El político de pasado colorado integraba el equipo asesor en seguridad que había conformado Novick con el fin de presentar diversas propuestas al gobierno, al resto de la oposición o incluirlas en su programa de las próximas elecciones.
Pero, de común acuerdo, Stirling se alejó de ese grupo, y por ende del partido, porque ambos políticos entendieron que la discrepancia que tenían sobre el plebiscito que impulsa el senador nacionalista Jorge Larrañaga para que los militares ayuden a la policía era demasiado importante como para continuar en las mismas filas.
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En un mensaje publicado en su muro de Facebook este miércoles, Stirling dijo que había firmado para apoyar esa iniciativa –que incluye en sus cometidos endurecer penas y habilitar los allanamientos nocturnos– y que esa decisión había molestado al líder del Partido de la Gente.
"Me manifestó que era incompatible que siguiera como asesor en seguridad cuando él estaba totalmente en contra de dicha iniciativa", escribió en su texto, en el que también narró que, pese a la sorpresa de varios de los presentes, estuvo en el acto inaugural de Ciudadanos en el club de Larre Borges el pasado martes por la noche, en el que Talvi presentó su grupo y anunció su precandidatura.
Novick dijo a El Observador que considera a Stirling un "muy buen amigo y persona", pero que en este caso el grupo sobre seguridad conformado por 40 integrantes –entre los que se encuentran el exfiscal Gustavo Zubía y el licenciado Robert Parrado– había resuelto "por unanimidad" no acompañar el proyecto de Larrañaga.
"No nos comunicó que iba a firmar. Si bien tiene el derecho a pensar diferente, como muchos, cuando una mayoría absoluta resuelve algo dentro de un partido, creo que hay que ser flexibles de ese lado. ¿Quién tiene si no que ser flexible, el uno contra 40 o los 40 contra ese uno?", se preguntó Novick.
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Stirling, por su parte, dijo en su mensaje de despedida que desde su perspectiva Novick había cometido "un doble error político". "Primero, no interpretar lo que los ciudadanos sienten y quieren, y segundo, prohibir a quienes consideramos una iniciativa inteligente y realista que la acompañemos".
En su texto publicado en Facebook, contó que le "impresionó" el discurso de Talvi, al que definió como "realista, sencillo a la vez que profundo, tratando los problemas que hoy sacuden al Uruguay, (como la) educación, (y) con estadísticas que asustan".
Y resumió así de qué forma le impactaron las ideas del líder de Ciudadanos: "Nos hacen pensar que si no hay una vuelta fuerte al timón las actuales y futuras generaciones estarán destinadas a la total exclusión social".
Pero los elogios no terminaron allí. "(Fue) un discurso franco, llano, directo, donde Talvi volcó los muchos años de analizar y diagnosticar los problemas de nuestro país y, sobre todo, dar respuesta a los mismos. En fin, un estadista moderno", describió.
Al ser consultado este jueves sobre si esa simpatía era expresión de un correligionario consumado, afirmó que aún no había dialogado con Talvi, pero que "seguramente" se una a su sector. "Si puedo contribuir en algo –insistió–, lo haré con mucho gusto, de la misma forma que lo hice con Novick".
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