumó más conceptos de juego que lo potenciaron.

“Era un chico destacado, el típico 10. Santiago no fue de esos jugadores que vos traés a Nacional como uno más. Siempre se destacó, y realizó un proceso muy acompañado por la selección juvenil, puntualmente con Alejandro Garay, que lo apoyó mucho”, dijo Sebastián Taramasco, coordinador de las juveniles de Nacional, a Referí en 2019.

Su paso por las formativas comenzó a cerrarse en 2018, con el título de la Libertadores sub 20 que ganaron los albos en el Centenario y en el que él fue suplente, si bien solo tenía 17 años.

Además de sus habilidades con pelota, en Los Céspedes tuvieron que trabajar con el mediapunta en otro aspecto, el de su caracter, ya que no le gusta perder a nada.

“Soy muy calentón, y sé que es algo que debo corregir. Lo intento. El tema es que no me gusta perder, entonces, cuando vamos perdiendo y me nublo, me pongo el balde y quiero que hagamos el gol ya”, dijo el jugador tras su debut en Primera división.

El estreno fue de la mano de Eduardo Domínguez en el verano de 2019, cuando comenzaba la era José Decurnex en el club.

Por la Supercopa y ante Peñarol, Santi debutó e impresionó por su juego, siendo el asistente para el gol de Marco Angeleri, si bien no terminó de la mejor forma porque a los 88 se fue expulsado.

Nacional ganó aquel recordado partido en los penales y Santi comenzó una racha de invictos clásicos que se cortó el pasado domingo, cuando a pesar de su gol, los albos cayeron de visitantes.

En su primer año en la principal categoría se dio el lujo de ser campeón uruguayo, título vigente de los tricolores y que fue la segunda copa de Santi.

En 2019 también disputó el Mundial sub 20 y tuvo una larga lesión, recuperándose para las finales del Clausura y el Uruguayo.

Este año, con varios empresarios que lo seguían, sumó experiencia, marcó sus dos primeros goles en Libertadores y con poco más de media temporada ya casi igualó sus números del anterior Uruguayo.

Su historia continuará en 2021  con otra camiseta y, si no se va al exterior, puede enfrentar con Montevideo City Torque al club de sus amores.

“Es algo distinto porque nunca me hubiera imaginado jugar en otro equipo uruguayo que no fuera Nacional porque como todos saben soy hincha del club, mi familia también y será un poco distinto enfrentar a los compañeros, pero también se disfrutará”. Santiago Rodríguez, ante la posibilidad de enfrentar a Nacional

Los números de Santiago

Santiago Rodríguez lleva disputado 54 partidos con Nacional en Primera división. En 2019 fue campeón de la Supercopa, en su debut, y del Uruguayo, de la mano de Álvaro Gutiérrez, certamen en el que disputó 22 encuentros y marcó sus primeros cinco goles. Tuvo la particularidad de que en los tres clásicos que jugó ese año, Supercopa, Clausura y final, levantó copas.

Además, dijo presente en los seis partidos de la Libertadores.

En lo que va de la temporada 2020 jugó la Supercopa, lleva 19 partidos por el Uruguayo con 5 goles anotados, y marcó sus primeros dos goles por la Copa, en la que jugó cinco partidos de ocho.

La selección y la mano de Garay

La carrera de Santi en las formativas de Nacional fue acompañada por sus participaciones en las selecciones juveniles, en las que hizo todo el proceso: sub-15 en 2014-2015, sub-17 en 2016-2017, sub-18 en 2017, luego con la sub 20 y hasta la sub 23 Preolímpica, con 20 años de edad, que este año jugó en Colombia en busca de un pasaje a Tokio. En total disputó 55 partidos y marcó 5 goles. En sub 15 y sub 17 tuvo a Alejandro Garay como entrenador, quien lo ponía como titular y quien fue clave al insistir en utilizarlo casi como enlace, con muchas tareas tácticas en defensa. En el debe le quedó no haber jugado el Sudamericano sub 20 de Chile 2019, al no ser convocado, pero sí estuvo en el Mundial sub 20 de Polonia, en el que disputó tres de los cuatro partidos que jugó Uruguay.

La familia siempre presente

Cuando Santi Rodríguez puso la firma en su contrato con el Grupo City, su padre estuvo sentado a su derecha, como ha estado desde que comenzó a entrenar en el baby fútbol y cuando pasó a Nacional y lo llevaba desde Sayago a Rincón de Carrasco. La familia es un pilar fundamental para el volante y lo tiene más que claro. “La familia siempre es lo más importante, uno en lo primero que piensa es en ayudar a la familia; para cualquier jugador es importante el paso al exterior y después de dos años se logró”, dijo luego de cerrar su transferencia. “Creo que no nos desesperamos en mi familia, se hicieron bien las cosas; incluso el presidente de Nacional, José Decurnex, se lo agradeció a mi papá y a mí también, eso significa que le dejamos una buena imagen en toda la negociación”, expresó el jugador que es representado por el empresario Pablo Boselli.