Tesco, la cuarta cadena de supermercados más grande del mundo, con base en el Reino Unido, reconoció el pasado lunes que más del 60% de la carne con la que se hace la boloñesa de sus de sus espaguetis es de caballo.
A partir de esto, el staff de la cadena sacó de las góndolas este y otros productos que se ven afectados por el escándalo de la carne de caballo que afecta a Europa. Como la lasaña Findus, hecha por Comigel con 100% de carne de caballo, que también era vendida en Francia.
A partir de este escándalo que comenzó a fines de enero, la Agencia de Estándares para Alimentos ha obligado que se realicen pruebas de ADN a todos los productos que son hechos con carne, informa el británico The Guardian.
Los anuncios provocaron un escándalo entre vendedores y productores, haciendo que cada uno le eche la culpa al otro. Comigel llevó el problema a su proveedor de Rumania, algo que el gobierno rumano negó rotundamente.
También hubo conflicto entre ministros con respecto a la sanidad en el consumo de carne equina. Varios dijeron que no hay riesgos para la salud, mientras que el secretario de medio ambiente Owen Paterson dijo que sí existe si el caballo había sido tratado con fenilbutazona.
El gobierno citó a su jefe en asuntos médicos, Sally Davies, que dijo que “solo una limitada población tiene riesgo de salud” si la fenilbutazona se encontraba. Por esto, Tesco volvió a testear sus productos y no se encontró que los caballos habían sido tratados con dicha droga.
De todas maneras, el gobierno encontró en el Comité de Veterinarios otro adversario en dar seguridad sobre la carne de caballo, establecieron que "la sustancia tiene potenciales efectos adversos en consumidores, como dicrasia en la sangre (una rara pero grave enfermedad)".
Para el Comité de Veterinarios 2 a 5% de los caballos testeados dieron positivos a la fenilbutazona.
Mientras tanto, autoridades de Tesco anunciaron que retirarían el espagueti boloñesa de Comigel y que no comprarían más productos de dicha empresa.
Tanto el problema de la boloñesa, como las lasañas en Francia, llevaron a sospechar de Rumania. Esto despertó mensajes fuertes de defensa de parte de sus autoridades, que dijeron que otras partes de la cadena de abastecimiento habrían alterado el producto, pero no de parte de ellos.
El escándalo de la carne de caballo comenzó en Irlanda, luego de que la autoridad bromatológica del país encontró trazos de carne equina en hamburguesas hechas por Silvercrest Foods y Dalepak.
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