Camilo dos Santos

Sartori aún es un enigma para el resto de los blancos

Es el que menos habla en el Senado según estadísticas del Parlamento; está alejado de los diputados de su sector y tiene asistencia del 84% a las comisiones

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16 de enero de 2021 a las 05:01

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Juan Sartori se levanta de su banca en el Senado y se acerca para hablar con Jorge Gandini. Minutos más tarde le hará una broma a la colorada Carmen Sanguinetti y a la pasada tendrá un diálogo con Guido Manini Ríos. El senador blanco recorre el plenario mientras la sesión transcurre y bromea con todos. Va de un lado al otro, sale de sala, vuelve a ingresar y sonríe, siempre sonríe. 

La escena narrada en el párrafo anterior podría pertenecer a cualquier sesión del año en la Cámara de Senadores de la que haya participado el excandidato presidencial y ahora senador, Juan Sartori. 

Es que el legislador, casi siempre indiferente a los temas que se tratan en el plenario, se dedica a dialogar con sus colegas y prácticamente no participa de las discusiones. A tal punto, que es el senador que menos veces intervino en el plenario, según datos del Parlamento procesados por El Observador. 

Camilo dos Santos

Los hechos más destacados de Sartori en el Senado están vinculados a bromas: aparecer haciendo gestos detrás de una foto de sus colegas, armar un muñeco por Hallowen en la sala de prensa del edificio anexo o salir corriendo de una nota en vivo con un canal de televisión porque la vicepresidenta Beatriz Argimón le otorgaba la palabra en el plenario. 

Su carisma y simpatía lo destacan del resto de los legisladores. “Salís a la calle con él y saluda a todo el mundo. Y se vuelve una atracción para todo el que anda en la vuelta. Tiene un carisma que ninguno de nosotros tenemos”, dice un legislador blanco que prefiere mantenerse en el anonimato. 

Pero para sus compañeros de bancada, Sartori todavía representa una incógnita. No tiene proyectos presentados, casi no interviene en las reuniones de bancada y más allá de algún comentario, no trabaja con profundidad con ningún tema, según relataron sus colegas. Incluso, le han sugerido que se meta con temas como el teletrabajo, donde entienden que puede aportar una visión distinta, pero si bien inicialmente muestra interés, luego no concreta nada. 

Entre el 15 de febrero y el 30 de setiembre, fecha hasta la que están actualizados los datos en la web del Parlamento, Sartori intervino en apenas siete oportunidades en el plenario. Tres vinculadas a la discusión de la Ley de Urgente Consideración (LUC), otras tres en sesiones para aprobar venias de embajadores y una exposición verbal sobre innovación, investigación y desarrollo científico el 8 de setiembre. 

Camilo dos Santos

En la discusión presupuestal tuvo alguna otra intervención, pero esos datos no están actualizados en el sitio web del Parlamento. De todos modos, en comparación con sus colegas, Sartori queda muy lejos de la gran mayoría. Entre los que asumieron al inicio de la legislatura, los que menos participaron (hasta setiembre) fueron Amín Niffouri (8 intervenciones), Lucía Topolansky (11) y Carmen Sanguinetti (20). En el caso de Topolansky estuvo varios días de licencia por el coronavirus. 

El resto de los legisladores tienen todos 20 o más intervenciones y la lista la encabezan el senador blanco Gustavo Penadés (95), la senadora también blanca, Graciela Bianchi (73), y el senador frenteamplista, Óscar Andrade (62), según los datos procesados. 

El Observador intentó comunicarse con Sartori pero desde su equipo de comunicación dijeron que no realizarían comentarios al respecto. Consultado sobre las intervenciones y sobre las inasistencias, desde el equipo de comunicación se remitieron a decir que las faltas “son pocas y por casos excepcionales”. 

Sartori integra cuatro comisiones, fue citado a trabajar en ellas en 31 oportunidades y asistió 26 veces (84%). Solo el colorado Germán Coutinho (53% de asistencia), la blanca Gloria Rodríguez (75%) y el frenteamplista Daniel Olesker (82%) tienen menor asistencia que el excandidato presidencial a las comisiones parlamentarias. El resto de los senadores tienen una asistencia mayor al 88%. 

Suplentes

De sus suplentes, tanto Juan Straneo como Rosina Piñeyro han sido convocados a comisiones parlamentarias cuando Sartori está de licencia –que no cuenta como falta–. Ambos tienen 100% de asistencia. 

Sin embargo, fuentes del Parlamento comentaron a El Observador que, tanto en la discusión de la LUC como en el debate presupuestal, Sartori participaba como asistente de las comisiones a pesar de que no era miembro. Pero luego ni en el plenario ni en bancada realizó aportes para modificar ningún pasaje de los textos. 

Diego Battiste

Su momento de mayor actividad en el Parlamento fue en octubre cuando presentó cinco pedidos de informes. Los pedidos estaban vinculados a las pequeñas y medianas empresas, las canastas del Mides y temas tributarios sobre transmisiones patrimoniales. 

El senador se fue del país el pasado 10 de diciembre (en las sesiones posteriores a esa fecha participó Straneo) y hasta ahora no ha vuelto a pisar tierras uruguayas. Su última aparición fue a través de redes sociales, pidiendo nuevas medidas para contener la pandemia, y le generó un cruce con senadores de su propio partido. 

Alejado de sus diputados

Los dos diputados electos por el sector Todos por el Pueblo, que lideraba Sartori, ya no coordinan con él su trabajo político parlamentario. El excandidato nunca convocó reuniones para coordinar el trabajo político y los contactos se fueron diluyendo. 

“Yo tengo un pensamiento más liberal, conservador y Juan no quería marcar una postura en ese sentido. Entonces, yo trabajo de forma autónoma con mi equipo”, dijo a El Observador Pablo Viana, uno de los diputados electos por ese sublema. 

Viana fue el jefe de campaña de Sartori e incluso puso dinero de su bolsillo para las elecciones. También le prestó plata a Sartori para pagar algunos gastos que, por tener el dinero en el exterior, no llegaba a abonar a tiempo, según publicó Búsqueda en su momento. 

Álvaro Dastugue, el otro diputado electo por el sector, hace casi cinco meses que no habla con Sartori, según dijeron a El Observador fuentes cercanas al diputado.

Leonardo Carreño

Si bien Viana y Dastugüe han coordinado para algún tema puntual, como el de la eutanasia, tampoco funcionan como grupo. “Yo trabajo con mi equipo”, aseguró Viana. 

El factor sorpresa y la inyección de dinero en campañas publicitarias le permitieron a Sartori llegar a la Cámara de Senadores luego de quedar segundo en la interna del Partido Nacional. En su primer año como legislador tuvo poca exposición y casi nula intervención en los temas más controversiales. Sus principales cruces fueron con integrantes del propio Partido Nacional. Su futuro parlamentario dependerá del interés que tenga de mantenerse en política. 

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