Siete lesionados en dos semanas: ¿Ramos paga el precio de no rotar?

Está claro que en esto del fútbol cada uno opina según cómo le vaya en la feria. Y hay una realidad a la vista: Peñarol empezó a padecer el intenso trajinar de los partidos. Alcanza con ver lo agotado que termina los partidos Cristian Rodríguez.

En las últimas dos semanas se lesionaron siete jugadores.

Giovanni González, desgarrado. Fabricio Formiliano salió sentido contra Progreso pero jugó ante Tucumán. Estoyanoff no fue de la partida en Argentina debido a que padece lumbalgia. Corujo sufrió rotura de ligamentos cruzados de rodilla y hoy serán probados Kevin Dawson (contractura posterior), Agustín Canobbio (contractura aductores) y Lucas Hernández (contractura gemelo interno).

Y por estas horas que Peñarol está padeciendo esta racha de lesiones muchos recuerdan las expresiones de Ramos y se plantea la interrogante: ¿rotación sí o rotación no?

Está claro que Peñarol juega con una intensidad que pocos equipos le imprimen al juego. Generalmente los equipos de Ramos presionan desde la salida del rival. A la hora de atacar son explosivos. Esto evidentemente habla bien de la preparación física que tiene el equipo.

El hecho es que la continuidad de la doble actividad, sumada a los viajes, se torna complejo.

Los viajes del Cebolla

Desde esta parte del mundo es complejo viajar a Venezuela, Bolivia, Colombia o Ecuador. A Peñarol le tocó subir a la altura de La Paz y sus jugadores fueron sometidos al doble esfuerzo que significa jugar en condiciones que no son normales.

Uno de los casos más emblemáticos es el del Cebolla Rodríguez que, además de jugar siempre en Peñarol, se sumó a la actividad de la selección con un largo viaje a China.

Al regreso de la delegación celeste, en un viaje que insumió dos días de vuelo, el Cebolla se bajó del avión y al otro día jugó contra Torque.

Así las cosas, el futuro sigue siendo complejo. ¿Motivos? El fin de semana termina el Apertura y el miércoles arranca el Intermedio que culmina el 10 de junio. Se deben jugar tres fechas entre semana. No hay descanso.