“Esa es la clase de líderes que queremos formar acá en el Centro de Entrenamiento de las selecciones”, expresó a Referí Marcelo Capalbo, el entrenador que más marcó a Véscovi, un talento de 17 años formado en Bohemios que el pasado fin de semana le hizo pronunciar el nombre de Uruguay a diversos actores de la NBA, la liga de básquetbol más fuerte del mundo.
Véscovi, que desde marzo del año pasado estudia y entrena en la academia de la NBA ubicada en México DF, participó el fin de semana pasado del campus Básquetbol Sin Fronteras (Basketball Without Borders) que se llevó a cabo en la Universidad de Queen’s ubicada en Charlotte al mismo tiempo que se celebraba el Fin de Semana de las Estrellas (All-Star Weekend) de la NBA.
Véscovi ya había participado de uno de estos campus en junio de 2017, en Nasau, Bahamas. “Pero esa vez fue solo para promesas sudamericanas. El nivel de este campus fue increíble porque había promesas de todo el mundo, jugadores de otras academias y hasta de Euroliga”, contó a Referí desde México.
“La experiencia que viví fue divina, soñada, algo increíble. Y el nivel de las repercusiones lo superó”, dijo el base o ayuda base de 1,87 metros de estatura.
El campus consistió en varias estaciones de entrenamientos específicas en las que participaron Nikola Jokic, serbio que defiende a Denver Nuggets, Nikola Vucevic, montenegrino de Orlando Magic, Deandre Ayton de Phoenix Suns y Bogdan Bogdanovic, serbio de Sacramento Kings. También jugaron partidos de exhibición y apenas llegaron el staff técnico realizó un draft para formar cuatro equipos que jugaron semifinales y final. Véscovi quedó en el equipo que llegó a la final y la perdió.
El uruguayo protagonizó una de las jugadas más celebradas del torneo: una hundida espectacular que circuló por las redes sociales. “Un poquito antes había intentado una y me hicieron una tapa con falta. Ahí vi que me quedó el espacio y me mandé con todo a ver qué salía. Oír la reacción del público fue algo increíble”, comentó.
Después fue elegido entre las 12 mejores promesas del torneo y la FIBA le entregó una distinción especial,el Premio Patrick Baumann a la Deportividad.
“Estoy muy orgulloso de recibir este premio. Es muy importante recibir este tipo de reconocimiento que no es solo por el básquetbol sino que refiere a lo que hago por mis compañeros, ayudándolos y apoyándolos. Tuve un muy buen relacionamiento con los entrenadores. Ser respetuoso es algo que se aprende en casa y se lleva a cabo todos los días. Es una de las cosas más importantes dentro de una cancha y en la vida diaria”, le declaró el uruguayo a la web de la FIBA donde el lunes ocupaba el lugar principal en su portada.
“Es una alegría gigantesca lo que le está pasando, porque Santiago es uno de esos chiquilines por los que le agradecés a la vida que se te hayan pasado por delante y más ahora viendo que toman su rumbo y siguen levantando vuelo”, expresó por su parte Capalbo.
El domingo, antes de ir como invitados a presenciar el Juego de las Estrellas (All-Star Game) entre el equipo de LeBron James y el de Giannis Antetokounmpo, lo llamaron aparte para ir dos horas antes para ser entrevistado por Carlos “Coach” Morales y Álvaro Martín para ESPN.
Y después, una de las integrantes del staff técnico le hizo llegar un video que le grabó con nombre propio el finlandés Lauri Markkanen, jugador de 21 años y 2,13 m de los Chicago Bulls e integrante del equipo ideal de novatos (rookies) de la NBA en 2018.
“Él jugó el torneo de las rising stars (estrellas emergentes) en Charlotte y la verdad que quedé totalmente impactado porque decía mi nombre, que me vio jugar y me felicitaba por mi rendimiento en el torneo. Eso sí, la entrenadora me pidió que no lo divulgara en las redes sociales”, contó Véscovi.
“En esta clase de eventos hay muchos scouters reclutando talentos y me hicieron llegar ofrecimientos para jugar en universidades. Son oportunidades y puertas únicas que se van abriendo y posiblemente evaluaré con el asesoramiento de mis coachs de la academia cuál es la mejor opción para tomar”, expresó el uruguayo.
Al volver de Charlotte a México DF, su vida sigue igual: “Me levanto a desayunar a las 7, a las 8 tengo clase de inglés hasta las 10, a las 11 hago gimnasio hasta las 12.30 y voy a la cancha a tirar, almuerzo, a las 15 tengo clases on line hasta las 18. Estoy tomando las clases que me faltan para poder ser elegible en la NCAA (universidades)”, explicó.
Desde su arribo a una de las siete academias que la NBA tienen montadas en diversos continentes, Véscovi ya viajó para jugar torneos en San Antonio (un final four),hizo un famoso campus para promesas en Treviso (Italia), disputó en Australia los juegos de las academias, fue a Orlando a jugar otro campeonato, disputó el torneo de Las Vegas de la G-League, en enero estuvo en Rhode Island, en dos semanas se va a Atlanta y en abril disputará otro final four en Minneápolis.
Increíble pero real. Así se acerca un uruguayo a la NBA. Con talento, humildad, respeto y una especial calidad de liderazgo.
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